El sol aclara el cabello y oscurece la piel debido a la exposición a la radiación ultravioleta (UV) que emite. La radiación UV es una forma de energía electromagnética que proviene del sol, y es responsable de la mayoría de los efectos del sol en la piel y el cabello.
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Cuando la piel está expuesta a la radiación UV, las células de la piel producen más melanina, que es el pigmento que da color a la piel. La melanina actúa como un protector natural de la piel contra los efectos nocivos del sol, absorbiendo parte de la radiación UV y evitando que la piel se dañe. Sin embargo, la producción de melanina también es responsable del oscurecimiento de la piel, ya que cuanto más melanina se produce, más oscuro se vuelve el tono de la piel.
En cuanto al cabello, la radiación UV puede dañar la capa externa de la hebra del cabello, conocida como la cutícula. Cuando la cutícula se daña, el cabello puede volverse más poroso y perder su pigmentación natural, lo que resulta en un cabello más claro. Además, la radiación UV puede activar la producción de peróxido de hidrógeno en el cabello, lo que puede aclarar aún más el cabello.
Es importante tener en cuenta que la exposición excesiva al sol puede tener efectos negativos en la piel y el cabello, incluyendo el envejecimiento prematuro, la deshidratación, el daño celular y el riesgo de cáncer de piel. Por lo tanto, es importante proteger la piel y el cabello de la exposición excesiva al sol mediante el uso de protector solar, sombreros y ropa protectora, y limitando la exposición al sol durante las horas del día en que los rayos UV son más fuertes.
Imagen portada: Shutterstock
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Autor:
Daniela - culturizando.com
