“La única manera para que lleguemos a ser grandes o, si esto es posible, inimitables, es imitar a los antiguos” – Winckelmann. El neoclasicismo consistió en un movimiento cultural e intelectual que buscaba desplazar el longevo frenesí del arte barroco. ¡Conoce 5 características esenciales!
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Encuentra sus orígenes en los principios de la Ilustración, a mediados del siglo XVIII e inicios del siglo XIX
El neoclasicismo es una corriente artística que tuvo lugar entre 1760 y 1820, aproximadamente, y corresponde a la manifestación estética de los ideales propios al racionalismo y al pensamiento ilustrado, gestado por autores como Voltaire, Montesquieu y Rousseau.
Gracias a esto, fue acogido rápidamente en un gran número de países de América, como es el caso de Estados Unidos, que encontraba en los principios de esta corriente, las bases para sentar su independencia.
Se caracteriza por la claridad y la sencillez
El siglo XVIII, también conocido como «el siglo de las luces», contaba -como principal objetivo- con promover la investigación de la naturaleza y homenajear a los grandes poetas y filósofos del período clásico.
En este sentido, con la finalidad de desplazar el ornamento excesivo -conocido como «horror vacui»-, el abuso de la línea curva, los distintos puntos de fuga, y la desbordada pasión religiosa del período barroco, los artistas dedicados a este movimiento retornaron al orden, a la proporción de las formas, y a la simetría, como principales elementos de la composición pictórica.
Por medio del poco uso del color, la presencia de la luz clara, pincelada limpia y el trazo impecable, los artistas neoclásicos pretendían evocar el pragmatismo y la racionalidad que tanto profesaba el pensamiento ilustrado.
Predominan los temas históricos y mitológicos
La corriente neoclásica, fundamentalmente la pintura, se caracteriza por la apreciación de la temática histórica; desde la reciente Revolución Francesa, comprometida con valores como el culto a la razón y la secularización del Estado, hasta la mitológica, específicamente la romana, en vista de que en ella se inspiraban los valores de la incipiente revolución.
Su arquitectura rescata la idea de la funcionalidad y pragmatismo de los romanos
En contraposición al ostentoso ornamento barroco, las estructuras arquitectónicas del neoclasicismo se caracterizan por haber rescatado el pragmatismo y la funcionalidad propia de la época clásica. Edificaciones como museos, hospitales, palacios de gobierno, academias, entre otros espacios que sirvieran como contribución para la civilización y la calidad humana, comenzaban a erigirse bajo los valores modernos que inspiraba el racionalismo propio de esta corriente.
Las esculturas estaban realizadas, fundamentalmente, de mármol blanco
Esculpidas para evocar la sencillez y la pureza de sus personajes, la escultura neoclásica presentaba una indiscutible predilección por el mármol blanco. Entre sus temáticas, figuran escenas de la mitología grecorromana, incluso en mayor medida que en la pintura.
Entre los principales exponentes de la escultura neoclásica, figuran el italiano Antonio Canova (1757-1822), considerado el mejor escultor europeo desde Bernini, y el danés Bertel Thorvaldsen (1770-1844).
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Autor:
Gabriela Herrera
