Por Daniel Colombo | Humberto Maturana Romesín (Santiago, Chile, 14 de septiembre de 1928- y fallecido a los 92 años en la misma ciudad el 6 de mayo de 2021) fue un biólogo, filósofo y escritor chileno, Premio Nacional de Ciencias en 1994.
Activo hasta el último de sus días, nos lega una extensa obra y aportes sobre el sentido de la vida, nuestro ser, las conversaciones y su profundo interés por el alma humana y la educación.
Un aspecto relevante en sus reflexiones tiene que ver con el ser, hacer y la posición del observador, entendiendo esto como cualquier ser humano operando dentro de su sistema de lenguaje. Fue uno de los impulsores del lenguaje ontológico.
Como en toda obra de gigantes, siempre hay lugar para distintas interpretaciones, sobre todo por el inmenso y valioso aporte que ha realizado. Si bien muchos lo ligan como parte de los fundadores de una las tantas corrientes de coaching que existen en el mundo, la ontológica, es el propio Maturana quien en reiteradas ocasiones se encargó de desmentirlo, y afirma, contundentemente, que no tuvo nada que ver y que no adhiere a la misma de ninguna forma, y que su trabajo se centra en Matríztica, la organización que fundó sobre sus principios.
Su teoría sobre la vida, publicada desde principios de los años 70, tuvo impacto directo en áreas como la sociología, neurociencias, la tecnología, la literatura y la filosofía.
Algunos de sus libros: De máquinas y seres vivos: una teoría sobre la organización biológica (con Francisco Varela); Emociones y lenguaje en educación y política; El sentido de lo humano (con Sima Nisis de Rezepka); La realidad, ¿objetiva o construida? Vol. 1 Fundamentos biológicos de la realidad, y Vol. 2 Fundamentos biológicos del conocimiento; y los últimos junto a Ximena Dávila, entre ellos, Habitar humano en seis ensayos de biología-cultural, El árbol del vivir, Historia de nuestro vivir cotidiano y La revolución reflexiva.
25 reflexiones y conceptos de Humberto Maturana para ayudarnos a pensar y crecer
1. No es cierto que los seres humanos somos seres racionales por excelencia. Somos, como mamíferos, seres emocionales que usamos la razón para justificar u ocultar las emociones en las cuales se dan nuestras acciones.
2. La historia de la humanidad es una historia de conservar un modo de vivir guiado por las emociones en una continua ampliación del razonar para justificar o negar las emociones.
3. La felicidad no es estar en el jolgorio. Ni en que todas las cosas que uno hace le resulten bien. No es cierto eso. La mayor parte de las cosas que uno hace anda más o menos. Algunas resultan bien y otras mal. La infelicidad es el apego a que resulten bien. Como la mayor parte de las cosas que uno hace no resultan tan bien, cuando resultan bien uno se entusiasma, se ciega en la celebración y no ve los errores que comienzan a cometer. Así, uno anda por la vida de salto en salto, de la angustia a la felicidad y viceversa. Yo no ando así, por lo menos. Yo soy alegre justamente por eso.
4. Las enfermedades son diagnósticos, que especifican una mirada. Cuando uno trata algo como una enfermedad, ciega, sesga la mirada, entonces no ve algo. Y en este caso lo que uno no ve es que la persona que está con una adicción está atrapada en un modo de vivir del cual tiene salida, encontrando algo que necesita profundamente, que es el servir, tener presencia y respeto por sí mismo.
5. Se dice que el progreso tiene que ver con la competencia. No quiero desvalorizar a Darwin, pero es un hecho que cuando competimos, el autoengaño es pensar que mi bienestar radica en negar al otro.
6. Cuando hablo de amor no hablo de un sentimiento ni hablo de bondad o sugiriendo generosidad. Cuando hablo de amor hablo de un fenómeno biológico, hablo de la emoción que especifica el dominio de acciones en las cuales los sistemas vivientes coordinan sus acciones de un modo que trae como consecuencia la aceptación mutua, y sostengo que tal operación constituye los fenómenos sociales.
7. La ciencia es el dominio de las explicaciones y declaraciones científicas que los científicos generamos por medio de la aplicación del criterio de validación de explicaciones científicas. Como tal, los científicos abordamos la ciencia con la explicación y comprensión de la naturaleza o realidad como si estas fueran dominios objetivos de existencia independientes de lo que hacemos.
8. Maturana habló en varias de sus conferencias de agregar tres nuevos derechos humanos: «El derecho a equivocarse, el derecho a cambiar de opinión y el derecho a irse de donde uno está», porque «la coherencia del vivir depende de las experiencias que vayamos teniendo y eso provoca que podamos ir cambiando nuestro modo de pensar».
9. El sufrimiento del hombre no se debe a la falta de certidumbres, sino a la de confianza. Hemos perdido la confianza en el mundo, y como perdimos la confianza queremos control, y como queremos control queremos certidumbres, y como queremos certidumbres no reflexionamos.
