El síndrome de Marfan es una alteración del tejido conectivo del cuerpo. Este tejido conectivo es el responsable de fortalecer las estructuras corporales y está formado por proteínas que brindan apoyo a órganos, músculos y vasos sanguíneos. Una característica fundamental del tejido conectivo es la función que cumple en el desarrollo y el crecimiento del cuerpo además de la amortiguación de las articulaciones.
Por lo general los pacientes que presentan el síndrome de Marfan son reconocidos por sus características físicas. Son una especie de hombres elásticos cuyas articulaciones son más largas de lo normal y tienen una gran elasticidad o movimiento. Son personas muy altas, de cara alargada y con la columna desviada.
Presentan problemas en otros órganos como el corazón y los vasos sanguíneos, una de las alteraciones más importantes es la dilatación de la aorta que puede extenderse tanto que llega a romperse. Este síndrome también afecta los ojos, los pulmones y la piel.
Este síndrome es causado por una mutación genética en el cromosoma 15, y por lo general es hereditario, es decir, se transmite de padres a hijos. Su diagnóstico normalmente se realiza en edades tempranas, durante la niñez y la adolescencia.
No hay tratamiento específico para el síndrome, sin embargo, se recomienda a los pacientes hacerse revisiones médicas periódicas, vigilar constantemente la circulación y los ojos, tener precauciones, evitar los ejercicios de alto impacto, el embarazo y en algunos casos tener sesiones de fisioterapia.
Al igual que la mayoría de los síndromes que afectan a los pacientes físicamente, el síndrome de Marfan, tiene grupo de apoyos que ayudan psicológica y socialmente a las personas cuya autoestima se ve afectada por los cambios bruscos en su cuerpo.
Por Maria Gabriela Roa / @Gabyroab / Culturizando
Con información de: medlineplus.gov / fundaciondelcorazon.com
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