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'Una vida digna', por Fiores Florentino

‘Una vida digna’, por Fiores Florentino

“A veces se llora escribiendo, otras veces se vomita”.

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Cuando la realidad llega al colmo de lo absurdo, las náuseas con las que vives a diario por las cosas que te tienes que tragar, pasan a un nivel mayor y tienes que vomitar como método de supervivencia a la frustración. Hacerlo sobre el sistema, sobre todos aquellos que contratan entes pensantes para joderles la vida. Porque cuando haces una inversión mental y física a fin de conseguir mejores resultados en el trabajo pero terminas por tener que adaptarte a las iniciativas infuncionales de quien hace lo que le da la gana, porque sí, porque ellos son los que pagan. Te joden la vida.

Aunque varios han destacado por vencer la circularidad del tiempo, a este mundo llegamos con horizontes delimitados. Cuando naces en una familia pobre esa pobreza te acompaña por toda tu historia, incluso en las páginas que se escriben cuando ya has muerto. Buscas tu felicidad en aprender, en crear, en ser parte de la conquista de un propósito mayor y tu realización es estar ahí, saber que has dado lo mejor de ti y por lo menos conseguir una vida digna a través de ello.

Este es uno de los días en que me gustaría recordarle a quienes dirigen el sistema que una vida digna va más allá de lo que puedas comprar con lo que te pagan, que una vida digna tiene mucho qué ver con respeto. Una vida digna se consigue cuando tus opiniones son valoradas, que no quiere decir que siempre sean materializadas pero hasta las ideas descontinuadas requieren una explicación cuando de verdad interesa el crecimiento de los empleados y el de la empresa.

¡Tenemos que estar claros! Los lacayos somos responsables de entregar la vida, porque son nuestros mejores años los que dejamos en el proceso productivo de las empresas y de verdad encontramos la alegría y el propósito de nuestra vida en ello. Pero quienes dirigen el sistema tienen la responsabilidad de manejar nuestras habilidades de la mejor forma posible; por la empresa, por la sociedad y por su equipo. Por eso es que no todo el mundo debe ser jefe y lamentablemente se van haciendo comunes los casos de gente que tiene el título de manager y no pasa de ser un asesino de talentos.

“El propósito del líder es crear propósito en sus empleados”

Cada uno debe representar el papel que le corresponde, hacerlo con dignidad y tomando en cuenta la dignidad del otro. Si puedes romper la circularidad del tiempo e ir más allá de los límites con los que has llegado ¡Ve por ello! Si te tocó, como a mí, ser empleado ¡Tienes que ser el mejor! Pero si vas ser jefe ¡Debes sacar lo mejor de tu gente! Esto implica crear un ambiente que sea el caldo de cultivo donde sus talentos puedan crecer, donde no solo puedan comprar las cosas que requiere una vida digna, sino también sentir que tienen una. Cuando el empleado consigue estas cosas, el empresario se casa con el éxito!

Por Fiores Florentino @Fioresita | Foto: Oficina Shutterstock

 

Fiores Florentino es de una hermosa isla del caribe donde el verano nunca termina (República Dominicana), Master Executive en Administración y Dirección de Empresas que desde hace tres años trabaja como gerente de entrenamientos para firmas de ingeniería, coordinando cursos especializados en mantenimiento predictivo y preventivo en países de América Latina, el caribe y España. Escribir es su medicina y su bendición, compartiendo sus historias encuentra respuesta a sus dudas existenciales y ha conectado con personas maravillosas en el proceso. Estudiante eterna, participante recurrente en moocs y miembro del club de osados que todavía se atreve a creer en que un mejor mundo es posible y cada día trabaja para hacer realidad ese sueño.

 

 

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