El corazón es el motor que bombea la sangre a los demás órganos del cuerpo. Para realizar esta acción sus fibras han de contraerse al unísono. Existen un grupo de células que se encuentran en la aurícula derecha y son las encargadas de envían los impulsos eléctricos a las fibras musculares que hacen que el sistema circulatorio se dé efectivamente.
Cuando aparece una lesión en cualquier parte de este proceso, se altera el ritmo de los latidos cardíacos, lo que puede provocar diferentes trastornos en el corazón. Uno de ellos es la taquicardia.
Lo normal es que el ritmo cardiaco varíe entre 60 y100 lpm (latidos por minuto) en estado de reposo, cuando se sobrepasa esta cifra, se considera taquicardia, es decir, una aceleración excesiva de los latidos del corazón.
Esta puede ser fisiológica, que se da cuando se realiza un esfuerzo muy grande, una actividad física intensa o se presentan emociones muy fuertes; o patológica que generalmente acompaña a procesos como la anemia, el shock, fibrilación articular, el insomnio, depresión, etc.
Este episodio no llega solo, sino que también se presentan problemas para respirar, mareos, debilidad, vértigo, temblor en el pecho y/o desmayos.
¿Por qué nos da taquicardia?
Entre las causas que generan este trastorno se encuentran: la hipertensión, enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca (bombeo deficiente del corazón), tumores, infecciones, abuso de drogas, alcohol, tabaco, cafeína, algunas enfermedades pulmonares, anomalías congénitas, efectos secundarios de ciertas medicinas, hipertiroidismo, y otras.
¿Cómo la evitamos?
Lo principal es reducir la ingesta de sustancias, hacer ejercicios, modificar el estilo de vida a uno más saludable, una dieta balanceada baja en grasa que sea rica en frutas, verduras y granos enteros, y mantener los niveles de colesterol y el peso bajos.
Los remedios naturales como la valeriana ayudan a relajar el cuerpo y la mente. El té también sirve para disminuir la frecuencia en la que se dan estas crisis.
La mejor forma de prevenir o tratarla es acudiendo a un especialista para que realice un electrocardiograma y defina cómo debe manejarse, además de saber si viene dada por factores externos o es una complicación de otra enfermedad.
En el primero de los casos, si se está en una crisis, lo más favorable es guardar la calma e intentar controlar la respiración, así se normaliza poco a poco el ritmo cardiaco.
En el segundo, como se mencionó es indispensable la visita al médico porque de ser grave, puede causar desmayos cada vez más frecuentes, se pueden generar coágulos de sangre que terminen en derrames cerebrales o ataques al corazón y otras complicaciones.
Pialet Narváez | Culturizando.com
Con información de: dmedicina.com / medtronic.com / salud.ccm.net / Wikipedia | Foto: Dolor en el pecho / Shutterstock
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