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Oscar Wilde, el genio que vivió terribles torturas por ser homosexual (+ cartas privadas)

Oscar Wilde, el genio que vivió terribles torturas por ser homosexual (+ cartas privadas)

Un escritor brillante, convirtió su vida en una obra de arte tras adoptar el esteticismo como parte de su filosofía. Su amor a lo bello, lo hicieron descubrir un mundo nuevo que lo condenó para siempre. Oscar Wilde, vivió terribles torturas por seguir su corazón. ¿Qué sucedió con Oscar Wilde?  ¿Cómo descubrió su sexualidad? Aquí te contamos todo.

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Oscar Wilde, un escritor extravagante

Wilde, desde muy pequeño, demostró ser un niño brillante. Su elocuencia al momento de comunicarse dejaba asombrados a todos los que tenían el gusto de disfrutar su presencia. No solía involucrarse en discusiones políticas y pese a sus habilidades conversacionales, era un joven solitario la mayoría del tiempo.

Su vida cambió tras descubrir la corriente filosófica del esteticismo, que persigue y garantiza, que el propósito del arte es exaltar la belleza. Desde ese momento, Wilde comenzó a desarrollar un estilo personal bastante extravagante. Solía llevar su cabello largo despeinado y decoraba sus ropas con plumas y flores.

Tras la publicación de sus primeros trabajos, el público comenzó a aceptar su estilo diferente y disfrutaban de sus extravagancias. Pero apostar por un estilo de vida completamente libre, le traería problemas más adelante.

Amar siempre será un acto revolucionario

Wilde se había casado con Constance Lloyd, una poeta reconocida por resguardar en un libro, las historias que le contaba su abuela. Ambos tuvieron dos hijos. El matrimonio parecía marchar bien, hasta que apareció Lord Alfred Douglas.

Ambos se conocieron en uno de los almuerzos para la alta sociedad que organizaba Wilde. Con gustos parecidos y conocimientos similares, comenzaron una relación muy íntima, algunos podrían asegurar que eran pareja.

Wilde estaba acostumbrado a presentarse ante el público como una persona extravagante, fuera de lo común, por lo que poco le importaban los rumores. Por otro lado, Douglas venía de una familia muy adinerada y cuando comenzaron las críticas, su padre envió una carta a un tribunal titulada Oscar Wilde, el sodomita. Poco tiempo después, el escritor sería llamado a juicio y comenzaría una terrible pesadilla.

Su esposa Constance tras los escándalos, cambió el apellido de sus hijos a Holland. Pese a que no se divorciaron formalmente, Wilde nunca supo más de ellos.-

Una traición arruinaría su vida para siempre

Lord Alfred Douglas era un joven poeta muy prometedor. Su familia era muy adinerada y él estaba buscando posicionarse en el mundo de las artes. Wilde era una oportunidad maravillosa para crear su agenda de contactos. Ambos parecían llevarse maravillosamente, hasta que todo se volvió en su contra.

Tras la denuncia del padre de Douglas, se realizó un juicio que lo acusaría de sodomía. Wilde perdió ante la corte y lo sentenciaron a dos años de trabajos tortuosos.

Oscar Wilde estaba acostumbrado a una vida llena de lujos y comodidades, por lo que entrar en prisión hizo que sufriera de numerosos cuadros depresivos. Su incapacidad de realizar trabajos forzados, lo volvían víctima de inhumanas torturas. Fueron los peores dos años de su vida.

La mejor forma de sanar una herida, es escribiendo

Durante su estadía en prisión, Wilde escribió una apología que tituló De profundis. En uno de sus párrafos, narra lo que para él es el amor homosexual.

 “El amor que no se atreve a pronunciar su nombre en este siglo es el gran afecto que un hombre mayor siente por uno más joven, como era el caso entre David y Jonathan, como aquel en que se basó Platón para edificar su pensamiento filosófico. Es hermoso, es bello, es la forma de afecto más noble, perfectamente natural. Es intelectual y frecuentemente se da entre jóvenes y hombres mayores, cuando estos últimos poseen un intelecto y los otros poseen la alegría, la esperanza y el atractivo de toda una vida ante sí. Por eso el mundo no lo comprende y se burla. E incluso a veces llega a poner a alguien en la picota”.

Pese a que la prisión fue una experiencia traumática, le funcionó para aclarar su mente y entender mejor el concepto de lo que quería y sentía.

La desolación y el abandono, lo marchitaron hasta morir

El Oscar Wilde que salió de la prisión, no era el mismo. Ese hombre elegante que todos alababan en las calles de París y quien solía ser el centro de la conversación, se había ido para siempre.

Pese a que sabía que Douglas lo había traicionado, en la introducción de De profundis, le dedicó tácitamente un párrafo que decía:

 “Yo te ofrendé mi vida y tú la tiraste para satisfacer las más bajas y despreciables de las pasiones humanas: el odio, la vanidad y los apetitos. En menos de tres años, destruiste en mí todo respeto. Ya no me quedaba en mi propio interés, otra cosa que hacer sino amarte”.

Ambos se reencontraron brevemente después de su liberación, pero por miedo a que los problemas legales volvieran a aparecer, decidieron separarse para siempre.

Completamente ignorado por la alta sociedad y viviendo prácticamente en la indigencia, Wilde se entregó al catolicismo y vivió los últimos años de su vida en la refugiado en una iglesia. Murió a los 46 años el 30 de noviembre de 1900. Cinco años después del juicio.

Con información de: RPP.PE |Anothermagazine |History | Foto: Shutterstock

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