El filántropo Eugene Schieffelin concibió la idea, alrededor de 1890, de poner en marcha un proyecto para llevar a América todos los pájaros mencionados por Shakespeare en sus obras. Bienintencionada, pero desgraciadamente, Schieffelin logró que se soltaran estorninos en el Central Park neoyorquino.
Hoy en día, estas aves han proliferado por millones desde Alaska hasta México, sin verse molestadas por ningún depredador y convirtiéndose en una plaga perniciosa, al alterar el equilibrio ecológico.
Por Ángel Daniel Fernández @andafero
--
--