Las camas articuladas son una opción cada vez más popular en los hogares. Esto se debe a sus beneficios en términos de comodidad y versatilidad. Gracias a que se pueden ajustar en diferentes posiciones, el descanso es más placentero y se adapta a las necesidades individuales de cada persona.
¿Cuáles son sus diversos beneficios para la comodidad, las actividades de ocio y para aliviar ciertas afecciones comunes? Veamos las respuestas a continuación
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¿Qué son las camas articuladas?
Es un tipo de cama en la que se pueden ajustar diferentes partes de su estructura, por ejemplo, el respaldo, del reposapiés o las secciones de las piernas, lo que permite diferentes posiciones y niveles de inclinación, para adaptarse a las preferencias y necesidades individuales.
Cuentan con una base que se divide en varias secciones móviles conectadas con bisagras u otros mecanismos similares. Aunque estas secciones pueden controlarse manualmente, existen camas articuladas eléctricas que permiten ajustar la posición de la cama con mayor facilidad.
Beneficios de las camas articuladas
Tradicionalmente, las camas articuladas se han empleado en hospitales y centros de rehabilitación. No obstante, en los últimos años, son muy populares en los hogares, por sus diferentes beneficios:
Ofrecen comodidad para disfrutar de momentos de ocio
Una de sus principales ventajas es que resultan cómodas para realizar actividades de ocio en la cama. Si tu plan es leer un libro, ver tu programa favorito o disfrutar con tu Smartphone, en estas camas encuentras la postura perfecta.
Por ejemplo, si elevas el respaldo, puedes apoyarte en él para leer y, si ajustas el reposapiés, encontrarás la posición ideal para relajarte con tu móvil.
Puedes dormir en diferentes posturas para un descanso óptimo
Las camas tradicionales tienen una posición fija, en cambio, las articuladas permiten elevar la parte superior del cuerpo y las piernas según tus preferencias, lo que te ayuda a encontrar la postura perfecta para dormir mejor.
Esto es además ventajoso para quienes sufren de asma y otros problemas respiratorios, puesto que dormir con el torso ligeramente levantado puede ayudarles a respirar mejor durante la noche.
Además, al mantener la parte superior del cuerpo elevada, también pueden aliviar el reflujo, ya que en esa posición se evita que los ácidos gástricos se desplacen hacia el esófago.
Útiles para el alivio de dolores y afecciones comunes
Una cama eléctrica articulada es una excelente opción para personas con dolores de espalda y lumbares, así como otras afecciones relacionadas. Como la posición de la cama se puede ajustar, es posible encontrar la inclinación adecuada para lograr el alivio en la columna vertebral y reducir los puntos de presión. Estas las hacen especialmente beneficiosas para quienes tienen hernias de disco, ciática u otros problemas de espalda.
Sin dejar de lado que las camas articuladas, al permitir elevar las piernas, también mejoran la circulación sanguínea, lo cual es perfecto para quienes se les hinchan las piernas o tienen problemas de circulación.
¿Cómo elegir la cama articulada adecuada?
Existen algunos aspectos clave que permiten tomar una decisión acertada al comprar una cama articulada. En primer lugar, debes elegir un tamaño adaptado a tus necesidades, tu cuerpo y al espacio disponible en la habitación donde la colocarás. En eKamia, encontrarás un amplio catálogo con camas de todos los tamaños, lo que hará más fácil tu elección de un modelo que te brinde suficiente espacio para moverte cómodamente.
Además, debes asegurarte sobre la calidad de los mecanismos de articulación y de que estos sean tanto duraderos como fáciles de usar, ya que estos son el elemento fundamental en este tipo de camas. Los mecanismos eléctricos son más convenientes, pero debes comprobar la calidad de los controles, además, tienen que ser intuitivos y accesibles.
Por otro lado, debido a que el colchón es el acompañante obligatorio de la cama, debes comprar uno que sea compatible con la cama articulada, que sea flexible y se adapte a los cambios de posición sin deformarse.
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Autor:
Gustavo Valor
