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El ataque a Pearl Harbor: una fecha que vivirá en la infamia

El ataque a Pearl Harbor: una fecha que vivirá en la infamia

El 7 de diciembre de 1941 los hombres a bordo de los buques norteamericanos se despertaron con el pitido de las alarmas, el sonido de las explosiones y los disparos, cuando la Armada del Imperio Japonés realizó un ataque sorpresa contra la base naval de Estados Unidos en Pearl Harbor, Hawái.

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Un ataque inesperado

Fue un ataque sorpresa, sin embargo, ésta no era la intención. En un principio se estipuló que el ataque no comenzara hasta treinta minutos después de que el Imperio nipones hubiera informado a los Estados Unidos de que las negociaciones de paz habían llegado a su fin.

La ofensiva comenzó antes de que se pudiera entregar alguna declaración de guerra formal – Imagen: Wikipedia.-

Tokio transmitió una notificación de 5000 palabras en dos bloques, llamada el “Mensaje de 14 partes”, a la embajada japonesa en Washington, pero el embajador tardó en la transcripción del mensaje y no pudo entregarlo a tiempo.

Aunque la ofensiva pretendía ser una acción preventiva, fue todo lo contrario.

Después de más de dos años de conflicto, el ataque a Pearl Harbor unió, de la noche a la mañana, a los estadounidenses contra Japón y arrastró firmemente a la potencia norteamericana -y a su economía industrial y de servicio- a la Segunda Guerra Mundial, tanto en los teatros de guerra de Europa como del Pacífico.

La entrada de los Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial

El presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt firmó el 8 de diciembre la declaración de guerra contra Japón. Se refirió al día anterior como “una fecha que vivirá en la infamia”.

Solo hubo un voto en contra en el Congreso, fue de la representante de Montana, Jeannette Rankin -quien era pacifista, republicana y fue la primera mujer elegida a la Cámara de Representantes y primer miembro femenino del Congreso-. Rankin argumentó “como mujer, no puedo ir a la guerra, y me reúso a mandar a alguien más”.

Ella también había votado en contra de la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial.

Horas después de que se iniciara el ataque a Pearl Harbor –pero al día siguiente por la línea internacional de cambio de fecha-, las tropas japonesas iniciaron un ataque matutino en los Nuevos Territorios de Hong Kong, seguidos de ataques en las Filipinas, la isla Wake, Malasia y Tailandia.

Tres días después, la Alemania nazi y la Italia fascista le declararon la guerra a Estados Unidos, en respuesta a las operaciones puestas en marcha en contra de la potencia asiática del eje, y por segunda vez el Congreso estadounidense respondió positivamente.

Suelten las bombas

Los japoneses atacaron en dos oleadas – Imagen: Wikipedia.-

La primera oleada de bombardeos comenzó a las 7:50 de la mañana. Fue detectada por un radar del ejército a unos 250 km, pero fue erróneamente interpretada como una formación de bombarderos estadounidenses que regresaban del continente.

La segunda, pasadas las 9, tenía como objetivo alcanzar a la flota estadounidense del Pacífico.

Finalizó noventa minutos después de haber iniciado

Hubo más de 2300 soldados y marineros estadounidenses como víctimas mortales y más de 1100 heridos. Japón solo percibió 64 muertos.

Varios oficiales japoneses, entre ellos Mitsuo Fuchida y Minoru Genda –arquitecto jefe del plan de ataque-, instaron al almirante Chuichi Nagumo a lanzar una tercera oleada que destruyera los depósitos de combustible y torpedos de Pearl Harbor, las instalaciones de mantenimiento y el dique seco.

Sin embargo, Nagumo decidió retirarse porque una tercera oleada habría necesitado un sustancial tiempo de preparación y respuesta, y quizá hubiera necesitado que algunos aparatos regresaran de noche.

En esa época sólo la Real Armada Británica había desarrollado técnicas para operar de noche con portaaviones, por lo que ello suponía un riesgo sustancial.

Las reservas de combustible de la fuerza japonesa de ataque no le permitían permanecer mucho más tiempo en las aguas del norte de Hawái, pues se hallaba en el límite de su apoyo logístico. Para lanzar un nuevo ataque, habría tenido que arriesgarse a agotar casi todas las reservas y quizá abandonar algunos destructores en el viaje de vuelta.

Nagumo también pensó que la segunda oleada había acabado ya con los objetivos más importantes de su misión –la neutralización de la Flota del Pacífico- y no quería correr el riesgo de sufrir mayores pérdidas.

Era práctica común de la marina japonesa conservar sus fuerzas antes que destruir totalmente al enemigo.

De acuerdo con el almirante estadounidense Chester Nimitz -que llegaría a ser comandante en jefe de la Flota del Pacífico diez días después del ataque-, “hubiera prolongado la guerra otros dos años”.

