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¿Miguel Ángel era homosexual? La historia del amor clandestino en la vida del artista

Una apasionada historia de amor aparece escondida en los poemas de Miguel Ángel. Su pasión por uno de sus modelos, desató sus talentos poéticos y se dedicó a traducir en palabras todos sus sentimientos. ¿De quién se enamoró?

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Sus poemas delataron su amor clandestino

Todos conocen a Miguel Ángel por sus extraordinarias obras de arte y sus colaboraciones como arquitecto, pero pocos saben que el maestro también escribía poemas. Era un hombre tímido, muy reservado y entregado en cuerpo y alma al arte. Su narrativa refleja una profunda sensibilidad por la belleza, por la religión y sobre todo: por un amor clandestino, pero ¿a quién amaba?

El artista era muy reservado y tímido, en ocasiones era considerado mal educado porque no hacía ningún esfuerzo por hacer relaciones públicas, es por esto que cualquier persona que haya logrado acercarse a su intimidad, resulta ser un acontecimiento histórico.-

La única relación pública del artista, fue con la marquesa Vittoria Colonna. Ambos tuvieron una amistad muy profunda y se dedicaron innumerables cartas de amor. Algunos de sus poemas fueron dedicados a ella. Fue su musa por algún tiempo, se inspiró en ella para muchos de sus dibujos y esculturas, pero lo que nadie sabe, es que el artista escondía un amor prohibido por uno de sus modelos.

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Un amor apasionado, le dio vida a la imaginación de Miguel Ángel

Para la época, había dos grandes genios rondando por Italia, Miguel Ángel y Leonardo da Vinci, ambos tenían diferencias muy marcadas, pero quizás la más grande, es que el escultor era un hombre muy religioso y sentimental.-

“No hay duda alguna de que en 1532, Miguel Ángel conoció al joven Tommaso Cavalieri y se enamoró profunda y apasionadamente de él”, escribió Christopher Ryan un historiador que publicó el libro Los poemas de Miguel Ángel, que resume toda su trayectoria como poeta.

El joven, se transformó en su principal inspiración. Era su confidente, su amigo más cercano, pero la relación involucraba mucho más que mutua admiración. Miguel Ángel, no escondía sus sentimientos por Cavalieri. A finales de agosto de 1533, escribió a Sebastiano del Piombo, uno de sus amigos más cercanos:

“Si llegas a ver a Tommaso, te ruego que hagas que me recuerde cientos de veces, y cuando le escribas, dile algo de mí para ponerme en su mente, porque si mi memoria desaparece de él, creo que instantáneamente caería muerto”.

Cavalieri se convirtió en su principal inspiración, desató sus talentos con la poesía y comenzó a escribirle cientos de poemas. Miguel Ángel en total escribió unos 302 poemas, de los cuales, un buen porcentaje son dedicados a Tommaso.

“Soy insensible al dolor, miedo o muerte, mientras mis recuerdos de ti permanezcan con vida”, le escribió el artista en una carta a Tommaso el 28 de julio de 1533.

¿Quién era Tommaso Cavalieri?

Tommaso venía de una familia muy importante, tenía una posición económica muy favorable y se dedicaba a dibujar y coleccionar arte.-

Existen cientos de cartas y sonetos dirigidos a Tommaso entre 1532 y 1546. James Saslow, escritor del libro Ganímedes en el Renacimiento: La homosexualidad en el arte y en la sociedad lo describe como “Un hombre noble, apuesto hombre romano”, que enamoró al escultor con su “inteligencia, excepcional belleza física, profundo amor por el arte y una codiciosa admiración por la escultura antigua”.

Juntos crearon una relación muy íntima. Él era su modelo, se había convertido en su inspiración. Para Tommaso resultaba fascinante trabajar con su maestro y para Miguel Ángel, él era un ser ejemplar. Su relación estaba llena de pasión, ambos sentían un amor platónico muy puro y desbordante:

“No me creo merecedor de que un hombre de tu eminencia me escriba. Prometo que el amor que te daré a cambio es igual o quizás más grande que el amor que le he dado a cualquier hombre. No había deseado ninguna amistad más de lo que deseo la tuya”, le escribió Cavalieri en una ocasión.

El joven era todo un espectáculo, cautivaba a todos los que lo conocían. “En él reconocí cuando lo vi en Roma, además de una belleza física incomparable, tanta gracia en su comportamiento, una inteligencia excelente y un refinamiento de sus modales, que el merecía que uno lo amara más mientras más lo conocía”, escribió Benedetto

Barchi en 1547, después de una lectura pública de los poemas del escultor.

Un corazón lleno de conflictos y ansiedad

Miguel Ángel era un hombre extremadamente religioso, es por esto que gran parte de sus trabajos fueron dedicados a la Iglesia católica.-

“Fue quizás la relación más profunda y más duradera que el artista hizo en su edad madura”, asegura Ryan. Si bien fue una relación muy estable, el artista no fue del todo feliz. Su corazón estaba entregado completamente a Dios y a la Iglesia, los sentimientos que le provocaba Tommaso iban en contra de sus creencias.

“Mi lengua dice que te ama, pero la respuesta del corazón es un chillido: no hay amor aquí”, lamenta en uno de sus poemas. “Ojalá quisiera lo que no quiero”, cita en el comienzo.

Su relación con Dios era muy íntima, entregó gran parte de su vida y producción artística a satisfacer las necesidades de la Iglesia católica. Comenzar a sentir afectos románticos por un hombre, lo llenó de miedos y ansiedades.

“No hay nada más bajo en la tierra, de lo que yo siento y soy, sin ti señor. El débil aliento que me queda, demanda tu perdón. Tu, majestad de mi deseo”, suplicó el perdón de su Dios en uno de sus poemas.

Pero su amor por Tommaso era tan fuerte, que en ocasiones rompía las barreras más fuertes de su pensamiento y sus propios miedos.

“Pero ¿por qué me voy a lamentar, si vi en los ojos de este ángel solitario mi paz, mi descanso y mi salvación? Quizás habría sido peor verlo y conocerlo antes. Ahora me da alas como estas para volar con él y para perseguir sus virtudes”, escribió en uno de sus versos.

¿Qué sucedió con su relación?

Vittoria Colonna y Tommaso Cavalieri, fueron los únicos en la historia que lograron llegar al corazón del maestro.-

Se mantuvieron unidos hasta el día de su muerte. No existe confirmación alguna de que la relación entre ambos fue llevada a niveles físicos y jamás se confirmó que fueran pareja. Lo único seguro, es que ambos se admiraban profundamente y que los poemas del artista, en su mayoría, eran dedicados a él.

Tommaso Cavalieri se casó en 1545 y tuvo dos hijos; pese a sus compromisos con su familia, fue uno de los presentes al momento de morir el artista, quien había pedido a su sirviente que contactara a sus amigos más queridos para acompañarlo en tan terrible momento.

Hoy, solo nos quedan los poemas para recordar el intenso amor que sintió Miguel Ángel por Tommaso.

Con información de: The Poetry of Michelangelo por Christopher Ryan.|ArtRenewal|MichelangeloGallery

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