La ‘Titanoboa’ es una especie extinta de serpiente que vivió en el Paleoceno en Sudamérica entre hace 60 y 58 millones de años.
Las especies de serpientes grandes han agitado la imaginación de la gente desde siempre; la película Anaconda (1997) es un ejemplo vistoso. No obstante, en ocasiones la ciencia revela que la fantasía del hombre se queda corta frente a la realidad. Es lo que ha pasado con el descubrimiento de la titanoboa, un bífido gigante del que nada se sabía hasta hace muy poco.
La razón de este misterio es el tiempo, ya que se trata de una criatura que vivió en el Paleoceno, en un período aproximado de entre 60 y 58 millones de años atrás. Hasta ahora la Titanoboa es la serpiente de mayor tamaño de la que se guarda registro.
Un gigante de la prehistoria
Los fósiles hallados de este animal revelan que sus dimensiones variaron entre los 12,8 y los 14,5 metros, dejando muy atrás a las anacondas, las serpientes más grandes de la actualidad; capaces de alcanzar los 6 metros de longitud. En la adultez, la ‘Titanoboa’ podría haber llegado a pesar hasta 1.134 kilogramos.
El nombre científico de este bífido es Titanoboa cerrejonensis. Su apellido alude a su lugar de origen: el Cerrejón, una mina de carbón a cielo abierto ubicada en el Departamento de la Guajira en Colombia. El hallazgo del animal fue llevado a cabo por un grupo de paleontólogos de la Universidad de Toronto, los cuales analizaron los restos provenientes del país sudamericano.
El clima y la serpiente
A raíz del estudio antes nombrado, el 04 de febrero del 2009 apareció en la revista Nature un artículo que resalta la importancia de conocer la biomecánica de la Titanoboa, ya que se trata de un aspecto que podría arrojar información esclarecedora sobre el clima que tuvo la zona sur del continente americano durante el Paleoceno.
Las serpientes son conocidas por tener la sangre fría, un rasgo que las convierte en animales ectotermos, es decir, que dependen de la temperatura del medio en que se encuentran para sobrevivir.
Según esto, la temperatura del ecosistema en que habitó la Titanoboa pudo oscilar entre los 31 °C y los 34 °C, seis grados por encima del promedio actual que se puede verificar en la ciudad colombiana de Cartagena.
De ser correctas estas predicciones, la teoría de que las plantas del trópico tendrían problemas para adaptarse a condiciones de calor extremo quedaría en entredicho.
Con información de: Nature / Wikipedia
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