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Las cábalas más extrañas de los futbolistas

Las cábalas más extrañas de los futbolistas

El futbolista es supersticioso. Cualquier ayuda que sientan que les puede dar una mano. Para ganar o jugar bien la van a hacer. Unas son muy extrañas y las hacen a la vista de todos. Quizá ahora puedan saber por qué hacen ciertos rituales para entrar a jugar.

INTERESANTE

Hay muchos jugadores que van al extremo y sus cábalas son francamente chistosas, otras tienen cierta lógica y otras son hasta asquerosas, pero lo que es cierto es que sienten que les dan una ventaja contra su rival, que probablemente también hizo alguna especia de ritual antes de entrar a jugar.

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Repasemos algunas de las cábalas más extrañas de los futbolistas en el mundo

Entrar siempre con el pie derecho al campo

Esta es básica, entrar con el pie derecho al campo lo hacen casi todos los jugadores y no solo de futbol, sino de muchos deportes. ¿La razón? Es simple. Se piensa desde hace muchos años que el lado izquierdo es de mala suerte, es por eso la expresión “te levantaste con el pie izquierdo” cuando te va mal durante el día.

Dense cuenta cada que entran a la cancha. Si ven que van a dar el paso con el pie izquierdo, cambian su ritmo y hasta dan dos brincos para evitar pisar el terreno de juego con la “siniestra”. A esta tradición de entrar con la derecha, se le suma no pisar las líneas.

Esto viene de Argentina, en donde se pensaba que al pisar las rayas se hacía una cruz y se te negaban los goles. Entonces evitan pisarla y menos con la izquierda, eso sería motivo de una desgracia que no les permitirá concentrarse durante el juego. 

Usar la misma ropa con la que ganaste algo

Esta es hasta un poco sucia. Muchos jugadores prefieren no lavar su uniforme si ganaron el partido pasado con él. Esto es porque piensan que el agua y el jabón de alguna manera limpia la buena suerte y no quieren que se les vaya.

René Higuita de Colombia no lavaba sus shorts azules y los utileros del equipo tenían prohibido meterlos a la lavadora y entregárselos limpio. Obviamente, ya se imaginarán el olor del portero después de haber sudado durante 90 minutos o más con un uniforme que básicamente tenía mucho kilometraje.

Michael Jordan tenía una similar con sus shorts de Carolina del Norte, siempre los usaba debajo del uniforme de los toros de Chicago, pero la diferencia, era que el sí los lavaba.

Un equipo que llevó al extremo esta práctica fue la selección francesa de 1998. Prometieron no bañarse ni lavar las playeras, a menos de que fuera absolutamente necesario, para así llegar a ganar la copa del mundo. Les funcionó porque terminaron levantando el título mundial.

La Copa no se toca

Esta es sagrada entre casi todos los jugadores. Cuando salen al terreno de juego antes de cada final, la organización les pone la copa en el túnel de salida y siempre se escucha que gritan “La copa ni se mira ni se toca”. 

La razón es sencilla. Los futbolistas piensan que al tocarla antes de ganarla es una señal de confianza y de mala suerte. El trofeo solo se toca si se gana, no antes ni después solo si la ganan. Obviamente, no falta el jugador desubicado que la toca porque no le importa. 

Hay muchísimos casos de jugadores que tientan a la suerte y tocan la copa para terminarla perdiendo. Un caso es el de Dimitri Payet que tocó la Europa League antes de jugar, y hasta salió lesionado en el primer tiempo en el juego que perdió el Marsella en 2018.

Hay otros que lo hicieron y la ganaron, como Ludiovic Giuly que tocó la Champions League del 2006 con el Barcelona y la terminó ganando. Pero inició perdiendo y la gente se lo quería comer vivo. Al final pudo festejar y solo quedó en anécdota.

No tirar a gol en el calentamiento

Un delantero vive de goles, son para lo que le pagan y la fuente de su popularidad. Durante los calentamientos es común ver a los jugadores intentar remates al arco para afinar puntería, o simplemente porque es un poco divertido y relaja antes del partido.

Pero hay muchos delanteros mundiales que prefieren calentar sin tirar al marco porque piensan que se les acaban los goles y los quieren guardar para el partido. Piensan que tienen una cantidad de anotaciones en ellos y no quieren desperdiciarlos.

Hugo Sánchez, el pentapichichi del Real Madrid, nunca remataba en los entrenamientos ni en los calentamientos. Él prefería guardar sus goles para los partidos. Gary Lineker, hacía lo mismo, prefería reservar sus anotaciones para donde contaban.

No cantar el himno

Esta es una polémica por lo que significa. Entonar el himno de tu país es un honor en cualquier competencia internacional. Todos lo sienten con el corazón y algunos hasta lloran con las notas que llenan el estadio.

Pero hay varios jugadores que prefieren guardar silencio porque sienten que les va mejor si no lo cantan. Mario Gómez de Alemania un día no lo cantó y anotó dos goles, a partir de ese dia dejó de cantarlo. 

Esto le llevó fuertes críticas, pues decían que no se sentía alemán. Gómez tuvo que salir a decir que no era el caso y que era una cuestión de superstición. Él estaba orgulloso de ser alemán, pero no cantaría el himno porque le dio buena suerte. Situación complicada de entender para muchos.

Vendajes permanentes

Esta es curiosa también. Jugar futbol tiene un riesgo de lesión y obviamente si te lastimas te tienen que vendar. Pero es tanta la superstición que, si con el vendaje haces buen juego, pues ya es parte de tu indumentaria.

Sebastián Verón de Argentina, usaba cinta por debajo de las rodillas por una inflamación que ya había sanado, pero un buen juego que tuvo con la selección, hizo que ese vendaje fuera permanente. “La Bruja” alegaba que le daba seguridad y suerte.

La más común y que hemos visto en la última época es el vendaje en la mano. Luis Suárez, Karim Benzema y Raúl Jiménez, tuvieron una lesión en la mano y ahora se vendan cada juego. Es más, es parte ya de su personalidad, pues aunque ya no sufren de sus lesiones. Sienten que el vendaje les trae suerte y protección.

Hay muchas más que podemos profundizar en otro artículo, pero si practicas futbol ¿Cuál de estas haces?

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