Los norteamericanos pudieron responder relativamente rápido a las actividades japonesas en el Pacífico por dejar intactos los depósitos de combustible, los astilleros y las instalaciones de mantenimiento de Pearl Harbor.

Pero, ¿cuáles fueron sus objetivos?

El ataque también fue llamado “Operación Hawái u Operación AI” por el Cuartel General Imperial japonés y “Operación Z” durante su planificación.

Persiguió varios objetivos de importancia:

  1. Intentar destruir importantes unidades navales norteamericanas para impedir la interferencia de su Flota del Pacífico en la conquista japonesa de las Indias Orientales Neerlandesas y Malasia.
  2. Ganar tiempo para que Japón consolidase su posición e incrementase su fuerza naval antes de que los norteamericanos aumentaran en un 70% el número de buques de su flota, de acuerdo a lo aprobado por el Acta Vinson-Walsh, y que así desapareciera cualquier opción de victoria nipona.
  3. Dar un golpe enorme a la moral norteamericana que disuadiera a los Estados Unidos a sentarse a la mesa de negociaciones y evitara emprender una larga guerra que se extendería por todo el océano Pacífico occidental y hasta el lejano Sureste asiático. Para maximizar este efecto moral se eligieron los acorazados como objetivos prioritarios, pues éstos eran entonces el orgullo de cualquier armada.

En términos de historia militar, el ataque a Pearl Harbor marcó el surgimiento del portaaviones como el centro del poder naval, reemplazando al acorazado. Sin embargo, fue después de las batallas del Mar del Coral (1942) y Midway (1942) cuando este adelanto se hizo patente para los poderes navales de todo el mundo.

Contexto histórico y geográfico

El Reino de Hawái firmó un tratado de reciprocidad en 1875 con Estados Unidos, completado por la convención del 6 de diciembre de 1884 y ratificado en 1887.

El 20 de enero de 1887 el senado de los Estados Unidos autorizó a su armada a alquilar Pearl Harbor como base naval. A cambio, los hawaianos obtuvieron el derecho exclusivo de exportar azúcar a los Estados Unidos sin tasas aduaneras.

La anexión de Hawái en 1898 fue producto del recuerdo de la Guerra hispano estadounidense –ese mismo año- y la necesidad de los Estados Unidos de mantener una presencia permanente en el océano Pacífico.

Pearl Harbor es un puerto natural en el interior de un lago de agua marina de la isla de Oahu, Hawái. Los nativos la llaman Puʻuloa “colina larga” o Wai Momi “agua de perlas”. Fue llamada así por la abundancia de perlas que una vez se encontró en sus aguas protegidas.

El ataque que despertó a un gigante

Antes del ataque al puerto hawaiano, la mayoría de los estadounidenses se manifestaba en contra del ingreso de su país a la Segunda Guerra Mundial.

Para el presidente Franklin Roosevelt, el ataque japonés fue la oportunidad que buscaba para ayudar a sus aliados, en especial, el Reino Unido.

El historiador británico Eric J. Hobsbawn escribió en su libro Historia del Siglo XX “…de no haber ocurrido el episodio de Pearl Harbor y la declaración de guerra de Hitler, es casi seguro que EE.UU. hubiera permanecido al margen de la Segunda Guerra Mundial”.

Los estadounidenses eran especialmente reacios al enfrentamiento bélico porque aún no se había borrado el recuerdo de la devastadora guerra civil (la cual, entre 1861 y 1865, terminó con la vida de 700 mil personas) y porque recién estaban saliendo de la Crisis de 1929.

Como dijo el jefe japonés, el almirante Isoroku Yamamoto, la ofensiva “despertó a un gigante dormido”.

Actualmente, Pearl Harbor sigue activa como base militar estadounidense del cuartel general de la Flota del Pacífico.

En la pantalla grande

Este trágico evento tuvo varias recreaciones en cine, una de ellas fue Pearl Harbor (2001), una cinta producida por Jerry Bruckheimer (Bad Boys) y Michael Bay (Transformers).

La parte final de la película relata la Incursión Doolittle, el primer ataque estadounidense a las islas japonesas en la Segunda Guerra Mundial.

Reconocer es avanzar

El primer ministro de Japón Shinzo Abe, visitó Pearl Harbor, junto al entonces presidente Barack Obama, el 26 de diciembre -y fue el primer mandatario nipón en hacerlo-, durante el aniversario número 75 del día en que la marina imperial arrasó con el puerto hawaiano.

Abe también se convirtió en el primer mandatario extranjero en visitar al expresidente Donald Trump.

Con información de: Pearl Harbor Historic Sites / Wikipedia / Clarin / History

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