Menú
La peculiar historia de Adele Bloch Bauer, la musa de Gustav Klimt

La peculiar historia de Adele Bloch Bauer, la musa de Gustav Klimt

Envuelta en oro y con una mirada perdida y apacible, en medio de un inmenso cuadro de  138 x 138 cm se encuentra Adele Bloch Bauer, la musa más controversial del pintor austríaco Gustav Klimt.

CULTURIZANDO EN WHASTAPP

¿Quién fue Adele Bloch Bauer?

Adele Bloch Bauer nació en Viena en 1881, fue hija de un importante banquero, tuvo una infancia llena de lujos e incentivos culturales. Se casó muy temprano con un magnate de la industria azucarera, Ferdinand Bloch Bauer.

Pese a que evidentemente fue un matrimonio arreglado por ambas familias, el azucarero sentía un verdadero afecto por Adele a quien siempre  complacía sus antojos y costeaba sus lujosos encuentros sociales.

Amante del arte y de las buenas conversaciones, su fama comenzó a crecer por las fiestas que ofrecía en las que invitaba numerosos artistas e intelectuales. No era una mujer festiva, pero la entretenían los genios. Fue una mujer muy fuerte conocida por su vulnerabilidad emocional y al mismo tiempo su carácter marcado e intransigente, marcaba la diferencia en la sociedad tradicional de Viena.

Su sobrina Maria la describe de esta manera:

“Fue una mujer fría e intelectual que se convirtió en una socialité. No era muy feliz, fue un matrimonio arreglado pero sin hijos, tuvo dos abortos espontáneos y se le murió su único bebe. La recuerdo extremadamente elegante, alta y delgada. Siempre vestía un vestido blanco de seda y siempre estaba fumando.”

Un retrato para regalar

La familia Bloch Bauer siempre fue amante del arte, no solo de coleccionar pinturas, sino de apoyar nuevos artistas y mandar a hacer obras personalizadas para los miembros de la familia. Gustav Klimt fue uno de sus favoritos.

El primer retrato de Adele fue un encargo especial de Ferdinand, quien planeaba otorgárselo a su familia como obsequio. Este negocio fue una gran oportunidad para Klimt quien se veía sumergido en una terrible crisis profesional debido a que la Universidad de Viena había catalogado sus trabajos como “obscenos y pornográficos.”

La obra de 138 x 138 cm,  hecha con óleo y oro sobre tela marinera, fue mostrada al público por primera vez en 1907, la delicadeza de los trazos, la profundidad de la mirada y el icónico color oro la convirtieron enseguida en una de las piezas más importantes del momento. Es considerada un tesoro del Art Nouveau.

Un romance entre la musa y el pintor

Gustav Klimt fue conocido por su magnetismo con las mujeres, los historiadores de arte lo catalogan como un “Frauenversteher” o un “entendedor de mujeres”. Sus musas, que no fueron muy abundantes, compartían características: Todas eran mujeres de rasgos poderosos, carácter fuerte y con una sensualidad misteriosa.

Los rumores entre una posible relación entre Gustav y Adele comenzaron a rondar, a pesar de que nunca se confirmó ni se negó la noticia, para nadie fue un secreto que ambos mantenían un afecto muy estrecho.

Adele fue la única mujer que apareció más de dos veces en las pinturas de Klimt y fue la protagonista de más de 200 dibujos y bocetos previos a sus do grandes cuadros “Retrato de Adele Bloch Bauer I” y “Retrato de Adele Bloch Bauer II”. Se especula que la figura semi desnuda en la obra “Judith y la cabeza de Holofernes” y la mujer con los ojos cerrados en “El beso” también representan Adele.

Adele Bloch Bauer murió de meningitis en 1925 con tan solo 43 años. Después de su muerte su habitación se convirtió en una especie de santuario para Klimt quien la visitaba con frecuencia.

¿Un tesoro nacional o una herencia familiar?

Adele había escrito en su testamento que dejaba todos sus cuadros y sus obras de arte al museo Beldevere. Su esposo Ferdinand planeaba honrar los deseos de su fallecida esposa pero con la llegada de los nazis a Viena en 1938 complicaron las cosas.

“La dama de oro” considerada la Mona Lisa de Austria tuvo un destino bastante peculiar, fue confiscada por los nazis y entregadas al museo Beldevere (como lo quiso Adele en un principio). Conociendo el valor de los cuadros confiscados, los nazis lo declararon “patrimonio austriaco” para que fuera imposible sacarlo del país.

Ferdinand Bloch Bauer, quien huyó a Suiza, antes de morir escribió un testamento en el que alegaba que todos los cuadros se los dejaba a sus sobrinos (cuadros que consideraba imposibles de recuperar.) esto inhabilitaba el testamento de Adele puesto que Ferdinand fue el que pagó por cada uno de los trabajos.

Maria Altmann, su sobrina descubrió el testamento y decidió pelear por sus derechos. Mientras el museo Beldevere abogaba que el testamento de Adele decía que se los otorgaba a ellos, Altmann peleaba que el dueño legal de los cuadros era Ferdinand.

Después de 6 años de pelea y lucha legal contra el museo y Austria, el cuadro fue entregado a María Altmann de 83 años, sobrina lejana de Ferdinand, quien lo subastó.

Maria Altmann, subastó el cuadro en la ciudad de Nueva York y ganó 135 millones de dólares por él, convirtiéndose en el cuadro más caro de la historia. Desde ese momento “La dama de oro” se encuentra en la galería de arte privada Neue Galerie, en la quinta avenida de Nueva York.

Una película para Maria Altmann

“La dama de oro” es una película británica dirigida por Simon Curtis y con guión de Alexi Kaye Campbell, que narra la historia de Maria Altmann, la sobrina de Ferdinand y su búsqueda por el cuadro que por derecho legal le pertenece. La película fue protagonizada por Helen Mirren y Ryan Reynolds y está basada en hechos reales.

Por Mary Villarroel Sneshko | @Vivodesorpresas  | Culturizando

Con información de: BBC | Semana | El pais 

--

--


Lo que más gusta

Lo más destacado