El Santo Sepulcro, el testigo de la crucifixión y la resurrección
La Iglesia del Santo Sepulcro, es uno de los lugares más importantes de la religión católica. Está situada en Jerusalén, específicamente en el lugar donde –según los evangelios-, Jesús fue crucificado y el mismo donde resucitó días después de su muerte.
El centro religioso, recibe más de 90.000 visitas al año. Si bien es un lugar apto para todo público –sin diferenciaciones por culto-, está fuertemente resguardado por un gran equipo de seguridad. Pero los guardianes oficiales del Santo Sepulcro, son los miembros de una familia musulmana.
La familia Husseini es la única en el mundo que tiene acceso a la llave y la única con el derecho y el deber de renovarla cada vez que sea necesario. La primera llave tiene 850 años y está en desuso, la segunda, tiene 200 años y es la que se usa actualmente.
Los misteriosos guardianes del Santo Sepulcro, una tradición milenaria
Adeeb Jawad Joudeh Al Husseini, es un musulmán responsable de las llaves del Santo Sepulcro. Su familia se ha encargado de esta delicada y sagrada tarea durante años. Husseini explica, que es “un verdadero honor” tener una labor tan sagrada en sus manos.
La tarea se ha pasado de generación en generación y nunca ha salido del hilo de sangre de la familia Joudeh. El trato se maneja por contratos, su familia cuenta con contratos escritos en pergaminos con letras de oro de 1517 en los se que especifica su labor: proteger la llave del Santo Sepulcro, abrirlo y cerrarlo diariamente.
“Comencé mi entrenamiento como guardián a los 8 años. Pasa de padre a hijo. He hecho esto por más de 30 años y siento que la Iglesia del Santo Sepulcro es mi segunda casa”, explica Husseini.
Esta es la herencia de mi familia. Es todo lo que tenemos como familia y es un honor, no solamente para nuestra familia, es un honor para todos los musulmanes en el mundo.
Adeeb Jawad Joudeh Al Husseini
¿Por qué ellos son los guardianes de la llave?
Cuenta la historia, que la tarea fue asignada a la familia por Saladino, uno de los más grandes mandatarios del mundo islámico.
Los miembros de la familia, conservan como reliquia, documentos del Imperio otomano que explican en letras de oro cuáles son los deberes de la familia y los describen como los ‘únicos responsables y con la potestad de tomar decisiones sobre la llave del Santo Sepulcro’.
«Heredamos también, el respeto por otras religiones»
Resulta sorprendente que las llaves del Santo Sepulcro, estén en manos de un musulmán, pero Husseini explica que justamente ahí radica la magia de Jerusalén, la mezcla de religiones y el profundo respeto que sienten una por la otra.
“Para mí, la fuente de coexistencia para la religión islámica y cristiana, es la Iglesia del Santo Sepulcro, y eso fue cuando Umar ibn al-Khattab tomó las llaves de Jerusalén de la mano del patriarca Sofronio y le dio seguridad y protección a los cristianos de la religión. Coexistimos y pasamos paz y amor, que es la verdadera esencia de la religión islámica”, explica Husseini.
Una tradición familiar que busca preservar amor, respeto y paz
Las familias Husseini y Nuseibehs, trabajan árduamente todos los días del año, con el propósito de proteger y mantener a salvo las reliquias de la religión.
Ambas familias musulmanas, insisten en que lo más importante de Jerusalén, es que representa un centro multireligioso pero sobre todo, espiritual y que la cooperación entre fieles, debe mantenerse pese a las dificultades políticas y las llamadas ‘guerras santas’.
Con información de CNN | DailySabah | Playbuzz
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