El alcohol, en sus diferentes presentaciones, es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo; sin embargo, el consumo excesivo está presente en todas partes. Conoce qué le sucede al cuerpo humano en esta situación.
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La conocida resaca del día siguiente es síntoma de que la cantidad de alcohol consumido fue mayor a la que tu cuerpo puede procesar. En un principio, el consumo de bebidas de este tipo hace que el cuerpo libere hormonas asociadas con el estado de felicidad, como endorfinas y dopamina; no obstante, si se prolonga el consumo, el cerebro reduce su actividad y; el ritmo cardíaco junto con la respiración, afecta su normal funcionamiento.
¿Qué provoca el vómito?
El compuesto químico etanol es lo que se produce como descomposición cuando ingerimos alcohol. Luego de un consumo que va un poco por encima de lo moderado, el etanol en la sangre aumenta. A partir de esto el área postrema, la encargada en el cerebro de analizar la sangre en busca de sustancias ajenas, detecta que el nivel de etanol aumenta.
Una vez que el área postrema detecta que los niveles de etanol son mayores a los permitidos, da órdenes al estómago para que comience con movimientos de contracción que luego producirán el vómito. Una vez que este proceso haya comenzado no es posible detenerlo, ya que el cerebro seguirá dando instrucciones al estómago para que se deshaga del exceso de etanol.
La resaca
La única manera de superar los efectos ocasionados por el alcohol es dejar de ingerirlo; asimismo, si ya el cuerpo reaccionó ante el elevado consumo, lo único que se puede hacer es esperar a que se recupere poco a poco.
La razón exacta por la que ocurre la resaca todavía no se conoce; sin embargo, la hipótesis más aceptada es que está relacionada al etanol. De igual manera, se considera que los congéneres también influyen en el malestar general de la resaca. Los congéneres son una serie de sustancias residuales que se producen simultáneamente en el proceso de fabricación del alcohol. Entre ellas podemos encontrar compuestos químicos como el metanol, la histamina, el acetaldehído y algunos polifenoles. Estas sustancias pueden funcionar como vasoconstrictores, es decir, pueden contraer los vasos sanguíneos y así afectar el tejido el cerebral; por esto en la resaca se puede experimentar un dolor de cabeza fuerte y prolongado.
Los congéneres están presentes de mayor manera en bebidas alcohólicas más oscuras, como el vino tinto, el ron, el whisky, etc.
Con información de BBC / Mapfre / Imagen: Shutterstock
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Autor:
Ricardo García M
