John Forbes Nash (1928-2015) fue un matemático estadounidense que recibió el Premio Nobel de Economía en 1994 por sus aportes a la teoría de juegos y los procesos de negociación y el Premio Abel de la Academia Noruega de Ciencias y Letras (considerado el Nobel de las matemáticas) en el 2015 por, entre otras cosas, sus aportaciones sobre ecuaciones no lineales en derivadas parciales.
Desde pequeño mostró interés por las matemáticas y la química. Tras ganar una beca en el concurso George Westinghouse, se matricularía en ingeniería química en la actual Universidad Carnegie Mellon. Gracias a su profesor que vio su talento innato para las matemáticas, Nash aceptaría una beca de la Universidad de Princeton para el doctorado en matemáticas. Su carta de recomendación decía solo: “Este hombre es un genio”.
Con 30 años fue diagnosticado de esquizofrenia paranoica, una enfermedad que le acompañaría durante toda su vida. En su cabeza buscaba las claves secretas para poder desactivar una conspiración mundial que creía haber descubierto; para ello, escribía sin parar ecuaciones interminables e irresolubles por todas partes con breves periodos de lucidez. Su familia y sus amigos ayudaron a que, poco a poco, su vínculo con la realidad se fuese fortaleciendo en detrimento de sus delirios.
Sus teorías han influido en las negociaciones comerciales globales, en los avances de la biología evolutiva y en las relaciones laborales nacionales. La película A Beautiful Mind “Una mente maravillosa” (2001) está basada en su vida y aunque con licencias y errores, el propio Nash reconoció que “lo positivo fue que supo llamar la atención en todo el mundo sobre la esquizofrenia”.
John Nash falleció junto a su esposa el 23 de mayo de 2015 a causa de un accidente mortal de tráfico. Hoy lo recordamos con algunas de sus mejores frases.
Frases de John Forbes Nash
“Las clases opacan la mente… le quitan el potencial creativo al estudiante”.
“No, no creo en la suerte, pero sí en asignar valor a las cosas”.
“Yo no diría que exista una relación entre las matemáticas y la esquizofrenia”.
“Siempre he creído en los números. En las ecuaciones y la lógica que llevan a la razón. Pero, después de una vida de búsqueda me digo, ¿Qué es la lógica? ¿Quién decide la razón?”
“Lo que distingue lo real de lo irreal está en el corazón”.
“Caballeros, debo recordarles que, mis probabilidades de éxito, aumentan en cada nuevo intento…”
“He buscado a través de lo físico, lo metafísico, lo delirante, … y vuelta a empezar. Y he hecho el descubrimiento más importante de mi carrera, el más importante de mi vida. Sólo en las misteriosas ecuaciones del amor puede encontrarse alguna lógica”.
“Gradualmente, comencé a rechazar intelectualmente algunas de las delirantes líneas de pensamiento que habían sido características de mi orientación. Esto comenzó, de forma más clara, con el rechazo del pensamiento orientado políticamente como una pérdida inútil de esfuerzo intelectual”.
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