La Primera Guerra del Opio o la primera guerra anglo-china fue un conflicto armado librado entre el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y China entre 1839 y 1842, por diferencias en cuanto al comercio con opio en la China continental. Reino Unido buscaba la apertura del tráfico de opio, mientras que el gobierno imperial de la China intentaba prohibirlo.
Debido a que el comercio con China era complicado, pues las naciones occidentales no poseían nada de valor para intercambiar, se empezó a buscar distintos métodos, entre ellos la venta de drogas y adictivos a la población.
Para 1839, el opio surtido por Estados Unidos, Reino Unido y Francia había alcanzado a los campesinos aislados y los obreros gastaban 2/3 de sus ganancias en mantener su adicción. Ante esto, el emperador chino prohibió el opio y expulsó a los comerciantes británicos, al llegar a Londres se quejaron ante el gobierno británico, el cual decidió atacar a China con su poderosa flota para obligarla a comprar el opio cultivado en la India británica.
Las tropas chinas no pudieron hacer frente a los británicos, se rindieron ante ellos, y China tuvo que aceptar la rendición con la firma del Tratado de Nankín.
El tratado se firmó el año de 1842 y estipulaba el fin de la Primera guerra del Opio. Con él, China cedía la isla de Hong Kong a Gran Bretaña y aceptaba la apertura de sus puertos al comercio internacional. El 1 de julio de 1997 Hong Kong fue devuelto a China (155 años después de la firma del tratado).
Foto: The Opium Ships at Lintin in China, 1824 / National Maritime Museum
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