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Lugares increíbles: El Columpio del fin del mundo

Lugares increíbles: El Columpio del fin del mundo

Balancearse en un columpio puede ser de las actividades más comunes e inofensivas del universo, pero cuando se trata de oscilar sobre un abismo sin ningún tipo de seguridad, se deriva simplemente a una atracción para los más osados.

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Al borde de un barranco de 2600 metros de profundidad, que da hacia los pies del volcán Tungurahua, está instalada la llamada Casa de Árbol de donde cuelga El columpio del fin del mundo, ubicado en la comunidad Santa Rosa de Runtún, al sur Baños de Agua Santa (Ecuador).

El sitio es en realidad un centro de control sísmico, cuya estructura está construida en metal, paredes de madera y techo de zinc. Además emplea el uso de poleas y cuerdas resistentes, para que las personas puedan mecerse mejor y con más seguridad desde el columpio.

Aun sabiendo que es un atractivo bastante peligroso, al año reciben miles de turistas de distintos países con la valentía suficiente como para abalanzarse sin arnés sobre una superficie que pareciera puede romperse en cualquier momento; y tomando fotografías como prueba de ello.

Lo cierto es que este punto de encuentro, funge a su vez como mirador del paisaje que ofrece el volcán, su valle y las montañas que rodean a Baños, ya que la vista es única y se puede admirar el cráter a 2.5 km en línea recta. Aparte, el lugar es perfecto para realizar un picnic con la familia, amigos o el grupo de viaje.

También se puede escuchar –si se tiene la oportunidad- a un experto del Instituto Geográfico Militar hablar sobre la historia del volcán, el registro de erupciones que ha tenido en los últimos años (activo desde 1999), observar una muestra de rocas volcánicas, fases eruptivas, entre otras curiosidades de Tungurahua.

Se puede llegar hasta allá en auto propio, alquilar una moto y tomar un tour o un autobús (Salen todos los días). Además ofrecen un mapa para hacer mucho más fácil la travesía. El acceso es por un sendero semicircular, y durante el recorrido se puede disfrutar de la flora y fauna característica de la zona.

El fotógrafo Sean Hacker Teper se llevó un “Merit Prize Winner” de la revista National Geographic por la imagen capturada de un hombre viendo hacia al volcán Tugurahua, mientras este erupcionaba el 1 de febrero de 2014. A esta foto la llamó “End of the World”.

Pialet Narváez | Culturizando
Con información de: expresolatino.net / hostalerupcion / culturainquieta / traveler / lageoguia.org | Foto portada: Shutterstock

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