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¿Por qué tenemos una visión parcial de las cosas?: Sesgos y recortes mentales que distorsionan la realidad tal cual es

¿Por qué tenemos una visión parcial de las cosas?: Sesgos y recortes mentales que distorsionan la realidad tal cual es

Por Daniel Colombo / Nuestra mente tiene la capacidad de procesar una gran cantidad de información proveniente del entorno que nos rodea. Sin embargo, debido a las limitaciones cognitivas y neurales, no podemos procesar y retener toda esa información de manera simultánea. Por lo tanto, nuestra mente tiende a «recortar» la realidad y seleccionar ciertos aspectos o partes para darles significado y comprender lo que estamos experimentando.

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Muchas veces este proceso se hace conscientemente, aunque en general es un efecto inconsciente, basado en la historia de vida, suposiciones, interpretaciones, falta de datos para sacar conclusiones, o la toma rápida de decisiones.

Los motivos pueden ser muchos y atendibles, como dejar de sufrir, querer tener la razón en algo, apoderarse de sólo un segmento de la realidad para justificar creencias y paradigmas que están en tu mente, y hasta hacer más fácil el proceso del pensamiento; es decir, más digerible.

Así como un meme que se viraliza en las redes sociales es un recorte de un fragmento ínfimo de una foto más amplia, luego modificada por las interpretaciones, reinterpretaciones y desviaciones de cada persona detrás del meme, lo mismo hacemos los humanos: tomamos porciones de la realidad, le agregamos el condimento de la subjetividad, y a la mayoría le resulta muy dificultoso abstraerse para llegar a cierta objetividad en la percepción.

Otro ejemplo es cuando vemos una noticia en vivo a través de la televisión o Internet: lo que se muestra es un recorte de la realidad, filtrado por la lente de esa cámara, que, a su vez, está filtrada por el ojo de cada camarógrafo, y a su vez, está elegida por alguien más que elige qué toma mostrar y desde que ángulo.

Es similar a cuando leemos una crónica periodística, que estará contada desde la perspectiva de quien la observa o escribe, aunque no necesariamente represente la versión cruda y completa; o una narrativa de un político, una empresa, o yo mismo, comentándote este tema en el presente artículo: siempre hay una mirada, una posición, un lugar desde el que observamos. 

Factores que influyen en el recorte de la realidad

Existen varios factores que influyen en este proceso de selección y recorte de la realidad. Como una mínima aproximación, revisaremos algunos de los más frecuentes:

Los sesgos cognitivos:

Los sesgos cognitivos son una función de nuestra mente, que consiste en patrones sistemáticos de desviaciones en nuestro pensamiento que pueden afectar nuestra percepción, juicio y toma de decisiones. A modo de ejemplo, aquí mencionaré algunos de los más comunes, que generan distorsiones de la realidad:

