El primer semáforo para la regulación del tráfico del mundo se instaló en 1840 en la ciudad estadounidense de Boston. Sin embargo, aquel primitivo semáforo era muy distinto a los actuales. No utilizaba luces, sino un mecanismo compuesto por dos tablillas en las que podía leerse GO y STOP que subían y bajaban alternativamente
No sería hasta 1920 cuando un policía de Detroit llamado William Potts ideara un sistema eléctrico de alumbrado que le permitía controlar tres intersecciones de calles desde una torre. Escogió en los prototipos los colores rojo, amarillo y verde porque eran los que los ferrocarriles venían utilizando, y así nació el primer semáforo moderno que funcionó en el mundo.
Imagen portada: Shutterstock
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