Por Daniel Colombo / Cuando piensas en la carrera de tus sueños, no es raro que te imagines trabajando en una oficina de ritmo rápido junto a colegas felices a los que les encanta su trabajo. Pero cuando la realidad de la recesión económica se impone, muchos se ven obligados a reconsiderar sus opciones profesionales.
Para ayudarte a evitar que te conviertas en uno de los millones de trabajadores que pierden su empleo debido a la recesión, hemos sintetizado 5 condiciones para ser muy buenos profesionales en tiempos de recesión.
Para que entiendas mejor cómo estos consejos pueden ayudarte a aumentar tu valor en tiempos económicos difíciles, aquí encontrarás explicaciones detalladas de cada aspecto, así como algunos ejemplos de estrategias de personas que conozco, que los han seguido con éxito.
1 – Ser flexible
Ser flexible es una de las habilidades más importantes en los negocios. Si lo eres, puedes navegar por las cambiantes mareas del mundo empresarial sin apenas alterar su propio trabajo y, lo que es más importante, a su equipo y a la empresa en su conjunto.
Para ser más flexible en tu vida profesional diaria, puedes probar estas tres estrategias:
– Cultivar una mentalidad de crecimiento: Una mentalidad de crecimiento es la consciencia de que quien se lo propone tiene la capacidad de aprender, crecer y tener éxito. Es lo contrario de la mentalidad fija, que cree que las personas nacen con ciertas habilidades y no tienen capacidad para crecer más allá de ellas y que condicionan su propio desarrollo al entorno sin siquiera ponerse a pensar alternativas.
– Practica un lenguaje orientado al crecimiento: es la forma en que piensas, expresas y sientes tu forma de ser y de hacer en el mundo. La sugerencia es que te centres en lo que puedes aprender y crecer, en lugar de en lo que te has equivocado o ha salido mal. Así, en lugar de decir «soy malo en X», podrías intentar «¿qué puedo hacer para mejorar en X?». Al mismo tiempo, te sugiero que revises diariamente qué has aportado positivamente, y qué mejoras puedes implementar en tu rol mañana mismo. Este enfoque en la mejora continua te ayudará a enfocarte en el avance permanente.
– Haz tu propia auditoría de habilidades: se trata de pasar en limpio el inventario de todas las habilidades que tienes. En qué tienes un buen desempeño, en que no eres bueno por el momento, y en qué te gustaría mejorar. Es una forma sencilla de identificar tus puntos fuertes y débiles, y de determinar las nuevas habilidades en las que quisieras trabajar.
2 – Mantente al día de las nuevas habilidades y prácticas
A medida que la tecnología evoluciona, también lo hace la forma de operar de las empresas. En consecuencia, es probable que las habilidades que desarrollaste durante tu educación y formación queden obsoletas.
Un artículo de Harvard Business Review muestra que el tiempo medio que un líder empresarial ha ocupado su puesto ha disminuido de 10 años en la década de 1980 a 5 años en la década de 2010. Actualmente hay rotación de líderes de ejecutivos y áreas cada 3 y 5 años aproximadamente.
Si quieres mantener tus habilidades relevantes y aplicables a tu profesión, aquí van algunas ideas:
– Construye tu red de contactos: En un mundo en el que el acceso al conocimiento está a sólo un clic o un toque de distancia, tu red puede ser la diferencia entre mantener tu trabajo o perderlo.
– Mantente al día de las tendencias del sector: Leer las noticias del sector y estar al tanto de los temas de tendencia puede ayudarte a mantener el pulso de tu industria. Verifica qué están haciendo en otros lugares del mundo; analiza casos y actualízate con literatura afín.
– Revisa tus habilidades con regularidad: Es fácil perder de vista tus puntos fuertes y débiles, sobre todo si llevas mucho tiempo en el mismo trabajo. No sólo lo pienses en función del trabajo actual, sino del mercado en general.
3 – Concéntrate en perfeccionar tus habilidades más valiosas.
Cuando los tiempos son difíciles y los presupuestos son ajustados, las empresas tienden a centrarse en las cosas que son más esenciales para su éxito. Para muchas empresas, eso se reduce a mejorar notablemente las habilidades que son más esenciales para su negocio principal.
Si lo piensas bien, esto puede ser una gran oportunidad para ti: Si puedes incrementar tus habilidades hasta el punto de que sean esenciales para su empresa, quizás evites ser víctima de reducciones de personal que se producen en tiempos económicos difíciles. Para ello, te sugiero estas preguntas:
¿Cuáles son las funciones principales de mi trabajo? ¿Qué habilidades son las más importantes? ¿Cuáles son las habilidades más valiosas que necesita mi empresa en este momento? ¿Qué hago de forma única y especial? ¿En qué aplico mi creatividad e innovación diariamente? ¿Cómo comunico mis logros? ¿Qué aportes de valor hago al equipo? ¿Qué habilidades estoy afinando mucho más, actualmente? ¿Tengo un plan de crecimiento personal y profesional?
4 – Ser un jugador de equipo
Ser un jugador de equipo es una de las cualidades más importantes que puede tener un empleado en cualquier clima empresarial, pero especialmente en tiempos de recesión.
Si quieres jugar “en toda la cancha”, como se dice en lenguaje futbolero, por más específica que sea tu tarea, te sugiero:
– Mente de crecimiento: La mente fija te estanca; en cambio, la mente de crecimiento estimula el desarrollo y una mejor adaptabilidad a lo que se necesita en cada momento.
– Sé abierto y honesto al comunicar: la herramienta de la buena comunicación es fundamental para integrarte al equipo en una forma ágil y certera. Aprende a exponer tus ideas, a visibilizar tus logros y a mantener las conversaciones difíciles al día. Por ejemplo, un programa de entrenamiento en liderazgo, y coaching para ejecutivos te puede ayudar en estos aspectos.
– Resolver problemas: Aquí te enfocarás en soluciones, en vez de generar más problemas, fomentando el espíritu de colaboración. Esto creará más lazos de confianza con tus colegas del equipo.
4 – Ajustar tus expectativas
Tener grandes aspiraciones es estupendo, pero cuando entras en el mundo empresarial, tienes que estar preparado para ajustar tus expectativas. No todo es como te lo pintan. Por ejemplo, hay detalles que, por más arreglados que los tengas, pueden cambiar de un momento a otro en época de recesión.
Las expectativas pueden ser un buen aspiracional para tu carrera, aunque si vives con apego a que las cosas deben salir exclusivamente de esa forma, podrías decepcionarte y frustrarte.
En cambio, expectativas optimistas-realistas pueden ayudarte a sentir menos el impacto cuando se producen cambios que pueden presentarse. De allí que forjar esta mentalidad de apertura, adaptabilidad y flexibilidad sea tan importante para padecer menos el impacto en momentos desafiantes en el entorno de tu país.
Una sugerencia final: encuentra un trabajo que te guste, aunque no te paguen tan bien y las condiciones iniciales no sean las ideales. Ajusta tu trabajo actual para hacerlo más adecuado a tu anhelo: desde arreglar tus condiciones laborales lo mejor posible, hasta tener un pequeño grupo de colegas fieles y que te apoyen.
En esta época del mundo, las estadísticas indican que es más probable que quieras desarrollar una carrera en un lugar acorde contigo y con tu propósito personal y profesional, que en otro donde ganes mucho más, pero sientes que no te representa ni que quieres estar allí. Esa es tu elección.
--
--