Todos sabemos que es más sano y más barato comer en casa, pero en ocasiones tenemos una amplia agenda social que nos presenta opciones gastronómicas fuera del hogar. No digas que no a esa invitación o compromiso, sólo toma en cuenta los siguientes consejos cuando estés sentado a la mesa.
Toma agua antes de la comida. Así puedes perder un poco el apetito y comerás menos.
Evita tomar refresco, mejor pide una copa de vino o pide agua con una rodaja de limón.
Si la comida es en un restaurate de comída rápida, no comas la opción más grande, aunque sea al mismo precio. En algunos lugares presentan un menú con menos calorías.
Come despacio. Esto te ayudará a quedar satisfecho más rápido por lo que comerás menos.
Ayuda que en lugar de comer una entrada y un plato principal comas dos platillos de las opciones de entrada, generalmente son porciones más pequeñas.
No te acabes la cesta de pan antes de que llegue el primer plato. Come pan, pero moderadamente, y en lugar de untarle mantequilla mójalo con un poco de aceite de oliva.
Si llegas al postre prefiere la fruta y si de plano la tentación es irresistible compártelo con alguien más.
La opción de comer pollo, pescado o carne es mejor si es asada a la parrilla. Evita los cortes empanizados, capeados o bañados en cremas.
Las ensaladas no deben faltar, aunque no la bañes de aderezos cremosos, es mejor la vinagreta.
Una caminata de al menos 15 minutos después de comer ayudará a que tengas una buena digestión.
Fuente: Aol Salud
@Culturizando
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