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Joyas del TIFF: 'Wake Up Dead Man: Un misterio de Knives Out'

Joyas del TIFF: ‘Wake Up Dead Man: Un misterio de Knives Out’

El tercer misterio de Knifes Out llega a Netflix el 12 de diciembre de 2025 y no sólo profundiza en el género del misterio, sino que lo subvierte con una elegancia poco habitual en el cine mainstream contemporáneo.

En un mundo saturado de franquicias repetitivas y secuelas sin alma, la tercera entrega de la saga Knives Out, titulada Wake Up Dead Man, emerge como un raro ejemplo de cómo la reinvención narrativa y el puro placer cinematográfico pueden coexistir sin compromisos.

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Con el regreso del siempre excéntrico Benoit Blanc —interpretado por un Daniel Craig cada vez más cómodo, más libre y más lúdico en su papel—, el filme de Rian Johnson no sólo profundiza en el género del misterio, sino que lo subvierte con una elegancia poco habitual en el cine mainstream contemporáneo.

En medio del ruido habitual del Festival de Toronto, donde los dramas de prestigio y las apuestas oscarizables dominan la conversación, el estreno de Wake Up Dead Man: A Knives Out Mystery se siente como un soplo de aire fresco y venenoso a la vez. El tercer capítulo de la saga del detective Benoit Blanc —encarnado nuevamente por un siempre magnético Daniel Craig— confirma algo que ya intuíamos: Rian Johnson no está interesado en repetirse. Y eso, en un mundo saturado de secuelas, remakes y universos compartidos, es un acto de resistencia creativa.

Durante la conferencia de prensa, el propio Johnson fue el primero en reírse del éxito de su criatura. “Mira, siempre pensé que Knives Out sería una película pequeña, contenida, un homenaje clásico a Agatha Christie. Pero Netflix nos dijo: ‘¿Y si hacemos más?’”, contó entre risas. “Lo que me interesa de cada nueva historia es construir un mundo nuevo, con su propio tono, estilo y hasta reglas internas”.

Y vaya si lo ha hecho. Wake Up Dead Man no es una continuación directa de las anteriores entregas, pero tampoco las ignora. Aquí, Johnson abandona los climas sureños de la primera entrega y la sátira tecnológica de Glass Onion para sumergirse en una atmósfera más sombría, gótica y, según sus propias palabras, “profundamente espiritual y extrañamente romántica”.

La historia nos traslada a una pequeña comunidad dominada por la presencia del convento de Nuestra Señora de la Fortaleza Perpetua, un escenario cargado de simbolismo que actúa como un personaje más. En su interior conviven figuras tan dispares como el sacerdote Jud Duplenticy (Josh O’Connor), un exboxeador que encontró la fe tras una tragedia; el carismático pero polémico monseñor Jefferson Wicks (Josh Brolin); la fiel devota Martha Delacroix (Glenn Close); y la jefa de policía Geraldine Scott (Mila Kunis), quien debe enfrentarse a un caso que desafía toda lógica.

La trama se desata tras un asesinato aparentemente imposible, que fuerza a la policía local a solicitar la ayuda de Benoit Blanc. La forma en que el caso se enreda con secretos personales, traumas del pasado y dilemas morales crea una narrativa mucho más compleja que el clásico “whodunit”.

Daniel Craig compartió durante la rueda de prensa que esta película le permitió ahondar aún más en la psicología de Blanc: “Creo que ahora conozco a Blanc más que nunca. Pero lo hermoso de este personaje es que siempre me sorprende. Rian escribe con una claridad que me permite explorar su humanidad a través de la excentricidad”.

Josh Brolin, que interpreta al apasionado monseñor Wicks, explicó: “Lo interesante de trabajar con Rian es que nunca sabes si estás en una comedia, en un thriller o en una parábola moral. Pero en el set, todo tiene sentido. Él crea un ecosistema donde cada actor puede ser su versión más audaz sin perder la brújula del guión”.

