No es ningún misterio que cientos de estrellas de todos los países adoptan otros nombres, la mayoría de las veces, por razones comerciales. Lo sorprendente es que muchos de ellos lo han sabido ocultar muy bien durante años.
¿Quién es Demetria Gene Guynes? Pues ni más ni menos que la mismísima Demi Moore. La actriz decidió acortar su nombre y borrar para siempre en su faceta pública el apellido de su padrastro Danny, que durante años maltrató a su madre y acabó suicidándose. En 1979 se casó con Freddy Moore y, aunque se divorció en 1985, ha conservado hasta hoy el apellido que heredó de él.
Reginald Kenneth Dwight siempre se avergonzó de su nombre. Inspirado por dos amigos, el cantante Long John y el saxofonista Elton Dean, se dio a conocer como Elton John. Según ha comentado en varias entrevistas, estaba convencido de que jamás triunfaría en el mundo de la música con su verdadera identidad.
A veces lo de cambiarse de nombre es cosa de familia. Ramón Antonio Gerardo Estévez, hijo de padre gallego y madre irlandesa, eligió llamarse Martin Sheen como homenaje al arzobispo de Nueva York Fulton J. Sheen. Su hijo Carlos Irwin siguió sus pasos en la interpretación y, también, adoptó el apellido Sheen, figurando durante años en los créditos de ‘Dos hombres y medio’, la serie de la que recientemente ha sido despedido por sus problemas con el alcohol y las drogas, como Charlie Sheen.
Las nuevas generaciones también saben la importancia de elegir un buen nombre artístico. Miley Cyrus fue bautizada como Destiny Hope (Destino Esperanza), dado que sus padres pensaban, acertadamente, que se convertiría en su talismán. No obstante, la cantante prefirió saltar a la fama como Miley, una contracción de su apodo de niña: Smiley (Sonriente).
Otra jovenzuela muy popular es Stefani Joanne Angelina Germanotta. Este trabalenguas que le tocó al nacer lo cambió rápidamente cuando dio sus primeros pasos en los locales neoyorquinos más conocidos. Su nombre surgió cuando en un buscador tecleó la canción de Roger Taylor, baterista de Queen, ‘Radio Gaga’. El autocorrector de texto tuvo la culpa de que ahora todo el mundo coree en los conciertos lo siguiente: «¡Viva Lady Gaga!».
Una de las mayores rivales en lo profesional de Gaga es Katy Perry. La intérprete de ‘California Gurls’ enterró para siempre a Katheryn Elizabeth Hudson para que todo el mundo olvidara que era la autora del álbum ‘Katy Hudson’, que grabó a los diecisiete años y que estaba producido por un sello independiente cristiano.
El actor Albert Brooks, nominado al Oscar en 1987 por ‘Al filo de la noticia’, decidió adoptar un apellido artístico, dado que se llamaba igual que el científico más importante del siglo XX, ¡Albert Einstein! Eso sí, entre ambos no hay parentesco.
Otros personajes con nombres falsos son Pink (Alecia Beth Moore), Ben Kingsley (Krishna Bhanji), Flo Rida (Tramar Dillard), Whoopi Goldberg (Caryn Johnson), Eminem (Marshall Mathers), Snoop Dogg (Calvin Broadus), Michael Keaton (Michael Douglas), Elvis Costello (Declan Patrick MacManus) o Shakira (Isabel Mebarak Ripoll).
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