La historia de Diana Trujillo es una de esas que no se creen… Una joven oriunda de Cali que luchó por su pasión y pasó de llegar a un país nuevo con contados recursos, a ser una de las principales ingenieras en la misión Mars 2020. ¡Conoce su historia!
Sin hablar un inglés fluido con solo 300 dólares en el bolsillo, una joven caleña de tan solo 17 años tenía una sola misión, salir adelante. Diana Trujillo tiene una historia para conmemorar, de esas que vemos en una película y no creemos: una joven que llegaba a un nuevo país sola, con el objetivo de establecerse, aprender un nuevo idioma y luchar por ayudar a su mamá terminaría liderando una de las más importantes misiones en la historia de la NASA.
Esta ingeniera aeroespacial fue la directora del aterrizaje del robot conocido como Perseverance en el planeta rojo el 18 de febrero de 2021, el robot explorador más avanzado enviado al espacio, y que tiene la misión de buscar vida y enviar imágenes de la superficie marciana.
Trujillo como líder del equipo de ingeniería del brazo robótico del Perseverance, se encargó de dirigir a 15 personas para el desarrollo de instrumentos claves para la misión; además, fue partícipe en el diseño de dos instrumentos del explorador de la agencia americana los cuales son PIXL y SHERLOC, siendo así una pieza importante para conseguir el propósito de Marte 2020, cuya misión es confirmar la existencia de vida microbiana en la superficie del planeta rojo.
Pero ¿cómo se convertiría una joven colombiana recién llegada a los Estados Unidos en una importante ingeniera de la NASA?
Inicio en Colombia y emigración a Estados Unidos
Con inicios en la llamada década del miedo en los años 80 en Colombia, Diana creció mirando las estrellas como un símbolo de paz y armonía, algo que generaría en la joven caleña una incertidumbre: ¿cómo coexistían las estrellas y los planetas sin que exista caos? Tomando la decisión de irse de su natal Colombia hacia los Estados Unidos a la corta edad de 17 años, luego graduarse de bachillerato, según cuenta ella misma, llegaba con solo 300 dólares en su bolsillo, totalmente sola.
Su principal objetivo siempre fue aprender el idioma con el fin de establecerse y en un punto estudiar una carrera universitaria que la acercara a lo que tanto le gustaba, la idea de aprender y explorar en paz. Llegó a tener cuatro trabajos, donde incluso limpiar casas era una opción, todo era una oportunidad para ella en su misión por obtener el capital para financiarse sus estudios.
Lo cierto es que la travesía no fue nada fácil: pese a que luchaba a todo momento, su sueño no parecía sino exactamente un simple sueño. Luego de tres años de darlo todo trabajando para pagarse los cursos con los que aprendía inglés decidió dar el paso, inscribirse en la universidad de Florida, pero… ¿En qué carrera? Pese a que para ella acercarse a la NASA siempre fue un objetivo, nunca lo vio como una meta clara, hasta que llegaría un día que ella ha descrito como una revelación…
En una revista de astronautas ante sus ojos resaltaría el papel que han realizado en la NASA diferentes mujeres durante los años, para así darse cuenta de que si algo tenían en común estas mujeres con ella, era su talento en los números, lo que la llevaría por fin a matricularse a los 21 años en ingeniería aeroespacial.
Diana Trujillo: de inmigrante a ingeniera aeroespacial
Con estudios en ciencias del espacio en la Universidad de Florida la vida estudiantil de esta joven comenzaría como tal, quizás un poco tarde si la comparamos con el promedio de edad en la que se inician los estudios universitarios en la nación americana, pero sin perder la esperanza. Mientras que la mayoría de los jóvenes en Estados Unidos se gradúan entre los 21 y 23 años, Diana lo haría a unos 26 años, algo que pese a deprimirla un poco, no logró frenarla en su cometido que era llegar a las estrellas y alcanzar ese sueño que desde chica buscaba… iniciando así de esta forma un camino que no concluiría ahí .
Trujillo en el año 2007 se convirtió en la primera mujer latinoamericana admitida por la academia espacial de la NASA, donde comenzó su trabajo en diferentes subsidiarias de la entidad americana. Trabajó con un programa que se encargaba de llevar cargamento a una estación espacial antes de dar el gran salto: la misión Curiosity, el robot que exploraría Marte.
Con información de CNN |El Tiempo |BBC |Semana
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