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¿Por qué la glándula tiroides es tan importante?

¿Por qué la glándula tiroides es tan importante?

¿Cómo es posible que una glándula, que tan solo pesa unos 20 gramos en el adulto, sea capaz de influir en el cuerpo humano de una forma impresionante? La respuesta la descubriremos a lo largo de este artículo, en el cual hablaremos sobre la glándula tiroides y su relación con el yodo, las hormonas y el hipertiroidismo e hipotiroidismo; todo de una manera sencilla. (Las fuentes consultadas para este episodio se ubican al final del texto).

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¿Qué es la glándula tiroides?

La glándula tiroides está constituida por dos lóbulos y se ubica en el cuello. Tan solo hay que verla en imágenes para pensar que tiene una forma parecida a la de una mariposa.

Esta glándula es endocrina, lo que quiere decir que libera hormonas. Para aclarar un poco la cosa, una hormona es una sustancia química sintetizada por células, que se libera al torrente sanguíneo e influye en la actividad de otras células. De tal modo, las hormonas tienen su protagonismo en el famoso sistema endocrino.

Pero ¿cuáles hormonas forma y secreta la glándula específicamente? La tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3). Más adelante se hablará mucho mejor sobre estas hormonas, ya que por ahora hay que enfocarnos en otro participante fundamental de todos estos procesos: el yodo.

El papel del yodo con respecto a la glándula tiroides

El yodo ocupa el puesto 61 en la lista de los elementos más comunes y forma solo el 0,000006% del manto de la Tierra. Por consiguiente, la mayoría del yodo de nuestro planeta se encuentra en los océanos – Imagen: Pixabay.-

El yodo es un componente esencial de las hormonas T3 y T4, por lo que es necesario para la función normal de la glándula.

Al ser el yodo relativamente abundante en el agua de mar, los mariscos son una rica fuente dietética. Otras fuentes buenas provienen de productos lácteos como la leche, el queso y el yogurt, así como de la sal yodada.

Para cumplir con la demanda corporal de hormonas tiroideas, nuestra glándula mencionada captura el yodo que proviene de la sangre y realiza los procesos pertinentes.

Ahora sí, entendiendo el papel del yodo, podemos hablar claramente de las hormonas protagonistas de la glándula tiroides: T3 y T4.

¿En qué influyen las hormonas T3 y T4?

Para que nos hagamos una idea, es bueno citar estas palabras del libro Geneser de Histología (que usan los estudiantes de Medicina en sus primeros pasos): «Algunas hormonas, como la tiroidea, ejercen su acción sobre todas (o casi todas) las células del organismo».

Las hormonas tiroideas son bien conocidas por controlar el metabolismo, el crecimiento y otras funciones corporales.

Su origen viene desde un comienzo con el hipotálamo (área del sistema nervioso central), en el cual se libera la hormona liberadora de tirotropina (TRH). La TRH se encarga de la secreción de la tirotropina (TSH) desde la hipófisis (otra glándula endocrina ubicada justo al lado del hipotálamo). La hormona tirotropina (TSH) va a ser la responsable de estimular la captura de yodo y la posterior liberación de T3 y T4 en la circulación.

Conozcamos algunas de las funciones de estas hormonas tiroideas:

En los niños, las hormonas tiroideas actúan sinérgicamente con la hormona del crecimiento para estimular el crecimiento de los huesos – Imagen: Pexels.-
  • El impacto en el sistema nervioso central es de suma importancia. En el periodo prenatal, este tipo de hormona es necesaria para la maduración del cerebro. En adultos, puede afectar el estado de ánimo.
  • Tienen que ver con la fertilidad, la ovulación y la menstruación.
  • Como se dijo, están encargadas del metabolismo; esas reacciones químicas importantes en el organismo. Por consiguiente, se da un aumento del consumo de oxígeno, la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca.

Con esto último dicho sobre el metabolismo hay una clara referencia cuando el desequilibrio en estas hormonas tiroideas es notable. Un paciente con hipertiroidismo puede tener fatiga, intolerancia al calor y pérdida de peso; un paciente con hipotiroidismo es intolerante al frío, aumenta de peso y está letárgico.

Pero ¿qué son el hipertiroidismo e hipotiroidismo? Es momento de hablar de estas dos enfermedades para cerrar con la glándula tiroides.

Hipertiroidismo e hipotiroidismo: cuando hay un verdadero desequilibrio

1.    Hipertiroidismo

Se refiere a un exceso de producción en las hormonas tiroideas. Como se comentó con anterioridad, produce intolerancia al calor y pérdida de peso; pero también diarrea, ansiedad, cabello quebradizo, piel seca o palpitaciones.

La enfermedad de Graves es la causa más frecuente de hipertiroidismo. Es una condición autoinmune en la que hay anticuerpos que “imitan” el papel de la TSH anteriormente mencionada, ocasionando que haya una mayor salida de hormonas tiroideas.

¿Qué quiere decir esto? Para que la TSH logre su cometido, se une a unos receptores ubicados en las células de la glándula; se puede imaginar como un mecanismo de llave con cerradura. De tal modo, los anticuerpos en la enfermedad de Graves hacen esta misma función y provocan una alteración.

2.    Hipotiroidismo

Es todo lo contrario al hipertiroidismo: una baja producción de hormonas tiroideas. Puede ocasionar intolerancia al frío, aumento de peso, fatiga, depresión o constipación.

La enfermedad de Hashimoto es la causa más frecuente de hipotiroidismo. En este caso, también es una condición autoinmune, pero se orienta a dañar a la glándula tiroides.

Conclusión a todo este asunto

La glándula tiroides es tan importante por el hecho de que forma hormonas que influyen prácticamente en todas las células del cuerpo humano. Metabolismo, crecimiento… Muchas cosas tienen que ver con las hormonas tiroideas, y eso se nota al momento de ver la variedad de síntomas posibles tanto en el hipertiroidismo como en el hipotiroidismo.

Con información de: Bookshelf (artículos 1, 2 y 3) | Oregon State University

Imagen de portada: Shutterstock

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