Para los romanos, el calendario era un instrumento que ayudaba a determinar las fiestas religiosas. Los romanos se referían a los días del mes de una forma mucho más complicada a la conocida actualmente.
Las «calendas» eran los primeros días de cada mes. El «calendario» era pues el registro de las calendas para un año. El comienzo del año en la era romana era el mes de marzo, y se llamó de esa manera en honor a «Marte», dios de la guerra; abril, fue llamado por «Apru» que era la diosa etrusca de la fertilidad (como Aphrodita para los griegos); mayo, en honor a «Maia», la diosa de la primavera; junio, en honor a «Juno», esposa de Júpiter y diosa del matrimonio.
En la época de Julio César, Quinctilis se cambió por julio en su honor, y un poco más tarde, en los años del emperador Augusto, se cambió Sextilis por agosto. Los meses de enero y febrero, como se explica más adelante, se añadieron después. Febrero fue llamado así en honor a Februa, el festival de la purificación, y enero por el dios Jano, dios de las puertas.
El calendario romano
En primer lugar dividían el mes en tres períodos: kalendas, nonas e idus que en principio se correspondían respectivamente con la luna nueva, la luna media y la luna llena. Esto significa que no conocían la división en “semanas”, que no se impuso en realidad hasta el emperador Constantino.
Las kalendas, (palabras que algunos relacionan con kalare = llamar) indicaban el principio del mes, cuando aparecía la luna creciente, y por tanto correspondían al día 1.
Las nonas indicaban el primer cuarto de luna y se correspondían con el quinto día de los meses de Enero, Febrero, Abril, Junio, Agosto, Septiembre, Noviembre y Diciembre; y con el séptimo día de los meses de Marzo, Mayo, Julio y Octubre.
Los idus indicaban la luna llena y se correspondían con el día 13 en los meses en que las nonas caían el día cinco y con el día 15 en los que las nonas caían el siete
A estos hitos de cada mes se referían en forma adjetiva; es decir, al día 1 de enero le llamaban “Kalendae Ianuariae; calendas eneras», diríamos, aunque con la terminación correspondiente al caso ablativo de circunstancia de tiempos “Kalendis Ianuariis”; al 1 de febrero le llamaban “Kalendae Februariae; calendas febreras», diríamos; al 5 de enero le llamaban “Nonae Ianuariae”; al 7 de marzo “Nonae Martiae”.
Al 15 de marzo (día en que murió asesinado Julio César en el año 44 a.C.) le llaman “Idus Martiae”.
“Cuídate de los Idus de Marzo” es precisamente lo que un adivino aconsejó a César, al que no hizo caso, y desde entonces la frase ha quedado como prototipo de advertencia y consejo de prudencia ante una situación que se anuncia peligrosa.
«Ad kalendas graecas» es una frase proverbial latina que significa literalmente «para las calendas griegas», pero como los meses griegos no tienen calendas lo que en realidad significa es «para nunca».
Esto ciertamente parece complicado, pero es mucho más complejo cómo se denomina al resto de los días del mes. Pues bien, siempre se denominan por referencia al momento clave (kalendas, nonas, idus) posterior. Es decir, cuentan los días que faltan, teniendo en cuenta el punto de partida y el de llegada, hasta el hito posterior.
Así el día 2 de enero era el “sexto día antes de las nonas de enero”, es decir “ante diem VI Nonas Ianuarias”; el día el 16 de Enero, teniendo en cuenta que enero tiene 31 días, será el día “décimo séptimo antes de las kalendas de febrero”; en latín “ante diem XVII (decimum septimum) kalendas februarias”; el día 17 será el día décimo sexto antes de las kalendas de febrero (ante diem XVI kalendas februarias) y así sucesivamente. Sólo al día anterior de cada hito (kalendae, nonae, idus) se le llamaba “pridie = el día de antes) y al siguiente “postridie = el día después). “Víspera” , deriva de “vesper”, palabra latina que significa “tarde”, naturalmente del anterior al día siguiente.
Con información de: Wikipedia / Antiquitatem.com | Foto: Antigua roma / Shutterstock
--
--