‘Carmina Burana’, fue una cantata muy popular durante la Alemania nazi y es asociada en la actualidad coincidentemente con cosas malignas o apocalípticas. Aquí te contaremos su accidental (o incidental) relación.
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La historia recuerda a Carl Orff por haber compuesto la famosa pieza musical que sigue teniendo relevancia hasta el día de hoy, pero también es recordado en Alemania por haber mantenido una reprochable posición de neutralidad hacia el partido nazi, mientras algunos de sus colegas eran encarcelados por estar abiertamente en contra del Tercer Reich.
Carmina Burana es el nombre de la cantata compuesta entre 1935 y 1936 por Carl Orff, basada en una colección de poemas medievales del mismo nombre. Fue estrenada por primera vez en 1937 en Fráncfort del Meno y fue un éxito rotundo en Alemania durante el período nazi.
Algunas de las partes que conforman Carmina Burana, tienen cierta temática erótica, lo que no gustaba del todo al partido nazi, pero eventualmente ignoraron el hecho y permitieron que la composición de Carl Orff brillase en su momento.
La parte más recordada del Carmina Burana es «O Fortuna», y es aquí donde comienzan las curiosidades: tiene una fuerte instrumentación, a la vez que un potente coro canta sobre plagas, falta de fe y que el destino es “monstruoso”… mientras la pieza va en un constante crescendo, en voces que recuerdan a los cantos gregorianos o a los coros de monjes en las iglesias.
Debido a su fuerte letra y su ambientación exaltante y casi caótica, es utilizada en muchas ocasiones para películas, series o programas, en escenas con tramas malignas y perturbadoras o para ambientar algún tipo de evento apocalíptico. Esta parte de la cantata es algo que probablemente todos hemos escuchado alguna vez en películas o series de televisión. De hecho, en 2009 la BBC afirmó que era la pieza clásica más escuchada en Reino Unido.
No es secreto para nadie la enorme cantidad de atrocidades cometidas durante la Alemania nazi al mando de Adolf Hitler. Casi 6 millones de judíos fueron masacrados en campos de concentración, sin contar el asesinato de africanos, romaníes, discapacitados y homosexuales. Así que no es de extrañar que las personas más religiosas, o incluso la cultura popular en general, haya designado a Hitler como un Anticristo.
Según la creencia cristiana, el Anticristo es una persona cuyo fin es ser la antítesis de todos los valores que quiso inculcar Jesús de Nazaret. Se han hecho muchas películas al respecto y siempre se ha dejado en claro que un Anticristo sería más que una persona simplemente “mala”; sería alguien enfocado en cometer crímenes atroces o incluso alguien que buscaría la destrucción de la humanidad.
Por lo tanto, aunque no hay seguridad de que sea a propósito, ni de que sea una simple coincidencia, es imposible no resaltar el hecho de que, una parte de la canción más escuchada en Alemania durante el período nazi, haya sido posteriormente asociada a eventos malignos y apocalípticos.
Con información de: Optus / BBC / XL Semanal / Biografías y vidas / Wikipedia / Imágenes de: Wikimedia / Pixabay / Shutterstock
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Autor:
Omar N. Golding
