La figura del monstruo de Frankenstein ya pertenece a la cultura popular. Múltiples adaptaciones en el cine y la televisión han mostrado la idea de un científico loco con risa malévola que da vida a un nuevo ser por medio de un rayo. No obstante, el contenido original creado por la autora Mary Shelley tiene un trasfondo muy diferente. ¿Quieres saber cuál es? ¡Sigue leyendo sobre este clásico y descubre al respecto!
¿De qué trata el libro?
La historia sigue al doctor Victor Frankenstein, que tendrá un cambio radical en su vida al conocer unas lecciones dadas por un profesor de la Universidad de Ingolstadt. Estos argumentos sobre últimos avances en la ciencia mueven a Victor a un fin: desvelar los misterios de la creación con el fin de generar una nueva existencia.
Durante casi dos años, Victor se refugia en una buhardilla que usa como laboratorio para así lograr su cometido. Finalmente, en una lluviosa noche de noviembre, la criatura de gran altura y con partes de cadáveres fusionadas despierta.
El científico, aterrorizado por su creación, huye del laboratorio; cuando regresa, no encuentra a “la criatura” (nombre que le da Victor). Desde este punto se abre una pesadilla, donde aquel doctor que intentó lograr el papel de Dios se verá envuelto a la sombra de esa creación marginada y llena de odio.
Una historia con emociones fuertes
Como se leyó al principio, Frankenstein o el moderno Prometeo no tiene aspectos difundidos en la actualidad por medio del entretenimiento, tales como la mención del despertar del monstruo por un rayo o la del nombre de la criatura; Frankenstein realmente es el apellido del doctor.
Este clásico de la literatura gótica es un ejemplo claro de las emociones que un escritor logra plasmar en su novela. Al pasar las páginas, cualquier lector notará como el personaje principal se verá en un descenso hacia la tristeza, la desmotivación y el dolor; todo esto debido a una presencia espantosa que no se detendrá en seguirlo.
Y es que estas emociones fuertes se transmiten ante las vivencias trágicas que Mary Shelley tuvo a lo largo de su vida (más adelante se hablará de esto al respecto).
Por otra parte, Frankenstein o el moderno Prometeo no se libra de la siguiente pregunta: ¿acaso una criatura puede desarrollarse como malvada ante la marginación de la sociedad? El intento de Victor de adquirir el trabajo de un Dios elaborador de vida abre paso a una verdadera intranquilidad, que es la de ser responsable de la existencia de un monstruo decidido a manifestar terribles consecuencias.
La referencia en el título del libro hacia Prometeo acierta. Victor es una versión moderna de ese titán que roba el fuego de los dioses para la humanidad y que recibe el castigo de Zeus por sus acciones.
Mary Shelley, con tan solo 19 años de edad, consiguió dar origen a esta historia que hasta el día de hoy es una pieza importante en la literatura mundial.
Cuando nació el clásico y la desgracia
1816 se caracterizó por llamarse “el año sin verano”, ya que la erupción de un volcán en Indonesia provocó que se liberaran toneladas de polvo de azufre por el planeta. Esto resultó en un duradero enfriamiento que alteró el ciclo agrícola.
Suiza no se libró de este acontecimiento, cosa que motivó a un grupo de personas a refugiarse por una temporada en una mansión llamada Villa Diodati. Estos residentes se fascinaban por las historias de terror y los experimentos científicos como los de Luigi Galvani con la electricidad (provocaban convulsiones musculares en ranas muertas).
Entre ese grupo se hallaba una Mary Shelley de 19 años de edad junto a Percy B. Shelley, su entonces amante. Ante el encierro por el ambiente presente, se propuso que cada miembro del grupo realizara una historia de terror.
De esta forma, nacieron obras como El vampiro de John Polidori (antecesora de Drácula) y la del famoso monstruo creado por Victor Frankenstein.
Años más tarde, Mary Shelley contó sobre un sueño que sirvió de inspiración para su obra. En él vio «al horrible fantasma de un hombre extendido y que luego, tras la obra de algún motor poderoso, este cobraba vida, y se ponía de pie con un movimiento tenso y poco natural».
Mary resaltó el cómo su esposo Percy la motivaba a escribir su propia historia para obtener una buena reputación en el ámbito literario. Sin embargo, nada resultó satisfactorio en la vida de la autora, ya que lamentablemente estuvo rodeada de la muerte, comenzando por su madre (a temprana edad), sus hijos (de cuatro solo sobrevivió uno) y su esposo (murió con tan solo 29 años).
Todas estas terribles experiencias sumieron a Mary en una inestabilidad emocional, la cual se refleja con claridad en Frankenstein o el moderno Prometeo mientras avanzas con la trama.
La autora tomó la decisión de permanecer viuda por el resto de su vida. Murió el 1 de febrero de 1851 luego de ser diagnosticada con un tumor cerebral.
Algunas frases de la novela
- «Me vengaré de mis sufrimientos; si no puedo inspirar amor, desencadenaré el miedo».
- «Si seres tan hermosos eran desdichados, no era de extrañar que yo, criatura imperfecta y solitaria, también lo fuera».
- «Ten cuidado; pues no conozco el miedo y soy, por tanto, poderoso».
- «Soy un malvado porque no soy feliz».
- «Seguí caminando así largo tiempo, intentando aliviar con el ejercicio el peso que oprimía mi espíritu. Recorrí las calles, sin conciencia clara de dónde estaba o de lo que hacía».
Con información de: National Geographic / Imagen: Shutterstock
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