El fenómeno de la eyaculación femenina es un territorio relativamente moderno; sin embargo, y a pesar de que esto está cambiando, el ‘squirt’ aún sigue siendo novedoso como objeto de estudio.
Aunque la idea de una mujer con una eyaculación ha sido comúnmente abordada como algo extraño o imposible, lo cierto es que la eyaculación femenina, conocida también como squirt, existe y se ha hecho cada vez más pública gracias al Internet; el espacio virtual en el que convergen millones de websites dedicados al instinto más primitivo de la humanidad: el placer sexual.
La red ha contribuido sacar el tema a la luz, rompiendo el tabú y erigiendo a la eyaculación femenina como un nuevo territorio a explorar.
¿Cómo fue su descubrimiento científico?
En el año 2015 un equipo de investigadores del Hôpital privé de Parly II, en la comuna francesa Le Chesnay, profundizó en esta consecuencia del orgasmo femenino que tanta polémica despierta.
Para la investigación, los científicos realizaron un experimento con siete mujeres capaces de hacer squirt a voluntad. El equipo pidió a las participantes una muestra de orina, y posteriormente se realizó una ecografía de sus vejigas para asegurar que no hubiera restos de micción.
A continuación, se pidió a las mujeres que se masturbaran; justo antes de que llegaran al clímax, se realizó una nueva ecografía y, posteriormente, se tomaron muestras del fluido expulsado seguidas de un nuevo ultrasonido.
Los resultados obtenidos revelaron que a pesar de haber orinado antes, las vejigas de todas las mujeres se habían llenado por completo y, en el último ultrasonido, aparecían vacías. Los análisis confirmaron que el líquido expulsado presentaba químicos que se encuentran en la orina y, además, contenía (PSA), algo que no se había detectado en las muestras iniciales.
Según el estudio, que se publicó en la revista The Journal of Sexual Medicine, toda persona con genitales femeninos tiene la capacidad biológica de hacer squirt, pero no todas son capaces de conseguirlo.
Consejos básicos para lograr conseguir el squirt
Busca un lugar cómodo y dile adiós a toda la tensión en tu cuerpo; no te enfoques en querer eyacular, disfruta las sensaciones que tu cuerpo te brinda. Una vez relajada, es momento de empezar a estimular el clítoris suavemente: mueve tus dedos sobre el monte de Venus de forma circular, combina las velocidades y haz un poco de presión; tu cuerpo te irá guiando.
El siguiente paso es la estimulación del punto G que, aunque no es el único camino para conseguir el squirt, es posiblemente el más efectivo siempre que se continúe con la excitación del clítoris.
Si ya lograste conseguirlo alguna vez, puedes incluir la utilización de juguetes sexuales de distintos estilos; sin embargo, para saber cuáles eran los más apropiados hemos consultado a la tienda erótica Diversual y nos ha dicho que, sin lugar a dudas, las mejores opciones son los juguetes como el Satisfyer Pro, para el clítoris, y el Satisfyer Pro Punto G, con el que lograrás una intensa estimulación de la zona G y del clítoris simultáneamente.
Si es la primera vez que estás ahondando en este mundo, lo más recomendable es que te decantes por la estimulación manual; deberás usar tus dedos corazón y anular para estimular la zona con movimientos circulares, aumentando la velocidad mientras rozas el clítoris, lo que logrará que las glándulas Skene produzcan el líquido eyaculatorio.
Conforme aumentes la velocidad de la estimulación, la excitación y la lubricación irán creciendo; allí debes empezar a contraer tus músculos. Si sientes ganas de orinar no te preocupes, es algo totalmente normal que, de hecho, indicará que el momento del squirt ha llegado.
Con información de: Diversual / Muy Interesante / Chispa TV / Europa FM / Soho | Foto: Shutterstock
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