  • Sesgo de confirmación: Tendemos a buscar, interpretar y recordar la información de una manera que confirme nuestras creencias o expectativas preexistentes, ignorando o descartando información que contradiga esas creencias.
  • Sesgo de disponibilidad: Damos más peso a la información o ejemplos que vienen a nuestra mente de forma fácil y rápida. La información más fácilmente recordada tiende a ser considerada más relevante, aunque no siempre sea así.
  • Sesgo de anclaje: Nuestra toma de decisiones puede ser influenciada por un punto de referencia inicial (ancla) al cual nos aferramos, por ejemplo, una ideología, el fanatismo o una orden que aceptamos sin cuestionarla. Luego, ajustamos nuestras decisiones a partir de ese punto de referencia, aunque no sea necesariamente relevante o preciso.
  • Sesgo de representatividad: Tendemos a hacer juicios o inferencias basados en la similitud de un objeto, evento o persona con un estereotipo o prototipo en nuestra mente, sin tener en cuenta la probabilidad o las estadísticas.
  • Sesgo de confirmación retrospectiva: Después de conocer un resultado, tendemos a creer que era inevitable o que lo predijimos correctamente.
  • Sesgo de sobrestimación de la causalidad: Tenemos la tendencia a percibir una relación causal entre dos eventos simplemente porque ocurren en secuencia, incluso cuando no hay una conexión real entre ellos.
  • Sesgo de autoridad: Damos más credibilidad o valor a las opiniones o decisiones de figuras de autoridad e incluso, celebridades, sin cuestionar o evaluar críticamente la información que nos brindan.
  • Sesgo de sesgo de grupo: Tendemos a favorecer o mostrar preferencia hacia las personas que pertenecen a nuestra “tribu”, mientras que desconfiamos o mostramos prejuicio hacia aquellos que son diferentes.
  • Sesgo de egocentrismo: Nos vemos a nosotros mismos, nuestras creencias y nuestras experiencias como más importantes o representativas de lo que realmente son, y subestimamos la perspectiva de los demás.
  • Sesgo de aversión a la pérdida: Valoramos más evitar pérdidas que obtener ganancias equivalentes, lo que puede llevarnos a tomar decisiones irracionalmente conservadoras o resistirnos al cambio.

Estos son solo algunos ejemplos de sesgos cognitivos que pueden influir en nuestra percepción y comprensión de la realidad.

La atención:

Nuestra atención se dirige hacia aquellos estímulos o eventos que consideramos relevantes o importantes en un momento dado. Esto significa que algunos aspectos de la realidad pueden pasar desapercibidos si no captan nuestra atención.

Las creencias:

Además, nuestras experiencias previas, creencias, valores y emociones también influyen en la forma en que interpretamos y damos significado a la realidad. Filtramos la información a través de nuestros propios marcos de referencia y esquemas cognitivos, lo que puede llevarnos a enfocarnos en ciertos aspectos y a descartar otros.

Los paradigmas:

En palabras simples, un paradigma es un racimo de creencias a las que les hemos dado tanto poder que las asumimos como verdad incuestionable. El asunto es que quizás no sean verdaderas. Por ejemplo, los dogmas de cualquier tipo que nos inculcan, y que mucha gente sostiene durante toda su vida sin siquiera preguntarse sobre ellos: simplemente, los siguen porque le dijeron que hay que seguirlos.

Memoria limitada:

Otro factor importante es la capacidad limitada de nuestra memoria. Nuestro cerebro almacena y recuerda solo una fracción de lo que experimentamos, y tiende a retener aquellos momentos o detalles que considera relevantes o significativos para nosotros.

5 ejercicios para disminuir los sesgos y recortes mentales

Para empezar a ampliar la mirada superando sesgos y la tendencia a recortar la realidad, es posible mejorar a partir de ejercitarse de forma constante. Al hacerlo, no sólo estarás trabajando a nivel cognitivo en tu cerebro (el ‘hardware’ humano) y tu mente (el software), sino que empezarás a convivir mejor con realidades diferentes y cuestionarte para lograr visiones alternativas.

Lo que llegará como consecuencia es una mente más abierta y flexible, versus una mente fija y rígida.

  • Autoconciencia: El primer paso para superar las visiones parciales y recortes de la realidad, es ser consciente. Tómate el tiempo para reflexionar sobre tus propias creencias, prejuicios y sesgos. Pregunta si tus juicios y evaluaciones automáticas de las cosas están basados en evidencia sólida o si están influenciados por tus propias experiencias y creencias subconscientes. La autoconciencia te ayudará a identificar y cuestionar tus propios sesgos.

¿Cómo hacerlo? Herramientas como la psicoterapia, el coaching ejercido de forma profesional, el counselling, y cualquier camino responsable de desarrollo personal te ayudarán a lograrlo.

  • Perspectiva múltiple: Haz el esfuerzo de ver los problemas y situaciones desde diferentes perspectivas. Se trata de ponerte en los zapatos de los demás y considerar diversas opiniones y enfoques puede ampliar tu visión y evitar la influencia de sesgos cognitivos.

