Durante años, Adolf Hitler confesó no tener interés alguno por convertirse en padre, ni tener tiempo para formar una familia. Sin embargo, desde su suicidio en 1945, tras percatarse de su inminente derrota en la Segunda Guerra Mundial, los rumores sobre una presunta descendencia por parte del líder nazi comenzaron a ser cada vez más frecuentes. ¡Conoce la historia detrás de los supuestos descendientes de Adolf Hitler!
El origen de los rumores sobre los descendientes de Hitler
Nueve meses después del suicidio de líder del Partido Nacionalsocialista, fue publicada en la prensa internacional la segunda parte del testamento de Adolf Hitler. A pesar de que no se esperaba encontrar más que predicciones sobre una Alemania utópica bajo el régimen del Tercer Reich, los titulares señalaban la presunta existencia de un descendiente.
En 1946, los periódicos hacían referencia a una extraña y peculiar fotografía instantánea que había sido hallada junto con el testamento del líder alemán. En ella, aparecía nada más y nada menos que un niño de unos 12 años de edad.
De acuerdo con informaciones del diario ABC de España, un oficial del tercer ejército estadounidense estableció lo siguiente:
“Las facciones del niño son afiladas y tiene el pelo negro; tiene la misma expresión que tenía Hitler en sus momentos pensativos”.
Jean-Marie Loret, el más famoso de los presuntos descendientes
A partir de aquel momento, numerosos hombres y mujeres confesaron haber sido, supuestamente, engendrados por el dictador nazi. Bien haya sido por cierta reputación que el «Führer» había obtenido durante su gestión en el Tercer Reich, donde altos jerarcas del partido confirmaban que Hitler mantenía una vida sexual activa con todo tipo de mujeres, o por mero sensacionalismo, lo cierto es que Jean-Marie Loret, de origen francés, fue uno de los casos más célebres en relación a esta polémica.
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Hijo de Charlotte Lobjoie, una joven francesa con quien, presuntamente, Hitler habría mantenido una relación amorosa cuando todavía ostentaba el rango de soldado, en las cercanías de Fournes-en-Weppe, Jean-Marie, sin evidencia de ningún tipo, defendió hasta su muerte en 1985, que el «Führer» había sido su padre.
En lo que podría ser considerado una ironía de la vida, Lobjoie no deseó conservar a su hijo, por lo cual, lo abandonó con sus abuelos y se marchó a París. Al cabo de unos años, cuando Hitler comenzaba a forjarse como una figura pública dentro de la política, la joven buscó retomar el contacto con el pequeño.
Cuando fue lo suficientemente mayor, Jean-Marie se alistó en el bando de la Resistencia, y combatió en el ejército francés, en contra del régimen nacionalsocialista.
No obstante, esta teoría no llegó a ser comprobada, más que por los testimonios de mismísimo Loret, en 1970, y su madre. Por otro lado, Balthasar Brandmayer, uno de los más íntimos amigos de Hitler, pues sirvió junto a él en la Primera Guerra Mundial, declaró que Hitler le habría confesado en una ocasión:
“Me moriría de vergüenza si buscase relaciones con una francesa” – Adolf Hitler.
Asimismo, Brandmayer recordó haberle preguntado al líder nazi si alguna vez había estado enamorado de una chica, a lo que este respondió: “Nunca he tenido tiempo para una cosa así, y nunca me dedicaré a buscarla”.
Gisela Heuser, hija de una «auténtica valquiria»
Tras los Juegos Olímpicos de 1936, Adolf Hitler se empeñó a conocer a la atleta estrella, Ottilie «Tilly» Fleischer (1911-2005), con quien se presume mantuvo una controvertida relación. Según algunos autores, como el francés Jacques Robichon, la atleta, galardonada con oro en las pruebas de lanzamiento de jabalina, llegó a convertirse en amante del líder nazi.
No obstante, la deportista no tardó en quedar embarazada, y se vio en la circunstancia de contraer matrimonio con un odontólogo, miembro del Partido Nazi, de apellido Heuser.
En 1966, el diario Tribune de Genève -un periódico regional suizo- realizó un reportaje donde se señalaba que su primogénita, Gisela Heuser, era hija ilegítima de Adolf Hitler.
No obstante, tras la publicación del reportaje y de un libro llamado Adolph Hitler, mon père: Mémoires de Gisela Heuser, cuyo autor no fue la presunta hija sino su exmarido, Philippe Mervyn, Gisela logró desmentir los rumores, a pesar de que dicha obra sigue siendo objeto de controversia.
Erradicar el apellido Hitler
Con la finalidad de erradicar el apellido de uno de los personajes más brutales en la historia de la humanidad, la familia directa del líder nazi -descendientes de su hermano, Alois Hitler Jr.- tomaron la determinante decisión de no procrear ni formalizar una familia.
Durante una entrevista en 2001, los sobrinos-nietos del Führer le dieron a entender a un periodista que «la línea familiar de los Hitler acababa con ellos». A pesar de que ninguno de ellos conoció directamente al dictador nazi, sus vidas se vieron afectadas por un castigo solitario e inevitable.
“No firmaron un pacto, pero lo que hicieron fue hablar entre ellos, hablar sobre la carga que llevaban y decidieron que ninguno de ellos se casaría, ninguno de ellos tendría hijos. Y ese es un compromiso que han mantenido hasta el día de hoy” – David Gardner, periodista y autor del libro The Last of the Hitlers: The Story of Adolf Hitler’s British Nephew and the Amazing Pact to Make Sure His Genes Die Out (2001).
Alexander Stuart-Houston, sobrino-nieto de Adolf Hitler, quien actualmente reside en Long Island, Nueva York, señaló lo siguiente:
«No oculto mi procedencia familiar, pero no es algo de lo que me enorgullezca» – Alexander Stuart-Houston.
Con información de: ABC / El Mundo / El Español / Sports Reference / Foto: Shutterstock
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