Qué Ver con MaVi Gangi – En una entrevista exclusiva para Culturizando, tuve la oportunidad de conversar con Jarin Blaschke, el aclamado director de fotografía que ha trabajado codo a codo con Robert Eggers en películas como The Lighthouse y The Northman. Esta vez, Blaschke nos lleva al oscuro y romántico mundo de Nosferatu, la reinterpretación del clásico vampírico que promete ser una experiencia visual única.
Cuando le comenté que la película era a la vez grotesca y elegante, Jarin respondió con una sonrisa: “Eso es genial. Espero que esa sensación haya llegado a algunas personas. Gracias por decirlo”. Y es que, bajo el lente de Blaschke, esta nueva versión no solo revive al icónico vampiro, sino que lo envuelve en un aura romántica y visualmente deslumbrante.
La química creativa entre Jarin Blaschke y Robert Eggers
Uno de los aspectos más fascinantes del trabajo de Blaschke es su relación profesional con Eggers. Han colaborado en múltiples proyectos, desarrollando un lenguaje visual único que trasciende las palabras. Cuando le pregunté si había una especie de “telepatía” entre ellos después de tantos años trabajando juntos, Jarin confesó: “Puedo anticipar lo que le va a gustar y lo que no. Nuestros gustos se superponen tanto que puedo proponer ideas sabiendo si las aceptará o no”.
Esta conexión les permite experimentar sin miedo. Blaschke recordó cómo en The Northman se atrevieron a crear tomas complejas con bloqueos elaborados y movimientos de cámara ambiciosos: “Podemos empujarnos mutuamente para probar cosas locas”, dijo. Este nivel de confianza también se refleja en Nosferatu, donde cada decisión visual de este «viejo matrimonio» parece haber sido cuidadosamente orquestada para sumergir al espectador en un cuento gótico.

La dirección visual detrás de Nosferatu
Cuando le pregunté si había alguna directriz específica que Eggers le dio para Nosferatu, Blaschke respondió: “Solo que fuera romántica. Creo que eso ya es algo natural en mí; siempre habrá cierta formalidad porque así es nuestro lenguaje visual”. Esta idea del romance no solo se traduce en la narrativa, sino también en la estética: colores ricos, texturas profundas y un tono visual que evoca pinturas clásicas.
Blaschke explicó cómo el proceso de preproducción puede durar más de cinco meses, durante los cuales trabaja estrechamente con el equipo de diseño para garantizar que cada detalle sea históricamente preciso y visualmente impactante. “He movido chimeneas o escaleras si eso facilitaba el trabajo de cámara o ayudaba a contar mejor la historia”, comentó. Este nivel de meticulosidad es parte del sello distintivo del dúo Eggers-Blaschke.
El arte del color y las sombras
Uno de los aspectos más destacados del trabajo de Jarin Blaschke es su manejo del color y las sombras, elementos esenciales para capturar la atmósfera gótica de Nosferatu. “Me gusta un negro adecuado”, afirmó. “Quiero asegurarme de que haya un rango tonal rico, desde los negros profundos hasta los reflejos sutiles”. Esta atención al detalle garantiza que cada cuadro sea una obra maestra en sí misma, transportando al espectador a un mundo oscuro pero cautivador.
Además, mencionó cómo el proceso técnico detrás de la cinematografía puede afectar el resultado final: desde cómo se expone el negativo hasta cómo se procesa cada imagen. Para Blaschke, todo esto contribuye a crear una experiencia visual “rica y completa”.
Inspiraciones y referencias: construyendo mundos visuales
Cuando le pregunté sobre sus fuentes de inspiración al preparar una película, Jarin reveló que prefiere mantener su mente fresca y no saturarse con demasiadas referencias externas: “Rob llega con muchas referencias; algunas son esenciales, otras son solo clips para analizar ciertos aspectos como el bloqueo o las actuaciones”, explicó. Sin embargo, Blaschke prefiere aportar su propia visión y buscar constantemente nuevas formas de expresión visual.
Para él, lo importante es innovar: “Siempre tengo en mente qué no he visto antes y qué sería divertido hacer”. Este enfoque creativo garantiza que cada proyecto tenga su propia identidad visual.
Tres palabras para describir Nosferatu
Al final de nuestra conversación, le pedí a Jarin que describiera Nosferatu en solo tres palabras. Su respuesta fue tan precisa como poética: “Lujosa, romántica y transportadora”. Estas tres cualidades resumen perfectamente lo que podemos ver en esta nueva versión del clásico vampírico: una obra visualmente impresionante que combina lo grotesco con lo sublime y elegante.
Con esta nueva entrega dirigida por Robert Eggers y fotografiada por Jarin Blaschke, Nosferatu es desde ya un nuevo referente tanto del cine gótico y del arte cinematográfico contemporáneo. Sin duda, es una experiencia imperdible para los amantes del cine y los fanáticos del vampiro más icónico de todos los tiempos.
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