Katharine Graham se convirtió en un referente del periodismo cuando tomó la presidencia de The Washington Post para convertirlo en uno de los diarios más importantes de Estados Unidos. ¿Cómo llegó a ser presidenta? ¿Qué pasó con el Pentágono? Aquí te contamos todo.
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Una vida llena de altibajos, la obligó a ser fuerte
Katharine Graham (1917-2001), fue una periodista estadounidense conocida por haber tomado la presidencia del periódico The Washington Post y por haberse convertido en un referente del periodismo investigativo.-
Su madre era periodista cultural, su padre era empresario. Desde pequeña estuvo sumergida en el mundo del periodismo, hasta que le tocó elegir qué estudiar y comenzó su carrera en la Universidad de Chicago; tras terminar, en 1938 trabajó como reportera en el San Francisco News.
Tras haber ganado experiencia, entró como periodista al Washington Post, un periódico que su padre había comprado para salvarlo de la bancarrota. Era una periodista apasionada por la investigación y los problemas sociales, pero puso su carrera en pausa cuando se casó con Philip Graham, un abogado recién licenciado de Harvard que tenía un futuro prometedor. La pareja tuvo cuatro hijos que Katharine educó amorosamente.
Todo cambió de forma radical, cuando su padre decidió abandonar el cargo de presidente del diario y se lo otorgó a Philip. Pese a que no tenía experiencia en el área, asumió el riesgo y comenzó a liderar el periódico. Todo salió mal. El estrés lo llevó a tener cuadros maníaco-depresivos.
Además de sufrir de episodios de violencia, intentó apaciguar sus demonios en el alcohol pero nada parecía ayudar, hasta que en 1963 se suicidó.
Katharine Graham no iba a permitir que el diario se perdiera, por lo que tomó posesión de la presidencia y se convirtió en la primera mujer que desempeñó este cargo en un medio de comunicación.
Apasionada por la libertad de prensa, jamás se dejó intimidar
Graham no flaqueó al tomar la decisión, sabía que era la mejor candidata para liderar el periódico. “No tenía ni idea de lo que se suponía que debía hacer. De modo que me dispuse a aprender. Lo que hice fue poner un pie delante de otro, cerrar los ojos y caminar hacia el abismo”, escribió años después en su cuaderno de memorias.
Su vida dio un giro extraordinario cuando inició una revolución mediática que se conoce como los «papeles del Pentágono». Fue un escándalo en el que se filtraron los documentos que demostraban que dos administraciones políticas –la de Kennedy y la de Johnson-, habían estado vinculadas en la Guerra de Vietnam. Los documentos fueron extraídos clandestinamente por el exfuncionario del Gobierno estadounidense Daniel Ellsberg.
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¿Qué decían los papeles? Demostraban que el Gobierno en lugar de retirarse del conflicto –que era lo que le afirmaba al público-, planificaba bombardeos indiscriminados e incrementaba las tropas en el país asiático.
El primer medio en publicarlo fue The New York Times, lo que desató la ira del Gobierno, que mandó a clausurar el diario; y The Washington Post corría el mismo riesgo.
El diario tenía toda la información, la decisión de publicarla o no estaba completamente en manos de Graham. Era un paso muy arriesgado. Si publicaba, era comenzar una guerra con el Gobierno y arriesgarse a perder a sus patrocinantes; pero, si no publicaba, iba a quedar eternamente en deuda con el público por no darle la información que se merece.
La pasión por el periodismo pudo más que los miedos y decidió publicar la nota. Esa decisión marcaría un antes y un después en su carrera. Ya nada ni nadie podían pararla.
Sus memorias ganaron el Premio Pulitzer
En 1998, publicó su autobiografía que tituló Personal History, con la que ganó el Premio Pulitzer por Biografía o Autobiografía, es el premio más importante que puede ganar un periodista.
En el libro cuenta a detalle todas sus experiencias familiares y cómo tomó la decisión de tomar la presidencia de The Washington Post.
Katharine Graham muere a los 84 años convertida en una leyenda del periodismo. ¿Qué le sucedió? Falleció a consecuencia de un golpe en la cabeza que sufrió tras una caída en una reunión de empresarios a la que asistía.
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Graham queda para la historia como la presidenta más exitosa que ha llevado el diario. Cuadruplicó la circulación del diario y además, multiplicó por 20 sus ganancias, para convertirlo en una de las empresas pilares del periodismo estadounidense.
Y como dijo una vez en 1975 el expresidente de Estados Unidos Richard Nixon: “En Washington hay muchos que leen el Post y les gusta, y hay muchos que leen el Post y no les gusta. Pero casi todos leen el Post, lo que constituye un reconocimiento de la habilidad de Graham como editora”.
¡Larga vida a la maestra del periodismo! Su legado permanecerá por siempre vigente en las páginas de The Washington Post.
Con información de: VanityFair / Telva / LaNación / Foto: Wikimedia
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Autor:
Mary Villarroel Sneshko
