Cuenta la historia que la vida de Thomas Earl Petty, de 11 años de Gainsville, Florida, cambió para siempre el día que conoció a Elvis Presley en el escenario de “Follow That Dream”, antes de este evento, su interés por la música era nulo, al punto de desconocer por completo sus aptitudes y gran talento.
Un encuentro con El Rey puede ser que le haya dado la inspiración, pero el talento del cantante es natural, no hay duda sobre eso. Petty adora el rock n’ roll porque cree que comunica lo que la gente llama “la verdad”.
Su dedicación exclusiva a ese concepto es lo que lo ha hecho uno de los mejores rockeros de los Estados Unidos. Su historia es una historia de amor de muchas parejas. Hizo un trueque con uno de sus juguetes para conseguir los álbumes de Little Richard. Su temprana banda, The Epics, tocaban canciones de los Beatles pero la mente de Petty estaba fijada en The Byrds y como se mezclaron con la música folk de los Estados Unidos.
El guitarrista Mike Campbell se unió al grupo y sacudió a todos con su interpretación de “Johnny B Goode” de Chuck Berry. A medida que los años 60′ iban pasando, The Epics dejaron sus trajes de Beatles, comenzaron a tocar de verdad y transformándose en Mudcrutch.
En Mudcrutch había una versión primitiva de los futuros Heartbreakers de Petty: el director de música (Campbell), el organista (Benmont Tench) y Petty, quien se fruncía al tocar las interpretaciones de otros, las cuales pagaban el alquiler. En 1973, se fue para Los Angeles con un cassette de presentación en su bolsillo y $37 dólares para gastos.
Consiguió un trato con la empresa discográfica Shelter, manejada por el músico Leon Russell y el productor Denny Cordell, y el resto de la banda pronto lo siguió desde Florida. Pero L.A. no era fácil: el primer lanzamiento individual no tuvo nada que se asemeje a éxito. Petty nunca llegó a hacer un álbum como solista como Cordell en ese momento quería, pero si escribió la letra para Rusell y el vio el sentimiento tranquilo y pacífico que penumbraba sobre la costa oeste. El quería algo más fuerte y lo encontró cuando se apareció en un uno de ensayos de Tench. La mayoría eran de Mudcrutch, como soldados sin general. Petty los denominó los Heartbreakers (Rompe Corazones) y su viaje otra vez tomó rumbo.
El primer álbum, lanzado por Shelter en 1977, fue de alguna manera catalogado como punk, quizás porque Petty estaba de cuero y porque el baterista Stan Lynch usaba sombra en los ojos.
“Anything That’s Rock & Roll”, un preámbulo perfecto, llegó al Top 40 en Inglaterra. La reacción de Petty fue “Me llamas un punk y te acuchillo”. “Breakdown” llegó a los rankings de Estados Unidos después del éxito en Europa y se quedó ahí por más de 40 semanas.
Consistentemente agradeció a sus fanáticos con su música. Peleó con la empresa discográfica MCA sobre el precio de su álbum de 1981 “Hard Promises”. Y agonizó tanto sobre la mezcla de “Southern Accents” de 1983 que rompió su guitarra en la pared del estudio en una explosión de frustración. Su éxito también le dio el respeto de algunos que él consideraba sus ídolos. Bob Dylan y George Harrison se le unieron en “Traveling Wilburys”, quizás la sesión más informal más celebrada del mundo.
También jugueteó con personajes como Jeff Lynne de ELO, David Stewart de Eurythmics y, para “Wildflowers” de 1994, con el maestro del hip-hop Rick Rubin. En sus álbumes como solista, como el multi-platino de 1989 “Full Moon Fever”, trató de hacerlo todo solo, pero en los dos terminó usando a los Heartbreakers de cualquier manera.
Como el título de su álbum de 1991 “Into the Great Wide Open” implica, Petty todavía sueña con un Estados Unidos donde la línea del horizonte no es específica. Como un verdadero guerrero de los caminos, el encuentra la salvación al dejarse el pelo suelto, quemar un poco sus gomas y cantar un poco de Del Shannon. Lo de él es un verdadero amor por el rock n’ roll como la gran música de los Estados Unidos y por su país como la tierra del rock n’ roll.
Tom Petty nació el 20 de octubre de 1950, para celebrar sus 61 años te traemos este clásico:
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