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La historia del beso

La historia del beso

Los besos son una manifestación casi tan antigua como la vida misma… Sigue leyendo y conoce los posibles orígenes y la historia del beso.

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Varias teorías se manejan sobre el origen del beso: como derivado de un impulso de succión proveniente de la infancia y la lactancia; como una tendencia canibalística o como herencia de la costumbre de algunas tribus primitivas de olfatearse y olerse.

Se habla también de que su origen se remonta hasta el hombre del Cromagnon, cuando la mujer del Cromagnon alimentaba a sus crías masticando la comida hasta hacerla puré y luego la pasaba de su boca a la de su pequeño. Las referencias más antiguas dicen que los besos fueron esculpidos 2.500 a. C. en las paredes de los templos de Khajuraho, en la India.

Pero así como se mencionan varias versiones en cuanto al origen del beso, también es variado el significado de los besos a lo largo de la historia.

Significado de los besos

Se describe el beso de codicia y traición en la Biblia; el de codicia se refiere a cuando Jacob besa a Isaac, su padre y le hace creer que es Esaú, el primogénito; con la intención de quedarse con la bendición de su padre y con la jefatura de la familia. El de traición se refiere al que le da Judas a Cristo en la mejilla, con éste entrega al Hijo del Hombre y se condena para siempre.

El Kamasutra por su parte describe tres clases de besos: el nominal, en el que los labios apenas se tocan; el palpitante en el que se mueve el labio inferior, pero no el superior; y el beso de tocamiento, en el que participan labios y lengua.

Los besos en la Antigüedad

Pero el significado del beso es distinto en cada cultura, también en las distintas épocas. Entre los persas, en la Antigüedad, los hombres se daban besos en la boca, pero solo valía para personas de un mismo nivel. Si dos hombres eran considerados jerárquicamente inferiores, el beso debía ser dado en el rostro.

Hasta la segunda mitad del siglo IV a. C., los griegos sólo permitían besos en la boca entre padres e hijos, hermanos o amigos muy próximos. El filósofo Platón declaraba “sentir gozo al besar“.

Por su parte, en la cultura celta se creía que el beso incluso tenía propiedades curativas. – Imagen: Pixabay.-

Para asustar a sus hijos pequeños las madres nativas de Indochina francesa amenazaban darle un beso de hombre blanco. Y en muchas tribus africanas, los nativos reverenciaban al jefe besando el suelo que él pisaba.

Antiguamente en Inglaterra, al llegar a casa de alguien, el visitante besaba al anfitrión, a su mujer y a todos los hijos, hasta al mismo cachorro y al gato. Y en Escocia, el padre besaba los labios de la novia al final de la ceremonia de casamiento. Se decía que la felicidad conyugal dependía de esa bendición en forma de beso. Después, en la fiesta, la novia debía circular entre los invitados y besar a todos los hombres en la boca, que a cambio le daban algún dinero.

La historia del beso desde el Renacimiento a la actualidad

En el período del Renacimiento, el beso en la boca era una forma de salutación muy común. En el siglo XV, los nobles franceses podían besar a cualquier mujer que quisiesen. Y en Italia si un hombre besaba a una doncella en público, estaba obligado a casarse con ella inmediatamente. En Rusia, una de las más altas formas de reconocimiento oficial era un beso al Zar.

Uno de los besos mas conocidos es el “beso francés”, que es en que las lenguas se entrelazan. También es conocido como “beso de lengua”, la expresión fue creada por Volta en 1920.

En el lenguaje esquimal la palabra para besar es la misma que sirve para decir cariño. Por eso en el llamado “beso esquimal”, ellos se frotan sus narices una con otra de forma cariñosa.

Por otro lado, la gente solía besar la mano de aquella persona con un nivel social más alto, o el de mayor jerarquía en la familia, como los padres, abuelos o bisabuelos; o bien quien tuviera un cargo importante en determinado ámbito como el padre de la iglesia, los cardenales, los obispos, etc; ese beso era muestra de respeto más que de afecto; en cambio se besaban en la mejilla dos personas de iguales condiciones como muestra de cercanía.

A las damas, por su parte, para no faltarles el respeto también se les besaba en la mano, en vez de la mejilla.

El beso paso de ser una muestra de afecto a ser también una expresión de amor hacia la otra persona. Sin embargo, durante la Revolución Industrial quedó prohibido. La gente ya no podía besarse en público.

Posteriormente, ante tal prohibición, durante los años 60, la gente se reveló y para demostrarlo hacía lo que no se podía: besarse en público.

Aunque todavía en algunas culturas el beso no es socialmente aceptado, en otras partes del planeta sigue vigente, ya sea para demostrar afecto, cariño, ternura o amor.

Con información de: Semana / La vanguardia / Historias de Nuestra Historia / Foto: Beso Shutterstock

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