Salif Keita además de ser un gran exponente del pop africano, también desciende de una antiquísima dinastía real; sin embargo, es más recordado por su increíble labor benéfica para los tan marginados albinos… ¡Conócelo!
El Imperio de Mali
Haciendo un poco de historia, el país africano de Mali fue gobernado desde el siglo XI hasta al XVII por una monarquía, la dinastía Keïta. Descendían de un esclavo liberado que aceptó el islam como su religión, llamado Bilal Keïta. Por más de 500 años gobernaron el territorio maliense, pero una vez cae el imperio, los miembros de la familia se dividen en clanes entre Guinea y Mali, solo que en este último únicamente existe una familia con el apellido, núcleo de donde nacería Salif Keïta en 1949.
Salif era uno de los herederos de una dinastía antiquísima, que aunque ya sus miembros no reinaban, efectivamente gozaban de prestigio en la nación. Pero desde que él nació, se supo que su familia no lo aceptaría… ¿Por qué? Pues la futura estrella había “cometido el pecado” de nacer albino…
Salif Keita: el peculiar heredero
Salif fue repudiado por su familia debido a esta condición genética que se caracteriza por la despigmentación total –o parcial- de la piel, cabello y vellos, aunado a los trastornos oculares que suele incluir. Pero más allá del propio rechazo intrafamiliar, los albinos son perseguidos en África para poder extraer sus órganos o ser sacrificados, así que efectivamente la vida de nuestro protagonista corría un grave peligro.
Afortunadamente para él, logró huir a Bamako, la capital de Mali, cuando tenía menos de 18 años. Cuenta él que cuando era pequeño se escabullía para ir a escuchar a la Rail Band (agrupación patrocinada por el Gobierno maliense), pero al poco tiempo de llegar a Bamako, él mismo se uniría al ensamble, a pesar de las negativas de su padre quien consideraba que los mandinga (su etnia) no debían inmiscuirse en ese mundo.
Pero por el contrario, era ahí donde el corazón de Salif se encontraba, comenzando así su brillante trayectoria musical…
Años después, se uniría a la banda, Les Ambassadeurs, pero debido al golpe de Estado que la nación acababa de vivir, la agrupación huyó a Costa de Marfil en 1970. Eventualmente el grupo entró en un hiato del que no saldrían hasta 2014, pero la carrera de Salif pudo escucharse en todo el mundo por sí sola.
Salif Keita y su trayectoria internacional
Salif ya era bien conocido en el continente africano, pero como su meta era expandir su mensaje más allá de las fronteras, el artista se muda a París en los años 80… Es en esta ciudad donde comenzaría su importante trayectoria musical: a través de sus instrumentos tradicionales como las koras o los yembés, Salif logró a hacerse un nombre conocido en Europa y un gran exponente del afropop, además, su sonido se caracterizó por la fusión con música más familiar para el oído occidental, incorporando los mencionados instrumentos con otros como los órganos y los saxofones.
Pero además de ser apreciado por su iniciativa folclórica, Salif también fue aclamado por sus álbumes, como el caso de Soro, disco lanzado en 1987 que representó su entrada al mercado internacional, o incluso muchos años después con Maffou de 2002, el cual fue considerado como su mejor álbum en muchos años.
Asimismo, su talento pudo ser apreciado más allá del público del afropop, como cuando formó parte del concierto en honor al cumpleaños 70 de Nelson Mandela (mientras el líder continuaba como preso político). En el evento también estuvieron figuras de la talla de George Michael, Stevie Wonder, Bee Gees, Sting o Whitney Houston.
Incluso su canción «Tomorrow» fue incluida en la banda sonora de la película Ali, protagonizada por Will Smith; no obstante, sus temas más reconocidos son el hit «Madan», o la emotiva «Yamore», canciones donde el artista deja a la cultura mandinga en alto.
Además, siendo él una persona que vivió en carne propia lo que era la discriminación, el artista africano ha logrado expandirse por todo el mundo, como cuando su álbum La Différence ganó el premio de Mejor World Music en los Victoires de la musique de Francia, la ceremonia más prestigiosa del país galo. También existe la anécdota de cuando tuvo que cancelar su presentación en Israel a raíz de amenazas del movimiento “activista” palestino BDS. El artista alegó que canceló el evento temiendo por su propia seguridad pero que amaba a Israel.
Con estas historias particulares, Salif demostraba que su mensaje era específico, contar el sufrimiento de los albinos, pero que su música era para todos y que por lo tanto puede ser escuchada por cualquiera sin importar su raza o religión.
Pero volviendo a su mensaje, Salif es más relevante en la actualidad por su esmerada labor en ayudar a sus iguales, los albinos…
El albinismo en África
El artista no pierde ninguna oportunidad que se le presenta para concientizar acerca de las barbaries cometidas en contra de los albinos en el continente africano.
Las personas con esta condición son utilizadas para diferentes tipos de sacrificios humanos; incluso, esto no es algo que esté presente únicamente en la población más ignorante, sino que se sabe que en vísperas de las elecciones en algunos países africanos, los albinos corren más peligro que nunca… ¿Por qué? Pues los políticos son acusados comúnmente de participar en el tráfico de órganos de personas albinas, con el fin de ganar elecciones, probablemente formando parte de estos barbáricos tributos humanos.
Es aquí donde la comunidad albina necesita un portavoz para hacer velar sus derechos, y pues quién mejor que uno de ellos, contando además con una repercusión masiva…
“Cuando la gente me oye o me ve, con el micrófono en la pantalla o en el escenario, se queda impactada, ya que yo demuestro que soy un ser humano completo, al igual que todos los demás”
Salif Keita
El artista preside una fundación con su mismo nombre, donde la meta no es solo detener la discriminación, sino la persecución y el genocidio, como está indicado en su sitio web.
Actualmente nuestra estrella, además de continuar con una importante y necesaria labor social, vive en Mali, el país que lo vio nacer, donde no solo quiso reconstruir un antiguo estudio de grabación para darle más vida musical a su maltratada nación, sino que reside en una pequeña isla en el medio de Bamako, rodeada por el famoso río Níger. También es padre de una atleta paralímpica con la misma condición de albinismo que él, Nantenin Keita.
A pesar de la impresionante trayectoria internacional, Salif, ese que desciende de una dinastía real, continúa humilde mientras ayuda a su gente con su fundación, y vive en su tranquila casa a orillas del río Níger…
Con información de El País / Wikipedia / África Fundación Sur / Salif Keita Foundation
Imagen Portada: Wikipedia
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