Los niños que son víctimas de abusos sexuales, maltrato físico o emocional o tratados con negligencia son más propensos a la obesidad más adelante en sus vidas, sugiere una revisión reciente.
Investigadores británicos hallaron que los niños que sufren algún tipo de abuso tienen un 36 por ciento más de probabilidades de ser obsesos en la edad adulta. Concluyeron que el abuso infantil podría verse como un factor de riesgo modificable de obesidad.
«Hallamos que ser víctima de maltrato en la niñez aumenta significativamente el riesgo de obesidad en la adultez», afirmó el autor del estudio, el Dr. Andrea Danese, psiquiatra especializada en niños y adolescentes en el Instituto de Psiquiatría del Colegio del Rey en Londres, en un comunicado de prensa del colegio. «La prevención del maltrato infantil sigue siendo primordial, y nuestros hallazgos enfatizan la gravedad de los efectos sobre la salud que estas experiencias tienen a largo plazo».
Para realizar el estudio, los investigadores examinaron los datos de más de 190,000 personas que participaron en 41 estudios a lo largo del mundo. Descubrieron que el vínculo entre el abuso infantil y la obesidad adulta no podía explicarse por el estatus socioeconómico en la infancia o la adultez, el tabaquismo, la ingesta de alcohol ni el nivel de actividad física.
El maltrato infantil tampoco se asoció con la obesidad en los niños o adolescentes, añadieron los investigadores, sugiriendo que los niños no eran víctimas de abusos por tener sobrepeso u obesidad.
No obstante, los investigadores hallaron que la depresión podría explicar por qué algunos niños que son víctimas de abusos son obesos en la edad adulta. Indicaron que es necesario que se realicen más investigaciones para determinar los efectos de la depresión en el cuerpo, sobre todo en el cerebro, las hormonas que regulan el apetito y el metabolismo.
Los autores del estudio añadieron que se necesitan más investigaciones para determinar qué estrategias de tratamiento evitarían que los niños que sufren de abusos sean obesos años después.
«Si la asociación es causal, como lo sugieren los estudios con animales, el maltrato infantil podría verse como un factor de riesgo potencialmente modificable de obesidad, un problema de salud que afecta a un tercio de la población y a menudo se resiste a los tratamientos», planteó Danese.
Aunque el estudio halló una asociación entre el abuso infantil y la obesidad más adelante en la vida, no probó que hubiera una relación de causalidad.
El estudio aparece en la edición del 21 de mayo de la revista Molecular Psychiatry.
Con información de: ing’s College London | HealthDay, traducido por Hispanicare | Foto: Abuso infantil / Shutterstock
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