El término filis puede significar: habilidad, gracia y delicadeza en hacer o decir las cosas; o juguete de barro muy pequeño que solían llevar las mujeres atado con una cinta prendida al brazo; según la Real Academia Española.
INTERESANTE
La palabra surge de Filis, un nombre poético de mujer.
Para Lexicoon, es un sustantivo bastante usado y lo clasifican con una puntuación de 79 en una escala de 0 a 100. Los países que más la emplean son: Grecia, Venezuela, Colombia y Brasil.
Ejemplo:
- Tienes una filis al comunicarte que me enamora al escucharte
- ¡Cuidado con la filis que se puede romper!
Presente en la historia
En la mitología griega Filis (Phyllis) era la hija de Licurgo, rey de Tracia –actual punta del sureste de la península balcánica (nordeste de Grecia, el sur de Bulgaria y la zona europea de Turquía)-, que se casó con Demofonte, hijo de Teseo –mítico rey de Atenas-, mientras pasaba por Tracia al regresar a casa después de la guerra de Troya.
Demofonte, llamado por el deber a su patria Grecia, regresó a su hogar para ayudar a su padre, abandonando a Filis. Entonces la doncella le envío un ataúd consagrado a Rea –titánide hija de Urano y Gea- , pidiéndole que solo lo abriera cuando él perdiera la esperanza de regresar.
A partir de este punto, hay varias versiones sobre el destino de la princesa, en una Filis se suicida ahorcándose en un árbol. En el lugar en donde la entierran, crece después un almendro que florece al regreso de Demofonte.
En una segunda versión de la historia –que aparece notablemente posible en el Libro II de Heroidas (Heroínas), la epopeya epistolar de Ovidio, y también en la obra de Calímaco- Demofonte se horrorizó al abrir el ataúd, montó a horcajadas en su caballo y se lanzó a galope tendido… murió desmontado cayendo sobre su espada.
Por otro lado, el poeta español Lope de Vega escribió un ciclo acerca de Filis, un personaje muy frecuente en la poesía pastoril como la pastorcilla sencilla, encantadora y enamorada.
Diego Mata | Culturizando
Con información de DRAE | Lexicoon | Wikipedia
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Autor:
Diego Mata
