El mito alrededor de su vida inspiró, en medio de mucha conversación, al famoso personaje psicópata de Hannibal Lecter; sin embargo, su vida fue trágica y curiosa en múltiples aspectos. ¡Conoce la historia de Robert Maudsley, mejor conocido como “El comedor de sesos”!
Robert John Maudsley (1953 – ) es un asesino británico, que nació en un pueblo cerca de la ciudad de Liverpool. Proviene de una familia problemática, su padre era camionero y su madre ama de casa, quienes maltrataban constantemente a todos. Maudsley incluso declaró que abusaron sexualmente de él cuando era pequeño. Parte de su infancia la pasó con sus hermanos en un orfanato católico, luego de haber vivido durante un tiempo en una institución de cuidado para menores; debido a que sus padres fueron declarados incompetentes para criar.
Aunque en la mayoría de los casos la estancia en estos centros es dolorosa, la de los hermanos Maudsley fue positiva. Luego fueron devueltos a su familia, en donde los abusos físicos y sexuales volvieron a iniciarse. Robert vivió este ambiente hasta los 16 años, cuando decide mudarse a Londres en busca de una mejor vida. Lejos de encontrar tranquilidad, su vida se volvió cada vez más dura.
Vida en la calle y primer asesinato
Maudsley llegó a Londres aproximadamente, en 1973. Ejerció la prostitución para poder comprar drogas. Tras varios intentos de suicidio, fue internado en un hospital psiquiátrico. Para el momento, alegaba escuchar voces que le decían que asesinara a sus padres, y los médicos explicaban que estas alucinaciones podían tener origen en las palizas que su padre le infligía.
En 1974 Maudsley tenía 21 años. John Farrell estaba por iniciar una relación sexual con él, cuando de repente decidió mostrarle fotos de una serie de niños de los que había abusado. Robert, al darse cuenta de que era un pedófilo, se enfureció y lo estranguló hasta la muerte.
Reclusión en un centro psiquiátrico
Fue encontrado por la policía y declarado incompetente para ser detenido en una cárcel común, por lo que fue recluido en un centro psiquiátrico llamado Broadmoor, mientras se daba su juicio y se discutía su castigo. La sentencia de la corte lo condenó por cadena perpetua, pero se ordenó mantenerlo en el hospital para enfermos mentales.
Varios años después, en 1977, Maudsley y otro prisionero secuestraron a un recluso llamado David Cheeseman, acusado por abuso de menores. Los hombres torturaron con golpes al individuo durante nueve horas, hasta que murió cuando le aplastaron la cabeza contra una pared. Ante el hecho, se especularon diversos rumores. La historia más popular es que a Cheeseman le faltaban pedazos de cerebro, por lo que se empezó a decir que Maudsley se los había comido.
Robert fue acusado de tortura y enviado a la cárcel HMP Wakefield, en Yorkshire del Oeste, en Inglaterra. No estuvo de acuerdo con ello y pidió que lo regresasen al psiquiátrico. En 1978 quiso matar a un total de siete personas, pero solo pudo matar a dos. Uno de ellos se llamaba Salney Darwood, acusado de haber torturado a una mujer, quien fue invitado a la celda de Maudsley y posteriormente apuñalado y cortado por la garganta. El segundo asesinado fue Bill Roberts, de 56 años, quien fue perseguido, acorralado y apuñalado hasta morir. Antes de matar a Roberts, había invitado a otros convictos a su celda, pero todos se rehusaron a ir. Robert Maudsley confesó sus asesinatos y entregó el arma homicida que usó para matar a la última víctima.
Confinamiento y estado actual
Años después en 1983, fue trasladado a una celda de aislamiento en el sótano de la prisión por ser considerado demasiado peligroso. La celda mide, aproximadamente, entre 6 y 5 metros de largo y ancho; mientras que la cama es de cemento, y la mesa y la silla de material acartonado. Los vidrios de las ventanas de la celda son antibalas y Maudsley es observado por varios policías las 24 horas al día. Se le permite salir al patio solo una hora, custodiado.
Tiene muchas aficiones artísticas como el dibujo y la música, así como también un coeficiente intelectual alto.
En el año 2000 pidió que le permitieran tener un periquito de mascota y que en caso de no permitírsele le dieran la posibilidad de suicidarse a través de una cápsula de cianuro. Ambas peticiones le fueron denegadas. En 2010 pidió que le introdujeran juegos de mesa a la celda, para aliviar el aburrimiento.
Mito y figura en la cultura popular
Robert Maudsley es uno de los asesinos de Inglaterra que nunca saldrá en libertad. Aunque se hizo muy famoso por, supuestamente, haber comido el cerebro de una de sus víctimas, esto nunca se confirmó científicamente, ya que la autopsia de Cheeseman no reveló señales de canibalismo. Sin embargo, la prensa contribuyó a la creación de esta historia y fue apodado con el nombre de «Hannibal (Aníbal), el caníbal”.
Este mito dio lugar al conocido personaje Hannibal Lecter, creado por Thomas Harris en su novela El dragón rojo (1981). Sin embargo, no es hasta la adaptación cinematográfica El silencio de los corderos (1991) del director Jonathan Demme con Anthony Hopkins en el papel de Hannibal cuando su verdadera historia se extendió por todo el mundo.
Cabe destacar que también existió una película antes de El silencio de los corderos llamada Cazador de hombres (1986), dirigida por Michael Mann.
Y tú, ¿qué opinas de Robert Maudsley? ¿Es víctima de una sociedad cruel y desigual? ¿Es un hombre cruel y despiadado que merece todo el peso que la ley pueda darle?
Con información de: Wikipedia / Rolloid / Criminalia / YouTube
--
--