Para lograrlo, preguntaa otras personas sus puntos de vista y considera diferentes fuentes de información antes de llegar a una conclusión. También, puedes usar las 4 posiciones perceptuales básicas que te van a ayudar a flexibilizar tu mirada que consideras obtusa. Vamos a repasarlas en forma sencilla:

. Primera posición, la visión que tengo (aunque consideres que sea la verdad absoluta para ti, reconócela en forma consciente).

. Segunda: como si tu otro yo estuviese interpelándote enfrente de ti, como en espejo. ¿Qué te diría a ti? ¿Cómo te sientes? ¿Qué te refleja como alternativa opuesta a lo que sostienes en tu primera posición?

. Tercera: imagina que hay dos personas mirándote, no te conocen, ¿qué dirían de lo que sostienes? ¿Qué preguntas te harían?; y cuarta: aún más lejos, más arriba y con más perspectiva, imagina a tres personas que no te conocen, y

. Cuarta (observador Meta): habiendo pasado por las posiciones anteriores, ahora puedes observar y evaluar la situación con mayor imparcialidad y neutralidad. Percibe los patrones y modelos mentales, las dinámicas y las interacciones entre tú y las personas involucradas, sin dejarte llevar por las emociones que pueden influirte.

Al final, saca conclusiones sutiles, y puedes elegir implementar pequeños ajustes de percepción, como cuando el oftalmólogo va poniendo distintos cristales y graduaciones para ver más claro al probarte unos nuevos lentes.

  • Pensamiento crítico: Esto implica analizar la información de manera objetiva y racional, cuestionando las suposiciones y evaluando la validez de las evidencias. No te conformes con una sola fuente de información y busca evidencias sólidas que respalden tus creencias o contradigan tus sesgos.

Para ejercitarlo, recoge datos, pregunta e indaga a fuentes que consideras confiables, -incluso de corrientes de pensamiento opuestas a las tuyas-, y luego, establece relaciones entre esa información y otras conexas, fíjate de depurar lo que no consideras relevante en la manera más objetiva posible, y establece relaciones por ejemplo de inter-relación entre lo que crees y lo que ves avalado en datos de distintas fuentes.

Otro ejercicio: detente en Internet a mirar un hecho que ha pasado en tu ciudad, y mira cómo lo reflejan los titulares de los periódicos. ¿Cuál es la mirada de cada uno? ¿Qué foto ilustra la noticia? ¿Qué percibes de diferencia entre uno y otro? Lo que estarás entrenando aquí es tu capacidad de discernimiento, sin quedarte con la primera visión de las cosas.

  • Retroalimentación constante: Pide retroalimentación (feedback) regularmente a personas de confianza. Pregunta si detectan algún sesgo en tus opiniones o decisiones. La retroalimentación de otras personas puede ayudarte a identificar puntos ocultos o ciegos que no eres consciente de tener.
  • Educación y exposición: Amplía tu base de conocimientos y experiencias. Aprende sobre diferentes culturas, perspectivas y disciplinas. Lee libros de temas que ayuden a abrir tu mente; busca artículos y estudios que aborden temas diversos y te expongan a ideas nuevas.

Además de eso, abrirá tu mente participar en actividades y eventos que te permitan interactuar con personas de diferentes orígenes y puntos de vista. Cuanto más te eduques y te expongas a la diversidad, más fácil será superar las visiones parciales de las cosas y los recortes automáticos de la realidad.

Con estas herramientas para auto diagnosticarte y para poner en práctica, estarás en mejor disposición para ir ampliando tu visión parcial de las personas, cosas y situaciones, y modificar, si lo deseas, paradigmas que quizás te limitan en tus percepciones, o que ya no te funcionan como creías para avanzar en el sentido que quieras darle a tu vida.

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