La nomofobia es el miedo extremo, a menudo ilógico, a salir de casa sin teléfono móvil o celular, o perder el contacto telefónico al quedarse sin batería o cobertura. De hecho, la palabra “nomofobia” proviene de las dos primeras letras de las palabras “no” y “móvil”, además de la palabra “fobia”.
Esta fobia, aunque relativamente nueva en comparación con otras, se ha estimado que afecta a más de la mitad de los usuarios de móvil. 1
Generalmente, los síntomas se basan en la capacidad o incapacidad de un individuo para utilizar el teléfono móvil.
Por lo general, una persona con nomofobia trata de mantener su móvil encendido en todo momento, independientemente de la actividad que esté realizando o de su utilidad en ese momento. Puede consentir a mantener su celular en silencio o modo vibración en las zonas que requieren silencio, como el interior de una iglesia o una biblioteca, aunque esté siempre pendiente de éste.
A veces, una persona que se ve afectada por nomofobia tendrá síntomas físicos o emocionales como por ejemplo sentir estrés o ansiedad si no puede utilizar su teléfono móvil. Puede incluso sufrir un ataque de pánico que podría causar uno o varios de los siguientes síntomas:
- Aumento de presión en el pecho
- Respiración rápida
- Desvanecimiento o mareo
Por regla general, los síntomas aparecen cuando el usuario se ve obligado a apagar su teléfono o cuando pierde la cobertura. A menudo, la persona se preocupa por lo que podría ocurrirle a ella misma o a sus seres queridos mientras se encuentra desconectada.
Tratamiento
Existen algunos métodos para tratar los síntomas de nomofobia. En general, muchos de éstos están orientados a disminuir las preocupaciones de la persona afectada a estar incomunicada. Muy pocos tratamientos están orientados a curar la fobia.
En algunos casos, el tratamiento consiste en probar medidas que se podrían tomar en caso de pérdida del teléfono. Entre estas se encuentran:
Llevar una tarjeta de llamada que se puede utilizar en cualquier teléfono público.
Dar a amigos y familiares una lista de números de teléfono de contacto, como los números de teléfono del trabajo, los hoteles durante las vacaciones, o incluso de los restaurantes para cenas fuera de casa.
Como resultado, la persona puede sentir mayor tranquilidad al saber que puede ser contactada si es necesario, esté donde esté.
En los casos más graves, una persona con nomofobia puede llegar a buscar terapia. En este caso, el terapeuta puede establecer un plan para ayudar al afectado a dejar de depender de su teléfono móvil constantemente, enfatizando momentos en los podría ser imprescindible estar conectado y dando poca importancia al resto.
Foto: Nomofobia / Shutterstock
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