No solo Hollywood es experto en aterrorizarnos. Mucho antes de la existencia del cine, ya nuestros antepasados mataban el tiempo contando historias aterradoras, a la luz de la Luna. Nuestras tierras tienen una gran riqueza en folklore y leyendas escalofriantes, y en este nuevo episodio de Cosas Muy Importantes, te contamos tres de estas historias que han pasado de generación en generación, quitándonos el sueño y helándonos la sangre.
La Llorona
La protagonista de esta trágica historia es conocida en todo el continente latinoamericano como la Llorona. En cada país varía un poco la leyenda, pero en todas hay una razón muy sombría por la cual esta escalofriante mujer llora sin parar.
Cuenta la tradición oral que una mujer de los llanos venezolanos se enamoró perdidamente de un militar, con el cual tuvo un breve amorío; posteriormente, saldría embarazada de él, razón por lo cual el joven soldado la abandonaría.
La mujer, que no sabía qué hacer para calmar los constantes llantos de su bebé recién nacido, decidió ahogarlo en un río y cuando finalmente se dio cuenta de lo que había hecho, ya los lugareños se habían dado cuenta y la maldijeron por la eternidad. Ahora, la mujer vaga sin rumbo en los llanos mientras sus sonoros llantos invaden el ambiente que ella recorra.
Además de ser una leyenda popular en Venezuela, Colombia, Ecuador, Argentina, México, entre otros países latinoamericanos, la Llorona también es relevante en el folklore hispanohablante de Estados Unidos. Incluso, ha sido adaptada a la pantalla grande en varias ocasiones, siendo la más reciente The Curse of La Llorona en 2019.
La creencia popular dice que el motivo de su llanto es porque extraña a su hijo y se arrepiente de haberlo asesinado, por ende, sus víctimas son niños pequeños que se encuentran solos, ya que la mujer los raptaría para ocupar el lugar de su bebé. Se dice que sus gemidos de dolor son especialmente fuertes en la época de Semana Santa.
Leyendas de Venezuela: La Llorona
El Caleuche
El Caleuche es un buque fantasma que recorre los mares y aparece en el frío sur de Chile. Navega por las noches, aveces sobre la superficie… y otras bajo ella. Suele aparecer entre la niebla, navegando fantasmagóricamente. De su interior emana una extraña y alegre música, y en la cubierta se puede apreciar una gran fiesta. Con la misma velocidad con la que aparece, desaparece, borrado por la espesa niebla.
La leyenda cuenta que su tripulación es realmente aterradora. Conformada principalmente por brujos y cadáveres de náufragos, que son llevado a bordo por la Pincoya -una especie de sirena- quien los revive eternamente pero con una malformación, todos poseen una pierna que sale de sus espaldas.
El Caleuche tiene como misión transportar a los brujos en sus viajes, y atraer con su música a los pescadores y convertirlos en prisioneros y esclavos del barco, como eternos sirvientes de la maldita tripulación.
La leyenda del Caleuche se relaciona con muchos aspectos de la historia y de las creencias del Archipiélago de Chiloé, en el sur de Chile.
Es compleja, teniendo variaciones, que van desde lo relatado anteriormente, hasta una versión en que el Caleuche es una suerte de Rainbow Warrior fantasma, con el objetivo de conocer el estado en que se encuentran los seres que en ellos habitan; marcar los animales de nueva generación y protegerlos en su desarrollo.
La leyenda también cuenta que cada cierto tiempo, la tripulación del Caleuche, sale a tierra a divertirse, en casa de gente amiga o de algún individuo, a quien se le ha impuesto la obligación de festejarlos, con sus propios recursos, como castigo, por haber cometido un acto calificado por ellos, como delictuoso.
En definitiva, existen varias versiones que se complementan y/o que a veces difieren mayor o menormente en los detalles. Sin embargo, lo que todas señalan es que se trataría de una nave que puede aparecer o desparecer en medio de la noche, y que sería peligroso encontrarse con este mítico barco.
La teoría más aceptada señala que es un barco que recoge a los muertos y viven para siempre en él, rodeados de fiestas y celebraciones.
Entre las varias hipótesis que se han propuesto en el origen de la leyenda, se sugiere que puede ser una readaptación de la leyenda europea del barco fantasma conocido como El Holandés Errante.
También se ha sostenido que se basó en hechos reales, tales como la desaparición del barco holandés «El Calanche» o en las desapariciones misteriosas de expediciones españolas al Estrecho de Magallanes.
Otra posibilidad es que la leyenda tenga como fundamento la llegada al archipiélago de buques corsariosholandeses, entre ellos, el dirigido por Baltazar de Cordes, una expedición que en 1600 capturó la isla por un breve periodo.
Otra interpretación sostiene que originalmente fue solo una invención para ocultar operaciones de contrabando en el archipiélago de Chiloé.
El Silbón
Cuenta la leyenda venezolana que, un día el Silbón mandó a su padre a conseguir algún animal, ya que quería complacer su antojo de comer entrañas de ganado; pero, ya que su padre fracasó en el intento, el Silbón enfurecido asesinó a su padre y sacó sus entrañas para que su madre las cocinara; ella, al notar que no se ablandaban, se dio cuenta que algo extraño ocurría, y fue ahí que el Silbón confesó lo que le había hecho a su padre.
Su madre y su abuelo, horrorizados, incitaron a un perro a que lo atacase y posteriormente procedieron a echarle ají picante en sus heridas, razón por la cual, se dice que la única manera de espantarlo es con canes y con algunos ajíes.
La tradición oral comenta que tiene una estatura de entre 3 a 6 metros de alto, que viste un sombrero y que carga un saco de huesos. Una gran cantidad de personas de los llanos alegan haberlo visto en algún momento de su vida y se dice que sus víctimas suelen ser hombres, especialmente ebrios, que vuelven a casa después de una fiesta, y así el Silbón puede succionar el licor desde sus ombligos.
La razón de su nombre es simple: sabes que está cerca cuando escuchas una particular melodía que suele silbar mientras está merodeando. Por las noches, si más de una persona en una casa logra escucharlo, no pasará nada, pero si solo lo escuchas tú y nadie más, alguien morirá al día siguiente.
Cabe resaltar que, si escuchas al Silbón y a su melodía cerca de ti, es porque se encuentra lejos de donde estás. Sin embargo, si escuchas su silbido a lo lejos, deberías cuidarte, ya que significa que el Silbón está muy cerca acechándote…
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