Por su parte, Josh O’Connor reveló que aceptó el papel por la manera en que el guión lo desafiaba. “Lo que más me atrajo es que no hay una respuesta fácil. Todos en esta historia están tratando de despertar de una especie de muerte simbólica. Y eso es algo que yo también sentí mientras filmábamos.” O’Connor aporta una intensidad contenida que da profundidad a su personaje, atrapado entre la redención espiritual y el peso de su pasado.

Mila Kunis, en un papel más dramático del que suele interpretar, ofrece una interpretación sólida como la jefa Scott. “Fue un reto interpretar a una mujer en una posición de poder dentro de una comunidad tan pequeña y tradicional. Lo interesante fue mostrar cómo su lógica se ve confrontada por lo inexplicable”, comentó durante el encuentro con la prensa.

Y no podemos dejar de mencionar a Andrew Scott, Cailee Spaeny y Kerry Washington, quienes aportan giros dramáticos inesperados en papeles que, si bien parecen secundarios, resultan cruciales en la arquitectura narrativa que Johnson construye.

Desde el punto de vista formal, Wake Up Dead Man es una obra cargada de texturas. El diseño de producción, a cargo de Rick Heinrichs, convierte el convento en un personaje más: claustrofóbico, hermoso, inquietante. Cada habitación parece esconder un secreto, y cada objeto, desde una cruz torcida hasta una escultura modernista de metal oxidado, parece tener algo que decir. La cinematografía de Steve Yedlin combina encuadres góticos con una paleta de colores fríos que refuerza la sensación de aislamiento y enigma.

Rian Johnson declaró: «Me inspiré en parte en los clásicos de la Hammer y en parte en las novelas de Patricia Highsmith. Quería crear un ambiente donde lo espiritual y lo racional chocaran de manera estética. Y a la vez, jugar con la idea del mártir moderno: alguien dispuesto a sacrificarlo todo por una verdad que quizá no existe.»

La banda sonora de Nathan Johnson, primo de Rian y colaborador habitual, ofrece una partitura que oscila entre lo sacro y lo sarcástico. Coros que evocan misas antiguas se cruzan con sintetizadores disonantes, generando una atmósfera sonora tan contradictoria como los personajes que habitan este mundo.

Craig, cuando se le preguntó sobre el desafío de mantener fresco a Benoit Blanc, respondió con humor: «Él siempre será un enigma, incluso para mí. Pero mientras Rian quiera seguir contando historias con este nivel de inteligencia y corazón, yo seguiré poniéndome el traje blanco y la mirada inquisitiva».

Mila Kunis también destacó el tono distinto de esta entrega: “Lo que me fascinó de este proyecto fue cómo explora los límites de la moralidad, sin caer en sermones. No estás segura de quién es bueno o malo hasta el último segundo.”

Josh O’Connor agregó que “Johnson logra algo increíble: todos los personajes tienen secretos, pero ninguno se reduce a una caricatura. Hay matices, contradicciones, incluso ternura, y eso enriquece muchísimo el misterio.”

Finalmente, Johnson cerró la rueda de prensa con una reflexión que encapsula su visión: “El crimen es solo el gancho. Lo que me interesa es lo que revela sobre la gente. Todos tenemos un cadáver en el armario. Solo hay que saber cuándo abrir la puerta”.

Wake Up Dead Man no es simplemente otra historia de “¿quién lo hizo?”. Es una meditación disfrazada de entretenimiento. Un rompecabezas que, como en las mejores historias del género, revela más sobre los personajes que sobre la trama en sí. Y sobre todo, es una reafirmación del poder del cine para sorprendernos, emocionarnos y desafiarnos a pensar.

Con esta entrega, Rian Johnson confirma que el universo de Benoit Blanc está lejos de agotarse. Quizás porque, al final, lo que investiga Blanc no es solo el crimen… sino el alma humana.

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