Qué animal tan particular es el ser humano, capaz de arriesgar la vida por el prójimo en actos heroicos y por otro lado es capaz de realizar verdaderas atrocidades por los motivos más banales.
Si existe un infierno, Joseph Di Mambro y Luc Jouret, deben tener un puesto de honor en él.
Un poco de historia
Joseph Di Mambro nació en Francia en 1924. Relojero y joyero de profesión que compartía con un interés hacia lo oculto, que lo llevó a pertenecer a varios cultos, hasta que en 1973 decide formar el suyo propio, el “Centro para la Preparación de la Nueva Era”.
Esta secta fundó una comuna en la frontera Franco-Suiza, en donde Di Mambro comenzó a recibir dinero de sus seguidores, bajo el pretexto de que él era la reencarnación de cuánto personaje histórico y bíblico le sirviera para la ocasión.
Debido a que gran parte de sus seguidores pertenecía a la clase alta, las ganancias de la secta empezaron a crecer, lo que permitió la adquisición de una mansión en Ginebra, Suiza para la creación del cuartel general de la rebautizada “Fundación de la Vía Dorada”, que más tarde en 1984 se conocería como la “Orden Del Templo Del Sol”.
Por otra parte Luc Jouret, era un médico obstetra belga, nacido en el Congo belga, que comenzó a trabajar incansablemente para la Orden. Gracias a su increíble carisma se convirtió en guía y profeta de la secta, multiplicando el número de seguidores de la misma.
Para fines de la década de los ochenta, la orden tenía entre 450 y 600 seguidores, regados en Francia, Suiza, Canadá, España y Estados Unidos.
Para ese entonces Di Mambro y Jouret, habían logrado recaudar entre sus seguidores una cantidad de casi 93 millones de dólares… nada mal para solo 5 años de “trabajo”.
Creencias, organización, y funcionamiento de la Orden
Las creencias básicas de la Orden eran:
1) El establecimiento de las nociones correctas de la autoridad y poder en el mundo.
2) La afirmación de que lo espiritual está por encima de lo material (para los seguidores no para ellos).
3) Asistir a la humanidad en una gran “transición”.
4) La preparación de la segunda venida de Cristo como el «Dios-Rey Solar»
5) La unificación de todas la iglesias cristianas y el Islam.
Las actividades diarias de los templos de la orden eran un batido de cristianismo protestante, creencias new age con rituales masones. Eso sí, el Templo era un club exclusivo, ya que Jouret tuvo la acertada idea de reclutar solo a miembros con una buena posición social.
Cada uno de los miembros era iniciado con una complicada serie de ceremonias -con sus respectivos trajes-, al ir subiendo de rango dentro de la secta los miembros debían pagar una serie de “tarifas de iniciación” que incluían joyas, trajes y gastos administrativos.
Otra cosa importante es que solo Di Mambro podía autorizar a las parejas de la orden para tener hijos, ya que podían poner en peligro a su hija como la “elegida”.
Los asesinatos y los suicidios masivos
Durante el resto de los años 80 la secta fue creciendo en seguidores, pero al mismo tiempo comenzó a tener problemas internos con sus “feligreses” mas antiguos.
En paralelo, la Orden fue sujeta a investigación por parte de las autoridades, debido a una supuesta conexión con una organización dedicada a los crímenes políticos.
Las investigaciones del FBI con respecto a la masacre de Waco, Texas y la mala publicidad hacia los cultos ocasionada por este terrible hecho, hicieron que muchos miembros pidieran la baja de la orden.
Todo esto llevo a Di Mambro a predicarle a sus seguidores, que el fin del mundo se acercaba, y que debían recluirse en la “Arcas de seguridad”, para que toda la energía negativa del mundo los ayudara en su paso al ‘más allá’.
En octubre 1994, en un Chalet propiedad de Di Mambro ubicado en Morin Heights, Quebec, un infante de sólo tres meses de edad es asesinado de 6 puñaladas con una estaca de madera.
Sus padres Tony y Nicky Dutoit, ex miembros de alta jerarquía de la secta también fueron encontrados apuñalados en el mencionado chalet.
La investigación arrojó que la familia había sido asesinada por órdenes de Di Mambro, por haber dejado la Orden y tenido un hijo sin permiso de éste.
Días después, el mismo Di Mambro llevó a cabo junto 12 de sus seguidores, una “Ultima Cena” ritual.
El hallazgo
Algunos días después en Cheiry, una aldea ubicada en el oeste de Suiza, los bomberos acudieron a apagar un fuego en una granja cercana, al entrar a la casa, los bomberos encontraron a una un hombre muerto acostado en la cama con una bolsa en la cabeza.
Al investigar con más detenimiento, se dieron cuenta que el hombre había sido asesinado de un tiro en la cabeza, al revisar la casa encontraron varios dispositivos incendiarios.
Al entrar a lo que parecía el garaje, se encontraron con un pasillo de entrada, con muchas pertenencias regadas pero sin nadie a la vista, al revisarlo bien hallaron una pared movible y se llevaron una sorpresa digna de una película de David Fincher o Kubrick: Allí había un centro de ceremonias, con su altar y totalmente tapizado de rojo, en el centro encontraron un grupo de 18 personas muertas formando un circulo, entre ellos Di Mambro y Jouret.
De los 18, 10 habían sido “asesinados” de un tiro en la cabeza, los otros se habían envenenado a sí mismos.
A 180 Km de allí, en la aldea Granges-sur-Salvan, otro fuego llevó a los bomberos a otros tres chalets. Al entrar encontraron 25 cuerpos carbonizados, entre ellos tres adolescentes y cuatro niños, asesinados de un varios disparos.
Las investigaciones arrojaron que los cuatro chalets, así como las víctimas pertenecían a la Orden.
El 15 de diciembre de 1995, 16 personas, entre ellos tres niños, fueron encontrados carbonizados y con heridas de bala en lo que se le conoce desde entonces como el pozo del infierno en Grenoble, Francia. 14 de ellos formaban una estrella, y algunos presentaban señales de agresión. Los otros dos se presumen eran los tiradores. También pertenecían a la Orden.
El 22 de mazo de 1997, cinco miembros de la Orden se quitaron la vida en Casimir, Quebec, iniciaron un fuego en la casa, tomaron unos tranquilizantes y se pusieron en forma de cruz a ‘esperar pasar a otro planeta’.
Tres jóvenes de 13, 14 y 16 años, hijos de una de la parejas que murieron, lograron escapar al fuego y se les encontró no lejos de la casa en llamas, bajo los efectos de los tranquilizantes.
Y por último en 1998, la policía previno que una psicóloga de origen Alemán, realizara otro suicidio colectivo en Tenerife.
Hasta el sol de hoy, se dice que la Orden del Templo Solar permanece activa.
Espera pronto una nueva entrega con otro de los @HorroresHumanos, que nunca deben ser olvidados, para así jamás ser repetidos.
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