De la Edad Media, poco antes del período renacentista, podemos observar pinturas que, aunque están maravillosamente ejecutadas, sus figuras realizan acciones bastante peculiares… Abordamos una particular obra del maestro Sassetta, que probablemente ha sacado carcajadas a más de uno…
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Sassetta fue uno de los pintores más relevantes de Siena (actualmente en Italia), debido a que era uno de los más grandes exponentes del arte gótico, pero también del renacimiento temprano, lo que significa que en muchas de sus obras, aunque generalmente catalogadas como góticas, se pueden apreciar elementos sutiles renacentistas.
En 1433 finaliza el retablo de la Catedral de Siena en honor a la Virgen de las Nieves, el cual fue uno de sus trabajos más aclamados e influyentes.
Sin embargo, su magnum opus vendría después…
Sassetta y el retablo de San Francisco en Borgo San Sepolcro
La realización del retablo (pintura sobre superficies como la madera) para la iglesia de San Francisco comenzó en 1437, pero debido a sus complicados detalles no sería finalizada hasta 1444. Esta obra presenta varias figuras relevantes del cristianismo, como a la Virgen, San Antonio, San Juan Evangelista, el Beato Ranieri Rasini, San Juan Bautista, más ocho escenas de la vida de San Francisco. Gran parte de estas representaciones se perdieron, pero las que pudieron conservarse residen en la actualidad en importantes museos como el Louvre o el Condé, entre otros.
No obstante, volviendo al retablo, las escenas que han cautivado –o extrañado- a muchos críticos del arte, provocando además risas en usuarios de redes sociales, son las que se centran en el “milagro” del Beato Ranieri…
Ranieri Rasini fue un monje franciscano de Florencia, y debido a que cada ciudad o región quería tener un santo autóctono, se debía comprobar que su candidato a la canonización haya realizado al menos un par de milagros… ¿Cómo se podía corroborar esto en una época sin videos, fotos ni redes sociales? Pues, a través de la pintura…
En la actualidad podemos ver, en el Museo del Louvre, al beato Ranieri, mientras es representado liberando a los presos de una prisión, y cómo varios de ellos corren una vez que son sacados de su encarcelamiento; sin embargo, es la posición de Ranieri lo que le da un toque bizarro a la obra: el religioso está volando por los aires dejando un rastro que indica su increíble velocidad. Mientras, también miramos que a uno de los presos, el cual parece tener un vestido y una barba bastante frondosa, se le dificulta la huida, quedando atascado en lo que parece ser un hueco, uno muy al estilo de las caricaturas clásicas como las de Bugs Bunny. ¿Qué pasará con el expresidiario? Pues es aquí donde el monje resalta más, ya que vemos a nuestro beato volador, tal como si fuera Superman, yendo a su rescate.
La pintura con trazos de realismo mágico temprano, no fue lo suficientemente factible como para que Ranieri Rasini fuese considerado santo, pero al menos se le dio el título de beato, probablemente gracias a su voladora hazaña.
Hoy en día, aunque es poco mencionado, es indudable el talento que poseía Sassetta y lo importante que fue su papel en la historia del arte, así que, además de ser un gran exponente del arte gótico y del renacimiento temprano sienés, lo que Sassetta nunca imaginó es que también sería un “pionero” temprano del realismo mágico ilustrado, gracias a su magnífica –pero bizarra- pintura…
Con información de Gallerix / Historia-Arte
Imagen Portada: Wikipedia
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Autor:
Omar N. Golding