10. Somos los únicos seres que vivimos en el lenguaje y esa no es para nada una actividad trivial.
11. Se dice que el progreso tiene que ver con la competencia. No quiero desvalorizar a Darwin, pero es un hecho que cuando competimos, el autoengaño es pensar que mi bienestar radica en negar al otro.
12. Lo peculiar en nosotros es que vivimos en el lenguaje, podemos reflexionar y elegir. Por eso, en el preciso momento en que el otro pasa a ser referente de lo que hago, me desvalorizo a mí mismo.
13. Nunca las guerras resuelven los conflictos humanos, porque no son de la razón sino de la emoción y se resuelven solamente en las mesas cuando hay conversación y respeto.
14. Sin aceptación y respeto por sí mismo uno no puede aceptar y respetar al otro, y sin aceptar al otro como un legítimo otro en la convivencia, no hay fenómeno social.
15. La posibilidad de innovar siempre está ahí si uno está dispuesto a reflexionar, a soltar las certidumbre de donde está parado y a preguntarse si quiere estar donde está.
16. Amar educa. Cuando decimos que amar educa, lo que decimos es que el amar como espacio que acogemos al otro, que lo dejamos aparecer, en el que escuchamos lo que dice sin negarlo desde un prejuicio, supuesto, o teoría, se va a transformar en la educación que nosotros queremos. Como una persona que reflexiona, pregunta, que es autónoma, que decide por sí misma. Si creamos un espacio que acoge, que escucha, en el cual decimos la verdad y contestamos las preguntas y nos damos tiempo para estar allí con el niño o niña, ese niño se transformará en una persona reflexiva, seria, responsable que va a escoger desde sí. El poder escoger lo que se hace, el poder escoger si uno quiere lo que escogió o no, ¿quiero hacer lo que digo que quiero hacer?, ¿me gusta estar donde estoy?”, son algunas de las preguntas que aparecen. Para que el amar eduque hay que amar y tener ternura. El amar es dejar aparecer. Darle espacio al otro para que tengan presencia nuestros niños, amigos y nuestros mayores.
17. En el conversar construimos nuestra realidad con el otro. No es una cosa abstracta. El conversar es un modo particular de vivir juntos en coordinaciones del hacer y el emocionar. Por eso el conversar es constructor de realidades. Al operar en el lenguaje cambia nuestra fisiología. Por eso nos podemos herir o acariciar con las palabras. En este espacio relacional uno puede vivir en la exigencia o en la armonía con los otros. O se vive en el bienestar estético de una convivencia armónica, o en el sufrimiento de la exigencia negadora continua.
18. Los seres vivos somos sistemas autopoiéticos moleculares, o sea, sistemas moleculares que nos producimos a nosotros mismos, y la realización de esa producción de sí mismo como sistemas moleculares constituye el vivir. (Nota de este compilador de sus frases: Maturana sostiene que todo ser vivo es un sistema cerrado en sí mismo que está continuamente creándose, y por lo tanto, reparándose, manteniéndose, modificándose a cada instante).
19. Lo fundamental en la educación es la conducta de los adultos. Los niños se transforman en la convivencia y va a depender de cómo se conduzcan los mayores con ellos, no solamente en el espacio relacional, material, sino en el espacio psíquico.
20. Sobre las empresas: Las personas generan todo lo que sucede en la empresa y lo fundamental es que estén haciendo lo que saben hacer de manera cuidadosa en el momento oportuno. Para que eso ocurra -explicó-, tenemos que escucharnos recíprocamente porque si no, resulta en incoherencias en lo que hacemos como comunidad empresarial.
21. Las personas somos el problema, el camino para resolverlo y la solución.
22. Toda discriminación se funda en una teoría que justifica el negar al otro.
23. Cualquier sistema escolar que se transforme en un ámbito dogmático es negativo, porque restringe la reflexión, lo pone a usted en un camino que no le entrega libertad y responsabilidad reflexiva.
24. Mi habilidad ahora es soltar lo que tengo para ver todo desde otra perspectiva. Cada vez que soltamos el sostener alguna verdad o creencia, aparece algo nuevo. Es una apertura de la mirada reflexiva. Dejar de saber para ponerse en la posibilidad de no saber, lo cual es un cambio.
25. El escuchar es fundamental en cualquier circunstancia relacional entre personas. Para eso se requiere una actitud sin prejuicios ni expectativas que nosotros llamamos `soltar las certidumbres`. Si uno está centrado en lo que uno sabe interfiere en la relación del escucharse recíprocamente, por eso hay que soltar la certidumbre para encontrarse con el otro sin supuestos ni expectativas ni prejuicios.
Gracias Maestro Humberto Maturana por tu obra y tu legado.
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