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Persuasión vs. Manipulación: ¿Me guían o me controlan?

Persuasión vs. Manipulación: ¿Me guían o me controlan?

Aunque persuadir y manipular parecen similares, las intenciones detrás de cada una son completamente opuestas. Aprende a reconocer las señales y a distinguir entre ser guiados para tu beneficio o ser controlados para el beneficio de otros.

Por Carmen Sancho | ¿Cuántas veces has sentido que alguien te convence de hacer algo, pero luego te queda la sensación de que no fue tu decisión? Esa sensación incómoda es el corazón de la diferencia entre la persuasión y la manipulación. Mientras que una te empodera para tomar decisiones que te benefician, la otra te arrastra a elecciones que solo favorecen a la otra persona.

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Persuasión: El arte de inspirar decisiones conscientes

Cuando hablamos de persuasión, estamos hablando de una comunicación que abre puertas. Un buen ejemplo es cuando un amigo te aconseja con sinceridad sobre un problema que estás enfrentando. Te muestra diferentes perspectivas, te invita a reflexionar y al final, eres tú quien toma la decisión. Es hacer sentir a la persona de manera diferente, no de entender para asi percibir su entorno de una manera más funcional.

Recuerdo una paciente que sentía mucha rabia hacia si misma porque siempre acababa haciendo lo que los demás le pedían y no era capaz de poner un limite ni hacer lo contrario. La manera de persuadirla fue decirle: me recuerdas a esas alfombras persas tan bellas y magnanimes que acostumbradas a soportar las pisadas de todos, han dejado su esplendor para volverse totalmente deterioradas y gastadas.

La persona se percibe y empatiza, y se siente asi, de tal manera que esa analogía tan persuasiva la lleva a querer dejar de ser para construirse de nuevo.

El filósofo francés Blaise Pascal decía que para tocar el intelecto, primero debemos tocar el corazón. La persuasión evoca emociones, pero siempre con respeto hacia la persona persuadida.

Manipulación: El lado oscuro de la influencia

Por otro lado, la manipulación es un juego mucho más sombrío. A veces disfrazada de buenos consejos, la manipulación te confunde, te hace sentir sin seguridad, y antes de que te des cuenta, estás tomando decisiones que no son para tu propio bien. ¿Has notado alguna vez que alguien te dice algo bueno, pero de alguna manera te deja un sabor amargo? Esa contradicción es una señal clara de manipulación.

Un claro ejemplo es la persona victima de una pareja celosa que te cuenta que su pareja le pide que le diga a dónde va, con quién, o incluso, todo tipo de detalles porque se preocupa mucho por ella y la quiere mucho, es por eso que se muestra un poco celoso, cayendo en la trampa del control y en la esclavitud de una persona manipuladora que quiere obtener su propio beneficio.

Señales para detectar una manipulación

Hay algunas señales que delatan a un manipulador o manipuladora emocional, especialmente en las relaciones de pareja:

Lenguaje ambiguo: Un manipulador usa palabras contradictorias, te hace sentir confundido y cuestionas tus propios pensamientos.

Culpa y victimización: El manipulador suele jugar el papel de víctima para que tú te sientas culpable y actúes en su favor.

Promesas vacías: Ofrecen promesas o recompensas que rara vez cumplen, pero las usan como carnada para que sigas haciendo lo que ellos quieren.

¿Cómo saber si me están manipulando?

Si sientes que las decisiones que tomas últimamente benefician más a la otra persona que a ti, es posible que te estén manipulando. Una forma sencilla de comprobarlo es preguntarte: ¿Si esta persona no estuviera presente, yo tomaría esta decisión?

Una persona manipuladora rara vez muestra sus cartas de manera abierta. Te confunde, te hace creer que todo lo hace por tu bien, cuando en realidad está utilizando tus emociones para su propio beneficio.

La importancia de saber decir “no”

Un aspecto clave para evitar ser manipulado es aprender a decir «no» sin culpa. Los manipuladores suelen hacerte sentir mal por poner límites, pero recuerda que proteger tu bienestar es tu derecho. A veces, la mejor decisión que puedes tomar es distanciarte de personas que no respetan tus límites.

La línea entre la persuasión y la manipulación puede ser delgada, pero la diferencia es clave: una te empodera, mientras que la otra te controla. La próxima vez que sientas que estás siendo influenciado, pregúntate si realmente es para tu propio bien o si alguien más está ganando a costa de tu bienestar.

Si no sabes cómo hacerlo, estoy para ayudarte.

Soy Carmen Sancho, Psicóloga en Barcelona, en Castelldefels. Escríbeme por Instagram @carmensanchopsicologa o visita mi página web carmensancho.es

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