¿Quién fue Sylvia Plath?
Sylvia Plath es una de las figuras más fuertes en el mundo de la poesía. Es una de las poetas más reconocidas del mundo y la primera en ganar el Premio Pulitzer a la Poesía después de fallecer. Escribía sus poemas con el único propósito de satisfacer su sed, lo hacía como una especie de catarsis. Narraba su vida por medio de sus letras y sus rimas, con frecuencia utilizaba las metáforas y los símiles para explicar mejor sus sentimientos.
Un pasado atropellado marcó su vida
La infancia de Plath estuvo lejos de ser sencilla. Su padre fue una figura muy importante en su vida, una de sus inspiraciones y quien la impulsó a escribir. Lamentablemente murió poco después de que Sylvia cumpliera 8 años, la edad con la que publicó su primer poema. Despedirse de su padre marcó eternamente su vida y desde ese momento, comenzaron los ataques de depresión.
La relación con su madre no era la mejor, Sylvia desde niña tuvo tendencias independientes, quería lograr la libertad y soñaba con el feminismo cuando el concepto ni existía en su época, todo lo contrario a su madre, quien era de carácter sumiso, ocultaba sus sentimientos y al parecer, no tenía grandes sueños.
Una de las frases más emblemáticas de Sylvia es «Mi gran tragedia es haber nacido mujer» y está inspirada en el carácter sumiso de su madre. Plath insistía en que su vida hubiera sido muy diferente si hubiera tenido las mismas oportunidades que un hombre cualquiera.
Su depresión la llevó a intentar quitarse la vida en múltiples ocasiones, la primera fue en 1953 cuando decidió esconderse en el sótano de su casa acompañada de un frasco de pastillas para dormir de su madre. Más tarde escribió, que lo hizo “persiguiendo voluntariamente la oscuridad, honestamente creía que me llevaría al olvido eterno”.
Tus propias limitaciones te crucifican
Sylvia Plath
La vida de Plath estuvo llena de todo tipo de frustraciones, una de ellas era que no se sentía suficientemente poderosa para lograr todo lo que quería. Vivió muchos rechazos de editoriales por ser mujer, por eso tenía tendencias feministas tan fuertes y tan marcadas.
¿Cómo se interesó por la escritura?
Sylvia se interesó por la escritura desde muy pequeña. Su primer poema salió publicado en el Boston Traveler cuando tenía 8 años. Inició su carrera escribiendo de la naturaleza «La primavera, la nieve, las hojas, son la clase de cosas de las que escribes cuando no tienes grandes problemas que internalizar» solía decir Plath.
Comenzó a escribir diarios desde los 11 años y desde entonces se convirtió en una terapia personal que la ayudaba a sobrellevar su depresión. La escritura sufrió de depresión clínica durante toda su vida.
«Mis poemas surgen inmediatamente de la experiencia sensitiva y emocional que tengo» . Su inspiración era su vida diaria, curiosamente decía que escribir poesía era un trabajo de egocéntricos y narcisistas: «Prefiero a los médicos, a los abogados, a las parteras… A cualquier cosa antes que a los escritores, son la cosa más narcisista que existe» Irónicamente, Plath siempre sufrió de problemas de autoestima.
Sylvia era una mujer brillante, pese a sus problemas emocionales, era una destacada estudiante, en numerosas ocasiones se ganó becas que le trajeron grandes beneficios. La primera la utilizó como inspiración para uno de sus libros y en la segunda, conoció a quien se convertiría en el amor de su vida, el poeta Ted Hughes.
Ted Hughes, el amor y la maldad en una misma persona
La relación entre ambos fue muy tóxica. Se conocieron en una fiesta cuando ambos eran estudiantes de la Universidad de Cambridge y decidieron casarse 4 meses después de conocerse.
Tuvieron dos hijos y su matrimonio duró seis años. Sylvia descubrió en numerosas ocasiones infidelidades de Ted por lo que intentó dejarlo por completo más de una vez, pero todo se complicaba por sus dos hijos.
La relación no tenía bases en el amor, en varias cartas que Sylvia envió a su psiquiatra durante su vida, narra explícitamente el maltrato físico y psicológico que le aplicaba Ted. Uno de los episodios más fuertes fue un golpe que le dio en el abdomen poco tiempo después de sufrir un aborto involuntario.
La depresión pudo más: el suicidio de Plath
La depresión era parte de su vida y poco a poco había aprendido a luchar contra ella, pero poco a poco se fue apoderando de su mente y ya no la dejaba continuar. El insomnio comenzó a ser parte de su vida, tenía náuseas constantes y había perdido más de 12 kilos. Los seis meses previos a su muerte, fueron los peores de su vida.
Un día, mientras esperaba que llegara la niñera de sus hijos, tomó la decisión de quitarse la vida. Encerró a sus hijos en los cuartos, bloqueó las rendijas de la puerta con toallas y fue a la cocina, donde metió la cabeza en el horno y murió ahogada con gas. La encontró muerta su niñera.
Muchos culpan de su muerte a Ted, por los maltratos constantes que le hacía y porque no era una figura de apoyo en su vida, pero nadie sabe realmente cuál fue el punto de quiebre. Después de su muerte, Higher fue el que se encargó de publicar todos sus trabajos y mantener vivo su legado en la poesía.
¿Qué leer de Sylvia Plath? Sus dos obras más destacadas
La escritora dejó una enorme cantidad de poemas, cuentos para niños, cartas y diarios personales, todas son consideradas grandes obras literarias, pero hubo dos que marcaron un hito en su carrera:
La campana de cristal (o The Bell): publicada en 1963, es una novela semi autobiográfica que cuenta la historia de una joven que fue enviada por una beca a Nueva York a estudiar, pero que no logra disfrutar el viaje producto de su depresión y ansiedad.
Ariel: es un compendio de su poesía en los que narra al azar todo tipo de historias personales, que involucran a todas las personas que fueron influyentes de una forma u otra en su vida. Desde el doctor que quiso tratar su depresión con electricidad, hasta su padre.
Con información de PlayBuzz / ABC / ElCultural
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