Luego del ataque a la base aeronaval de Pearl Harbour, el presidente Roosevelt, los mandos norteamericanos y Estados Unidos en general necesitaban un golpe de efecto que elevara la moral. Luego de dos meses el Jefe de Estado Mayor del Almirante King, capitán de Navío Low, propuso bombardear Tokio utilizando aviones del ejercito embarcados en portaaviones.
El plan presentado consistía en buscar bombarderos que pudiern despegar desde portaaviones a 400 millas de Japón, para que los buques no fueran atacados desde tierra.
Seguir vuelo luego del ataque hacia China para no atraer a los aviones de defensa japoneses hacia la fuerza de tareas y permitir que esta se aleje apenas los bombarderos despegaran.
La persona elegida para llevara cabo esta misión fue el teniente coronel James Doolittle, experimentado piloto, veterano de la Primera Guerra Mundial. Durante ese tiempo se destacaba por sobre exigir los aviones que volaba llevándolos al límite de sus prestaciones. En el período entre guerras continuó volando y gano varios rallies aéreos, “Bendix, Schneider y Thompson” entre otros, en julio de 1940 vuelve al servicio activo haciéndose cargo de programa para convertir industrias civiles a la producción militar. Cuando es designado tenía ya 45 años, se traslada a Eglin Field en Florida luego de elegir al North American B-25B “Mitchell” como bombardero y sabiendo que la base para lanzar el ataque sería el portaaviones USS Hornet.
En la base Eglin se procede a despojar de todo elemento que elevara el peso del avión y se lo dotó de depósitos adicionales colocados en los pasillos, para incrementar el alcance, se les quitó inclusive los elementos de puntería, los blindajes y hasta las armas de a bordo. Todo kilo eliminado era algo más de combustible que se podía llevar y permitiría que la corta pista del Hornet fuera suficiente para elevarse.
Hay versiones que indican que en un principio se pensó utilizar pistas de Rusia para el aterrizaje pero al estar esta comprometida con el avance alemán y tener un tratado de no agresión con Japón, se negó a su uso. Por esto debieron decantarse por la zona de China no ocupada por japoneses, en poder de Chang Kai Shek. Durante un mes, 24 aviones y sus tripulaciones se entrenaron en completo secreto en despegue desde pistas cada vez más cortas, bombardeo a baja cota y aprovechamiento del combustible, todo esto sin saber que misión les esperaba.
El día 25 de marzo 16 tripulaciones y sus B-25 despegaban rumbo a San Francisco y el 1 de abril de 1942 eran embarcados en el portaaviones, una vez en mar abierto se les comunicó a los 80 tripulantes que su misión consistía en bombardear Tokio.
El 13 de abril se encuentran con el USS Enterprise en el Pacífico, formando la Fuerza 16 con un petrolero, cuatro cruceros de escolta varios destructores y dos submarinos de avanzada al mando del Almirante Halsey, el plan preveía bombardear con la fuerza principal la zona industrial de Tokio, además de Yokohama, Nagoya, Kobe y Osaka.
Los primeros días de viaje fueron con mar gruesa, niebla y lluvia. El plan de ataque preveía que el día 19 a 400 millas despegarían para realizar un ataque nocturno y se evadirían tomando el rumbo menos esperado por los japoneses, hacia China. Pero el día 18 de abril cuando todavía se encontraban a 600 millas de distancia el radar del Enterprise detectó dos pequeños barcos a las 7:10 de la mañana, aprovechando la niebla, logran pasar entre ellos pero a las 7:30 se detecta un nuevo contacto, el pesquero armado “Nitto Maru”, que formaba parte de los anillos de detección establecidos por Yamamoto utilizando pequeños pesqueros armados con cañones antiaéreos. Esta vez cinco bombarderos en picado del Enterprise atacan y hunden al barco pero no antes de que radiara el aviso de que había dos portaaviones en la zona.
La alarma se disparó en el Hornet que se encontraba a 600 millas y con un día todavía de navegación para llegar a la zona de despegue. A las 8:20 aproximadamente Yamamoto ordena a la 5º división de portaaviones dirigirse hacia el lugar señalado por el “Nitto Maru” y a la flota de Kondo zarpar de inmediato para interceptarlos.
Duncan y Doolittle deciden lanzar los aviones a pesar de todo, se los equipa con latas de combustible adicional y se los despoja de todas las pertenencias de los pilotos, además de radios y armamentos.
Pocos momentos después Doolittle a bordo del primer B-25 acelera al máximo y se lanza a recorrer los 130 metros de la pista que se encuentra frente a él. Detrás de él uno tras otro los 15 aviones restantes dejan el puente del Hornet, poniendo proa a la costa japonesa.
Como comentó Doolittle tiempo más tarde, “el tiempo era pésimo, pero esto nos ayudo, con tanta carga no habríamos podido hacerlo con viento inmóvil. Apenas elevados los bombarderos, las naves de Halsey pusieron rumbo a Pearl Harbour.
Los alertas enviados por los pesqueros, no fueron tomados en cuenta por la inteligencia japonesa y esto les dio una ventaja ya que no había defensa antiaérea que esperara un ataque. Igualmente el adelantamiento del despegue los dejó sin la cobertura nocturna que esperaban, tendrían que bombardear a plena luz del día.
Hacia el mediodía los aviones llegan a las áreas designadas de Tokio, Yokosuka, Kobe y Nagoya y descargaron sus bombas sin oposición antiaérea, ni de la aviación. Los daños provocados fueron menores pero el golpe moral y psicológico sobre los militares y la población civil fue enorme, el comandante de la defensa de Tokio, se suicidó siguiendo el código tradicional japonés, al considerarse responsable.
Los aviones no habían sufrido daños pero aún les quedaba lo más difícil, llegar a China. Tenían previsto un faro de localización, que debía ser llevado por un avión el día anterior, pero esta aeronave se estrelló mientras lo transportaba.
Luego de trece horas de vuelo, Doolittle y las demás tripulaciones debieron saltar sobre territorio chino, sin saber si era el ocupado por tropas japonesas o no. De las 16 naves, una aterrizó en Rusia y sus cinco tripulantes fueron hechos prisioneros.
Tres tripulantes más fallecieron por heridas durante los aterrizajes y ocho fueron hechos prisioneros por las tropas japonesas (tres fueron ejecutados, uno murió en un campo de prisioneros y los restantes cuatro liberados al finalizar la guerra, todos fueron obligados a firmar confesiones de crímenes contra civiles).
Los daños en Japón fueron: 90 edificios destruidos, además de bodegas, fábricas dañadas, 50 muertos y 250 heridos. Las pérdidas norteamericanas fueron de 16 B-25, y 11 tripulantes perdidos. En China las tropas japonesas mataron alrededor de 25.000 civiles durante la búsqueda de las tripulaciones norteamericanas.
Como consecuencia de este ataque cuatro escuadrones asignados a la guerra en el Pacífico, fueron transferidos a Japón para defensa territorial, aliviando el frente. Los detractores del plan de Yamamoto de atacar Midway, apoyaron lo decidido por el Almirante.
Doolittle regresó a EE.UU. donde fue ascendido a General de Brigada y se le concedieron la Medalla de Honor del Congreso, la Estrella del plata y la Cruz de Vuelo Distinguido.
Siguió sirviendo en África y el Pacífico, luego de la guerra volvió a la industria privada y falleció el 27 de septiembre de 1993, siendo enterrado en Arlington.
Con información de: Mundohistoria | Foto: Wikimedia
--
--