Alejandro Dumas fue un novelista y dramaturgo francés, cuyas obras llevan la impronta inconfundible de su genio personal y su inventiva. Alejandro Dumas nació en Villers-Cotterês, Francia el 24 de julio de 1802, fue hijo del General de división Thomas Alexandre Dumas Davy de la Pailleterie y de Marie Louise Labouret, lugareña de Villers Cotterêts. En 1803, falleció su padre, dejándole a la familia una modesta pensión, por lo que su educación fue prácticamente autodidacta.
Alejandro Dumas comenzó trabajando como mensajero, luego fue vendedor de tabaco, notario y secretario del duque de Orleans en 1823.
Producto de su pasión por la lectura y siendo un asiduo concurrente a las representaciones teatrales, decidió dedicarse a la literatura. En 1824, fruto de sus amores con María Catalina Lebay, nace su hijo Alejando.
En 1829, con 27 años de edad, Alejandro Dumas se había convertido en un célebre escritor, teniendo gran notoriedad con una de sus obras y alcanzando el éxito en 1831 con la obra de teatro «Antonio». El éxito lo acompaño en cada obra nueva, publicando aproximadamente 300 y numerosos artículos y convirtiéndose en uno de los autores más prolíficos y populares de Francia.
Alejandro Dumas obtuvo una enorme fortuna con sus obras, que dilapidó con prodigalidad en fiestas, viajes, vinos caros, aventuras empresariales y la construcción de un castillo llamado «Montecristo». En el terreno político, fue un republicano ardiente que apoyó y formó parte de la revolución de 1848, por lo que se vio involucrado en problemas políticos y asediado por acreedores en 1851, huyendo a Bruselas (Bélgica).
En 1851, Alejandro Dumas volvió a Francia, recibiendo duras críticas y censuras y embarcándose en diversas empresas que no prosperaron y acrecentaron su deuda. Entre las empresas que llevó adelante, figuran el » Théâtre Historique» (1847-1851) y el semanario «Le Monte-Christo» (1857-1860).
Alejandro Dumas falleció el 5 de diciembre de 1870 en Puys, Francia.
Sus Obras más destacadas son:
Los Tres Mosqueteros (1844)
El conde de Montecristo (1845)
Cristina (1830)
Antonio (1831)
La Torre de Nesles (1832)
Kean o Desorden y genio (1836)
Algunas de las mejores frases de Alejandro Dumas
“La experiencia y la filosofía que no conducen a la indulgencia y a la caridad, son dos adquisiciones que no valen lo que cuestan”.
“Si dais la impresión de necesitar cualquier cosa no os darán nada; para hacer fortuna es preciso aparentar ser rico”.
“Hay mujeres que quieren tanto a sus maridos que, para no usarlos, toman el de sus amigas”.
“El matrimonio es una cadena tan pesada que para llevarla hace falta ser dos, y a menudo tres”.
“El amor es física, el matrimonio química”.
“La vida es fascinante, sólo hay que mirarla a través de las gafas correctas”.
“Todos para uno y uno para todos”.
“¿Cómo es que, siendo tan inteligentes los niños, son tan estúpidos la mayor parte de los hombres? Debe ser el fruto de la educación”.
“El arte necesita soledad o miseria, o pasión. Es una flor de una roca, que requiere el viento áspero y el terreno duro”.
“El hombre nace sin dientes, sin cabello y sin ilusiones. Y muere lo mismo, sin dientes, sin cabellos y sin ilusiones”.
“Una madre perdona siempre; ha venido al mundo para esto”.
“Las opiniones son como los clavos: mientras más se golpea contra ellas, más penetran”.
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