Gracias a las películas, se han visto infinidad de planes de espionaje y contraespionaje durante la Segunda Guerra Mundial, pero la verdad es que no son un invento del séptimo arte. En 1943, los británicos permitieron que los nazis interceptaran una serie de documentos confidenciales, los cuales eran falsos y los distrajeron de los verdaderos objetivos aliados.
Invasión a “Grecia”
En 1943, los Aliados querían tomar el control absoluto sobre el mar Mediterráneo; para ello, decidieron que el plan más factible era el de invadir a Italia, así podían lograr dos objetivos de gran magnitud: controlar el mar y desestabilizar a una de las fuerzas del Eje.
Teniendo conciencia de lo complicado que era este plan en un inicio, el Servicio de Seguridad y la Marina Real de Gran Bretaña tuvieron una idea que cambiaría el curso de la guerra.
Los Aliados permitirían a los nazis interceptar una serie de documentos confidenciales que tocarían dicho plan, pero se hablaría de una invasión a Grecia y no a la isla de Sicilia, donde se terminó llevando a cabo la operación. Esto despistaría a las Potencias del Eje, dándole camino libre a los Aliados.
William Martin
Teniendo el plan en mente, solo faltaba hacerles llegar los documentos a los nazis, y la estrategia empleada fue haciéndoles llegar un cadáver que llevaba consigo los papeles.
El cuerpo usado fue el de un vagabundo que se había suicidado con veneno de ratas, pero cumplía con lo necesario para hacerlo pasar como el cadáver de un militar importante.
William Martin fue la identidad que se le dotó al cuerpo. El nombre perteneció a un personaje ficticio, el cual fue un capitán galés de la Marina británica, quien fue encontrado en las costas de Huelva, España.
Las pertenencias de Martin
Los británicos pensaron en cada detalle para que la operación fuese creíble, así que dotaron a Martin con unas cuantas pertenencias que hicieran más digerible su identidad.
El cuerpo fue hallado junto con una bolsa en donde se encontraron cosas como: llaves, entradas al teatro, cartas personales, fotografías, facturas y los tan ansiados documentos falsos. Lo hallado le dio personalidad al cadáver, quien también traía consigo una placa militar.
¿Por qué en Huelva?
Se decidió que la operación se llevaría a cabo en las costas de Huelva por varios motivos.
El cadáver debía ser encontrado en el mar, así se justificaba su mal estado y era mucho más fácil acercarlo a territorio enemigo.
Huelva queda en la ruta entre Inglaterra y el norte africano, por lo que sería lógico pensar que Martin sufrió un ataque enemigo mientras sobrevolaba este trayecto.
La buena relación entre Franco y Hitler aseguraba que habría presencia nazi en España, haciendo más factible que los alemanes interceptaran el cuerpo.
Carne picada
Dado a que se iba a trabajar con un cadáver, los involucrados en este proyecto decidieron que llevara por nombre «Operación Carne Picada».
El 30 de abril de 1943, el cadáver es dejado en las orillas de Huelva; ese mismo día, es hallado por un pescador de la zona y llevado a la morgue local.
Tres días después, el cuerpo es entregado a las autoridades británicas. Luego de un mes, los Aliados piden a España que devuelvan cualquier tipo de documentación encontrada junto a Martin, y el 13 de mayo, los documentos arriban a Inglaterra.
Durante ese período de tiempo, se descubrió que los alemanes estaban siguiendo el caso, y una vez que se confirmó que cayeron en el anzuelo, Winston Churchill recibió un telegrama que decía: “Se han tragado toda la carne picada”.
Entre el 9 y el 17 de julio, los Aliados tomaron Sicilia, y para el 27 de dicho mes, Mussolini ya no tenía el control de Italia.
Por: Luis Alejandro Mejías / @luis.amt / Culturizando
Con información de RTVE / Hipertextual / BBC
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