En 1997, un volcán derramó 30 metros de ceniza, lodo y rocas sobre Plymouth, la capital de la isla de Montserrat, causando 19 muertos. El número de fallecidos fue relativamente bajo debido a que dos años antes se produjo otra erupción más pequeña.
Tras la primera explosión la ciudad, que era sede del gobierno y centro comercial de la isla, se evacuó a una zona de exclusión establecida por el gobierno. El área fue considerada como inhabitable, y dos tercios de la población de la pequeña isla emigraron al extranjero.
Hoy en día la ciudad es considerada la «Pompeya del Caribe. Los antiguos residentes siguen sin poder regresar a debido a la continua actividad volcánica.
Con información de: Husmeandoporlared
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